Los eventos de otoño-invierno de 2015-2016 en Madrid

El ocio según Universo de A:

-La temporada de exposiciones otoño-invierno de 2015-2016 en Madrid.

-Temporada televisiva otoño-invierno de 2015-2016.

-Los eventos de otoño-invierno de 2015-2016 en Madrid.

TEMPORADA CONCLUIDA

Estos enlaces anteriores (entre los que está incluído este artículo), son los llamados artículos recopilatorios, que se actualizan continuamente (hasta que termina la temporada que dice el título, momento en el que se publica uno nuevo), por lo que, para estar informado de todas las novedades, se recomienda volver a visitarlos a menudo.

Para una información más extensa o sobre otras cuestiones culturales (Turismo, críticas de Películas o Teatro… etc), visitar las secciones correspondientes que aparecen permanentemente en un listado a la derecha.

Si hay algo que aún no he publicado, y sin embargo te interesa, pregunta a través de un comentario, puede que te ayude, ya que a lo mejor ya lo he visto, pero no he tenido tiempo de escribirlo.

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Por alguna misteriosa razón, alguien parece haber decidido, o todos se han confabulado en ello, para que octubre sea el mes de intentar abrirlo todo… apenas habíamos salido de «Open house», y entramos en la «Semana de la arquitectura», a la que suceden «Open Studio» y «Madrid otra mirada»… cualquiera podría pensar que esto es genial para la gente… pero no, desgraciadamente es más bien lo contrario. Con tanto evento, tan junto y tan seguido, obviamente, los edificios que se abren son menos, porque no pueden abrir para todos en tan poco tiempo; sin mencionar que desaparece esa aura de exclusividad y de evento especial, puesto que parece que sucede todos los días… y a nadie le gusta comulgar con eso.

Además, se agobia al público con tanta actividad tan seguida; ¿en serio sería tan difícil organizar estos eventos en meses diferentes,  bien distribuidos a lo largo del año?, sin duda es un fracaso organizativo.

XII Semana de la arquitectura 

Como ya llevo un tiempo diciendo, este evento está en decadencia y caída.

Los edificios de visita libre son más bien poco interesantes, y los de preinscripción inalcanzables… y tampoco hay nada del otro mundo aún así.

Este año apenas participaré, y mucho me temo, que el que era uno de los más grandes y más interesantes eventos del comienzo de la temporada cultural en Madrid, no tardará en dejar de serlo.

Post scriptum 9-10-15: sin embargo, hay que reconocer que han mejorado muchísimo en organización de las colas (la experiencia es un grado, sólo faltaría): haciendo listas, dando números (de modo que se evita con mayor éxito a la típica gente que se trae o se pone a llamar a cincuenta amigos, conocidos y vecinos, que luego se cuelan con todo descaro), informando a los visitantes… etc.

Fiesta nacional, día de la hispanidad

¡Al fin!, tras mucho criticar en años pasados la pasividad a la hora de celebrar este día (ejemplo 1 y 2), parece que por fin este año será algo más especial el 12 de octubre. Quizás influya el que la crisis ya no aprieta tanto; no falta quien aduzca motivos políticos (una reivindicación contra los separatismos)… etc. Sea como sea, este año habrá todo tipo de celebraciones que se extenderán por todo el puente del Pilar.

No es que sean muchas, ni muy abundantes o muy interesantes (de hecho, todas o la gran mayoría tienen al ejército como centro… si es que estos señores son los que más trabajan en este festivo), pero al menos es algo.

Algunas de las más interesantes son la retreta el sábado; los caballos y los perros en el Paseo de Coches el domingo; y por supuesto, el mapping (tan de moda hoy) sucedido de fuegos artificiales en el Palacio Real para finalizar el día. El lunes, por supuesto, desfile militar con presencia regia y museos estatales gratuitos.

Ya se verá si merece la pena, y se compensan tantos años de sequía….

Post scriptum 11-10-2015: al final sólo fui a lo del mapping y los fuegos artificiales en el Palacio Real… que desastre, creo que no gustó a nadie.

¿Pero a quién le encargó loterías el proyecto? deberían de investigar si eran independentistas catalanes (la referencia a Miró es como mínimo sospechosa jajajaja), vascos y gallegos… si es que ya no te puedes fiar de nadie, va a haber que montar una Gestapo española o restaurar el Tribunal de la santa inquisición, para ver quien es español viejo (jajajaja); porque que cosa tan espantosa y mal organizada. Pocas veces vi, en medio de un espectáculo público gratuito, a hordas de gente yéndose en el medio.

Para empezar, comenzó quince minutos tarde, para ese momento algunos incluso ya habían desistido y se habían marchado, llegado aquel punto, la multitud ya se había hartado de silbar y dar muestras de descontento.

Por fin empieza, y lo único que ves es múltiples referencias a la música, cuando esta, apenas es audible en la plaza; y como ejercicio de mapping, penoso, de haber proyectado un video cualquiera sobre la fachada del palacio, no hubiera habido mucha diferencia.

Para colmo de males, el final quedó especialmente mal, puesto que los fuegos artificiales salieron de los jardines de Sabatini, teniendo en cuenta que toda la gente estaba en la Plaza de Oriente, y que por medio, hay una plaza del Cabo Noval llena de árboles… os podéis imaginar como se veían. Hasta para eso la organización fue pésima

La única buena idea fue repetir el mapping, pero casi nadie se quedó para verlo.

Y es una pena, porque la idea era muy buena, y el emplazamiento perfecto, se podría haber hecho algo espectacular y grandioso, pero simplemente, las personas elegidas para este proyecto, simplemente, les vino demasiado grande y no supieron que hacer con él; la eterna falta de talento con la que tantas veces se nos fustiga cuando las instituciones confían en quien no deben, como tanto se está comentando últimamente en este blog.

Madrid otra mirada

Su primera edición, que tuvo lugar el año pasado, ya a su comienzo no auguraba yo nada bueno para ella… y a su conclusión, efectivamente, con mi siempre tremenda intuición, terminaba por definir el evento como un «sonoro fracaso».

Indudablemente ha habido un año para mejorarlo todo, aprender de tanto desastre… y no lo hicieron; la nueva edición se presenta incluso más penosa que la anterior: plagada de falsos eventos (que en realidad existirían incluso sin esta actividad); algunos de pago; la gran mayoría de las visitas con inscripción previa que, por supuesto, está agotada mucho antes de que se organice el evento… no tiene salvación. Sin mencionar lo ya comentado de la pésima fecha escogida para organizarlo. Como dice el dicho, «vamos de Guatemala a Guatapeor», yo no creo que participe en nada, ya no por desgana, sino por imposibilidad, debido a que simplemente, no se ha dejado nada de espacio a la libre improvisación del público y al poder decidir en el momento qué hacer, obligándolo a planificar esos dos días con una antelación absurda que no todo el mundo se puede permitir, ni estar pendiente de ello.

Con franqueza, veo absolutamente improbable la permanencia de semejante evento en el futuro, y desde luego su imposible consolidación dentro del panorama cultural madrileño.

Semana gótica de Madrid

Tal como suena, y como no, muy oportunamente alrededor del día de los difuntos. Hay varios museos decimonónicos vinculados. Por lo demás, en mi opinión es una temática demasiado concreta y con un público excesivamente específico para convertirse en un gran evento. Tampoco he encontrado actividades que me atrajeran mucho, aunque tampoco le he prestado una excesiva atención.

XV Semana de la ciencia

Como es costumbre, a principios de noviembre, la verdad es que nunca he participado demasiado puesto que nunca me ha interesado mínimamente lo que hacen (quizás porque soy de letras puras, y las ciencias me levantan cierto sarpullido); pero quizás este año lo intente.

En todo caso, veo mucha actividad habitual disfrazada de especial y mucho evento que se haría igualmente independientemente de que hubiera esta Semana de la ciencia o no.

El libro-folleto, es además muy denso, con una letra diminuta que agobia… puede que quieran hacer parecer que hacen más cosas, pero rápidamente se percibe que hay más apariencia que otra cosa.

Quién sabe, quizás os dé noticias de si merece la pena o no….

Post scriptum 11-10-2015: considero que este evento es un fracaso, la mayor parte de las actividades están copadas antes de que te puedas inscribir, y las pocas a las que se puede están sumamente mal organizadas y de una forma extremadamente amateur… teniendo en cuenta que la temática es sumamente concreta, me parece un completo desastre.

Fiesta del cine

Una vez más, a punto de celebrarse vuelve a haber un gran problema… el escaso interés de las películas en cartelera. Aún así, el efecto de la rebaja de precios seguro que ejerce cierto efecto llamada (al igual que repulsión provocarán las terroríficas colas). Por otra parte, el hecho de que se convoque cada dos por tres y sin orden ni concierto ha hecho que pierda su halo de algo especial….

Personalmente no creo que vaya mucho, porque si voy por ir, al final me acabo arrepintiendo.

Festival movistar de series

Para no ser la primera vez que se celebra, me ha parecido un absoluto fracaso, regido totalmente por el caos, la desinformación y la desorganización más chabacana y diletante.

Para empezar, el folleto que podías conseguir para enterarte del evento ya no tenía la información suficiente… así que había que recurrir a la página web, que también dejaba que desear a ese nivel y no podría estar peor estructurada.

Llegados al evento, en el que el desconcierto era máximo porque se organizaba en pleno cine Cinesa Proyecciones (y por tanto en el centro de Madrid) dónde había mucha gente que había ido a parar allí sin más, y como encima se mantenía la habitual de proyección de películas, el sentimiento de confusión se elevaba al máximo.

Por supuesto, nadie es capaz de informarte decentemente, ¡es mucho pedir!; la atención al público es por tanto pésima.

En cuanto a las proyecciones, empiezan tarde, mal, con retraso, y a placer en general; las actividades requieren unas colas espectaculares y no valen mucho la pena… y por lo general todo el mundo se siente perdido y confuso.

Comentar que pude acudir al preestreno de «Versailles» (crítica de este y la serie -pues no pienso ver más- aquí), y que fue un perfecto ejemplo de lo mal que funcionaba todo: me dijeron que con estar media hora antes era suficiente, pero más de una hora antes ya había una cola que bajaba al piso anterior; luego se formaron dos colas y se permitía el paso a gente sin más, de la forma más absurda y arbitraria; el comienzo, llegó a retrasarse más de quince minutos de la hora marcada en un principio; cuando entramos comenzó un absurdo coloquio sin sentido (¿¡desde cuando se hacen antes y no después!?, ¡cómo vamos a hablar y comentar sobre algo que no hemos visto!) donde todo el mundo brillaba por su ignorancia, indocumentación y escasa cultura (muy especialmente el actor protagonista de la serie George Blagden, pero las preguntas que le hicieron algunos de los presentes eran también de antología); y finalmente, cuando ya habías perdido toda la paciencia, y tu aburrimiento se había convertido en ira, comienza la proyección de la serie… y acabas aún más airado (los detalles sobre esta porquería, en el artículo recopilatorio correspondiente).

En definitiva, un evento asombrosamente mal organizado, penosamente caótico y con un desorden patético que resulta difícil de creer teniendo en cuenta quienes lo llevan; ¿alguien me explica como puede ser eso?.

Actividades en la fundación March

No está siendo esta una temporada muy afortunada en la fundación (y últimamente, en lo expositivo tampoco levanta cabeza), y reconozco que no demasiadas cosas me llaman la atención.

Tampoco me gusta el nuevo sistema de reservas ¿¡qué es eso de no poder elegir el sitio!?, sin mencionar que se colapsa y es un auténtico desastre, manda los correos si le da la gana… etc (yo he llegado a descubrir que tenía una reserva a última hora sin haberme dado cuenta y cosas por el estilo).

Una pena, reconozco que le tengo cariño a este sitio.

Post scriptum 8-12-2015: sigo desagradado por el sistema de reservas que no deja escoger sitio, al final, los castigados son los que se molestan en reservar porque les puede tocar lo peor de lo peor.

He estado en varias conferencias y deberían de revisar seriamente a quien invitan, hay algunos que son de un plúmbeo… que llega a resultar insoportable.

Post scriptum 25-1-2016: sin embargo, no puedo dejar de alabar que acompañen muchas conferencias con conciertos y lecturas dramatizadas, realmente aporta toda una nueva e interesantísima visión acerca de un tema. Estuve en la de Wilde, y me pareció todo un ejemplo de buena preparación y perfección estética (la pantalla era utilizada de fondo para contribuir a todo lo anterior… simplemente maravilloso).

A siete pasos del Quijote

¿Van camino los teatros del ayuntamiento de convertirse en las instituciones públicas de este tipo por excelencia?, bien, habría múltiples factores a analizar, pero desde luego, este tipo de iniciativas y eventos son desde luego un motivo para que se coronen como tal.

Muy por desgracia, en este caso, la idea es mucho mejor que el desarrollo, que es espantosamente deplorable y atroz.

La idea de sacar el teatro de su medio, y llevarlo al público por las calles, por el famoso barrio de las letras, en el que vivieron muchos de los grandes del siglo de oro es simplemente genial; es la perfecta definición que yo siempre he dado de lo que debe hacer una institución cultural pública, una manera magnífica de difusión del arte, algo además participativo, que no se queda sólo en programar una serie de obras como hacen los privados, un volcarse con la ilustración de la ciudad… simplemente, sólo puedo aplaudir tan genial idea, tan excelsa ocurrencia… hasta que se me rompan las manos.

Pero desafortunadamente, de nada sirve tal cosa en malas manos, porque no puede haber cultura ni arte donde hay propaganda y adoctrinamiento, momento a partir del cual, rápidamente la vulgaridad se instala, seguida de sus amigas la demagogia, la parcialidad y la falta de criterio. Hablando claro, si quiero que me vendan algo, me voy a un centro comercial.

No voy a cuestionar que la producción sea brillante, que la elección de las localizaciones resulte genial, o que en muchos los aspectos, este evento esté bien preparado… pero una vez más, sólo sobre el papel, puesto que a la hora de la verdad falla todo al ponerlo en práctica: desde los textos hasta los medios técnicos (los micrófonos fallaron muchísimo, o no se oían o había eco, bien es cierto que yo fui al estreno, pero ya tendrían que haberlo ensayado); eso sin mencionar el descontrol con el público, algo que claramente no habían planificado como debían.

Por lo demás, respecto al evento en sí mismo, nos encontramos con una serie de textos pésimos, a cada cual peor, pretendidamente intelectualoides (y por tanto cursis y pedantes), plagados de una vacuidad y demagogia tan falsa como poco pensada… y de un amateurismo insufrible. Además, tiene mucha gracia que ellos pretendan hablar de alienación cuando son incapaces de razonar sus argumentos y sólo repiten como borregos las premisas que les han dado otros, sin ser capaces de tener el más mínimo sentido crítico. Patético. Aunque en el fondo, debo admitir que les envidio: tiene que ser facilísimo vivir en un mundo de blancos o negros, de buenos y malos, en el que todo está tan claro y tiene tan fáciles soluciones; sin el más mínimo atisbo de grises o de cuestionamiento de lo establecido… en fin, turba sin identidad ni ideología propia la ha habido siempre, y por ello ha sido hábilmente manipulada tradicionalmente; pero realmente tiene que ser muy sencillo dejarse llevar y no pensar.

Supongo que de ello deberíamos echarle la culpa al coordinador dramatúrgico, Alberto Conejero, pero difícilmente podemos cuando estaba demasiado ocupado incrustando sus propios escritos en el recorrido (supongo que qué su nombre apareciera una sola vez en el programa no era suficiente, tenían que ser seis); tanto que fue incapaz, ya no sólo de asegurarse que los textos que se fuesen a recitar tuviesen un mínimo de calidad, sino que siquiera el conjunto tuviese un mínimo de sentido; porque a la hora de la verdad, nos encontramos con un recorrido que no tiene ni pies ni cabeza, ni argumento, un forzadísimo hilo conductor… un desastre absoluto en definitiva.

También debemos culpar al director, Jaroslaw Bielski; que naturalmente no fue capaz de hacer que esto se realzara, que de algún modo sus actores hicieran algo mínimamente decente, de decirles que la superficialidad no es una virtud en la interpretación… etc. En realidad, tengo la impresión de que no hizo nada… excepto contratar como ayudante de dirección a una misteriosa persona que, fíjate tú que casualidad, comparte nombre con él, ¿eso no se llama nepotismo?, ¡qué raro que la obra no critique ese tipo de enchufismos! (¡uy espera, pero sí que lo hace!, ¡hay que ser asquerosa y repugnantemente hipócrita!).

Tampoco el uso de los músicos es bueno, hubieran servido como una buena guía, pero aparecen y desaparecen de la forma más absurda, mientras dejan a un actor completamente sobrepasado intentando guiar a un público que se le echa encima y que difícilmente consigue controlar.

Por lo demás, los actores son, en general, a cada cual peor que el anterior, creo que son estudiantes, y no me extraña, les queda mucha formación por adquirir (y algunos no lo harán nunca, triste pero cruel verdad, pues hay cosas que no se aprenden); en cualquier caso, todos ellos son sumamente superficiales, ninguna de sus actuaciones resulta mínimamente creíble o verosímil, algo totalmente amateur, actúan y se nota, resultan insufriblemente teatrales en el mal sentido de la palabra.

En cuanto a la reacción de la gente, bueno, en el estreno se notó demasiado que casi todos los que iban eran amigos y conocidos; y que la gente que se fue uniendo en la calle se fue descolgando poco a poco… es lógico, simplemente no funciona (sin mencionar que, cuando empezaron a soltar barbaridades en la Plaza de las cortes, delante del Congreso de los diputados, yo juro que tuve miedo, empecé a temer que interviniese la policía).

Finalizar comentando que, mal que les pese, ni Cervantes ni el Quijote defendieron ninguna ideología concreta, pues como todos los grandes clásicos, están muy por encima de eso. Y hay pocas cosas más repulsivas, y que me enerven más que qué se manipule y adultere algo cultural con un fin político, es completamente repugnante; y por eso, concluyo que este evento lo es también, cosa que siento mucho, puesto que era una gran idea de partida… pero no estuvo en las manos adecuadas.

Ojalá se vuelva a organizar (si no reciben quejas de los guías turísticos habilitados de Madrid, que ya sabemos como se lo montan estos al más mínimo atisbo de competencia), pues como no he dejado de recalcar, la actividad en si misma puede ser genial, sólo necesita gente apta para ella. En definitiva, ya se han cometido los errores, ahora hay que aprender de ellos y corregirse; que de sabios es rectificar y demasiadas veces se entrega en esta institución la confianza a quien no la merece.

Post scriptum: 28-11-2015: pasé de nuevo por allí justo antes de una de las funciones, y la cantidad de público había descendido en picado (apenas se había reunido gente); está claro que no gustó, pues el boca a boca no ha funcionado (y eso que es gratis y en medio de la calle, y para eso en España siempre hay gente); un esperado fracaso, hay que reconocerlo.

Oh là là musique

Es increíble que supiera de este evento hace tiempo y no me acordara de publicarlo; bueno, nunca he sido un blog de actualidades sino más bien de comentar las cosas.

Los Teatros del Canal tienen una considerable experiencia organizando este tipo de actos, yo sigo teniendo un gran recuerdo del I encuentro de bandas (que creí que nunca se había vuelto a repetir, pero según me han comentado, al parecer sí se ha hecho y van por el VI… pero que mal publicitado está el tema), y al parecer se ha hecho varias veces con otras temáticas… una vez más, pésima publicitación porque yo no me enteré en absoluto. Menos mal que esto es Madrid y siempre hay gente para todo, muy especialmente cuando es gratis.

Desgraciadamente, los Teatros del Canal han demostrado una nula pericia a nivel de organización, que resultó ser totalmente caótica por la mañana, hasta el punto de que, para por la tarde, ya había mucha menos gente, cansada como estaba esta de no poder entrar en nada, que ninguna actividad empezase a su hora, que todo fuese extremadamente aleatorio, o que muchas de las cosas no compensasen la espera puesto que duraban muy poco tiempo.

Mucha de la culpa de todo este asunto la han tenido esas absurdas múltiples colas que han provocado que se montasen con la generación de horas para coger las invitaciones (de una hora o hora y media… un absurdo); de modo que nadie podía acceder nunca libremente a las salas como debería y como se había hecho sabiamente antes.

Como ya he dicho, la mañana resultó absolutamente desastrosa y caótica, ya no sólo por las actividades que daban la total impresión de desorganización, sino por una atención al público por parte de unos jovencitos a los que se veía completamente saturados y sobrepasados por el trabajo, simplemente no daban de sí.

A pesar de todo y por el buen recuerdo que tenía del I Encuentro de las bandas, decidí dedicar al tema todo el día, e incluso comí allí; sobre todo porque había un menú francés con motivo del día. Todo el mundo sabe que el restaurante del teatro no es muy bueno, pero la comida era aceptable. Se trataba de un menú pretendidamente francés siguiendo la temática del evento (había platos como ratatouille o ternera a la bourguignon), pero, sabiendo que los cocineros eran españoles y que habrían sacado la receta de cualquier sitio el día anterior, se percibía claramente que su conocimiento de la cuisine française era más bien nulo; quedándose todo el tema en un menú del día con pretensiones, turístico, e inflado de precio. La atención al público también dejaba que desear, estaban absolutamente desbordados y no conseguían ni acordarse de a qué mesa había que llevar los platos.

La tarde fue bastante mejor, sobre todo porque se despejó bastante de gente, y hasta bien avanzada esta, no volvió a desmadrarse el tema.

En definitiva, no puedo negar que no voy a dejar de alabar esta iniciativa, que es una gran idea y que convierte a los Teatros del Canal en otro referente cultural de la ciudad, como tanto deseo que se conviertan las instituciones públicas siempre; pero lamentablemente, en este caso (aunque con más éxito que en el de «A 7 pasos del Quijote») la idea ha sido mejor que el desarrollo, muy especialmente por la organización.

Pero como ya digo, la idea fue absolutamente genial, porque se quiso abordar todo sobre la cultura francesa (hasta tal punto, que el título del propio evento resultaba insuficiente), habiendo todo tipo de actividades: cine, conferencias, música, danza… etc; fue simplemente brillante como idea. Desgraciadamente, muchas actividades no se confiaron a las personas adecuadas (por ejemplo: las degustaciones deberían haber sido gratuitas, pues en todos los sitios se ponía que todo era gratis; muchas de las danzas no eran de temática francesa…), y la desorganización hizo el resto. Y como ya digo, me sorprende mucho que con la experiencia que deberían tener en estos casos, no hayan salido adelante como es debido.

En fin, desear que sigan haciendo estas maravillosas actividades, aunque necesiten mejorar considerablemente en su organización.

Navidades en Madrid

Este año las fiestas vuelven a resurgir; especialmente con el evento de las culturas; y también encontramos novedades como un belén en el palacio de Cisneros (que normalmente no está abierto, así que supone una oportunidad para conocer el lugar).

Creo pues, que el concepto mejor para definir este evento en Madrid es precisamente ese «resurgimiento», pues aunque se atisba una mejoría, está lejos de resultar tan espectacular como otros años; sin mencionar que todas las celebraciones comienzan muy tarde (a partir del 20, otros años ya al principios de diciembre pasaban cosas).

En definitiva las navidades en Madrid pueden volver a ser algo triunfal si se lo proponen; no digo que para los visitantes recién llegados no puedan resultar interesantes, pero para los asiduos, los ciudadanos habituales, encontramos pocos alicientes para unirnos a la fiesta.

Todo ello sin mencionar que no tiene ningún sentido que la cartelería apareciera antes que los programas, pues la gente iba a buscarlos a la oficina de turismo y no estaban… un desastre de organización.

Además, con motivo de las fiestas, surgen los mercadillos más variados en los sitios más insólitos, el jardín del Ritz es un lugar, pero a mí me pareció especialmente interesante el «Mercadillo del gato» que tiene lugar en el Centro cultural de los ejércitos o Casino militar, en plena Gran Vía, uno de esos lugares normalmente privadísimo e invisitable, que en esta ocasión abre las puertas de algunos de sus salones más impresionantes. Toda una oportunidad para admirarlo, aunque no se compre nada y haya un gentío espectacular.

 

Actividades en la Fundación Telefónica

¡Qué mal organizado está todo por allí! (como ya había comentado anteriormente), la verdad es que cuesta apuntarse a sus actividades una barbaridad y todo es supercomplicado; con una web en la que las fechas se mueven y dan más vueltas que un concurso de vals; una desinformación absoluta y muy poca competencia a la hora de resolver dudas… etc; todo ello sin mencionar que casi todos los datos que te dan del espectáculo están mal, desde la duración hasta el desarrollo.

Aunque reconozco que el concierto al que acudí de canciones de Verne me encantó; y el auditorio de la fundación tiene mucho encanto.

Me encantó el programa de mano que nos dieron con todas las traducciones de las canciones que escuchamos… pero una vez más, la mala organización lo estropeó, pues no se molestaron en mantener las luces medianamente encendidas para que pudiéramos leerlo como es debido en vez de dejarnos la vista de mala manera.

Desde luego, lo dicho, las actividades puede que salgan bien, pero desde luego no es mérito de la organización. Menudo desastre.

 

Gastrofestival

A finales de enero y comienzos de febrero, trataré de participar, por primera vez que recuerde, en este evento. Reconozco que hay más de una actividad interesante, pero no sé si habrá un gran desfase de asistencia de gente. En fin, ya comentaré próximamente qué tal y si vale la pena incluirlo entre los grandes eventos de la capital.

Post scriptum 1-2-2016: ya he participado en varias actividades del Gastrofestival (que a continuación comento), y me ha parecido una celebración notable, realmente interesante a tener en cuenta… no imprescindible o que se pueda considerar uno de los grandísimos eventos a marcar en el calendario anual, pero me alegro de haber participado y creo que seguiré haciéndolo en próximos años, quizás con el tiempo, acabe por considerarla un imprescindible (si mejora año tras año).

Eso sí, hay demasiadas actividades que requieren inscripción previa, y también un exceso de ellas son de pago, cuestiones que deslucen muchísimo el evento; más actividades gratuitas con aforo ilimitado, más participación y la garantía de éxito es segura.

Algunas a las que asistí fueron:

-Una tea party en el museo del romanticismo: bajo este glamouroso nombre, se esconde un simple taller que, si bien resulta interesante, aprendes mucho, y no te arrepientes de ir; no llega a ser en absoluto una gran fiesta del té, y la sofisticación es nula.

-El jardín de las delicias comestible: como obra artística es una estafa, algo totalmente fallido (y la artista carece totalmente de carisma para explicar su propia obra). Se convirtió en algo medianamente interesante cuando la gente se lanzó, como si fuésemos auténticos muertos de hambre, sobre las verduras para comerlas crudas (tal y como animalicos), como si no nos dieran de comer en casa. Era también para no perderse las señoras adelantando su compra de la semana y metiendo en improvisados carros de la compra todo lo que podían… pasó aquello de pretendida obra de arte a verdulería en cuestión de segundos; paradójica e involuntariamente, quizás eso fue lo más artístico de la instalación

-El aperitivo en las culturas mediterráneas: esta sí que fue una actividad más sofisticada, aún a pesar de la desorganización que la rodeó y que el conferenciante careciera totalmente de carisma (que no de conocimientos), sin embargo la banda estuvo muy bien; en conclusión, un maravilloso aperitivo en el que sobraron palabras y escaseó la comida y el vermú; no obstante, una magnífica actividad.

Post scriptum 8-2-2016: ahora que ha terminado, tengo que decir sin embargo que ha habido una cierta desorganización y descoordinación con las diversas instituciones que colaboraron con el evento, es más en la web del «Gastrofestival» en más de una ocasión se encontraban datos erróneos o equivocados; sin mencionar que no era muy buena a la hora de encontrar información concreta. La verdad es que este evento debería de mejorar muchísimo a nivel organizativo.

 

Conciertos «A las veinte cero cero»

A pesar del nombre terriblemente poco comercial, y bastante espantoso, este evento da la oportunidad de entrar en lugares en los que habitualmente no se puede, como el bello salón de actos del Museo del romanticismo, pero, sobre todo, el salón de baile del Museo Cerralbo; yo no paré hasta conseguir entrada para este último (y la verdad es que el sistema está muy bien organizado a través del correo electrónico).

Y aunque no faltaron cosas que me decepcionaron (como la aparición de micrófonos y altavoces por todos los lados, cuando yo deseaba comprobar la calidad de la acústica de la sala); la valoro en general como una magnífica y excepcional experiencia que debería de repetirse más a menudo (aunque con música antigua, preferiblemente romántica, sería mucho más apropiado, eso de los conciertos hipsters está bien como excepción y forma de atraer a otro tipo de público al museo, pero no tiene demasiado sentido con la función principal del Cerralbo).

Por otra parte, el concierto al que acudí, el de Elle Belga, me gustó más de lo previsto, no es algo deslumbrante (un estilo lento y apenas cantado), pero es aceptable.

Por otro lado, y como ya digo, la oportunidad de estar en medio del salón de baile (pues no olvidemos que durante las horas de visita turística no se llega a entrar en él, se lo ve desde sus dos entradas, pero no se pasa) y disfrutar un concierto es algo único y maravilloso, con lo que debo recomendarlo por fuerza.

 

Carnaval

Lo diré yo, porque alguien tiene que decirlo: ¡pero estas mujeres (la alcaldesa y la delegada de cultura) han perdido la poquita cabeza que les quedaba!, ¡se lo están flipando muchísimo!, ¿pero qué se toman?; no contentas con la polémica de la navidad, y los tejemanejes en los teatros municipales sobre los que están corriendo alegremente todo tipo de rumores como la pólvora, ya hasta en los periódicos nacionales, ahora esto, atención: «Carnaval Madrid 2016, ¡es en Tetuán!», ¡toma ya!, ¡es en Tetuán!, ¡lo nunca visto!, estas gentes se superan a sí mismas por momentos, yo no he visto nada igual, ¿pero esto qué es?.

La justificación que escribe Mayer en el programa de las fiestas es de risa (de hecho, llegas a preguntarte quién del ayuntamiento será de ese barrio), y no quiero dejar de citar alguno de los mejores fragmentos, atención: «A partir de este año, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido localizar el epicentro del Carnaval en Tetuán (porque yo lo valgo, como el anuncio de L’Oreal), un distrito que cuenta con una larga historia, un rico tejido sociocultural y una gran pluralidad comunitaria. Tetuán es un distrito que reinventa sus tradiciones cada día y acoge con los brazos abiertos al recién llegado. Sus habitantes luchan a diario por conseguir un espacio de convivencia en el cual la diversidad sea el emblema» y ahora que alguien me diga si esto anterior no se puede aplicar a todos los barrios de Madrid (bueno, excepto a Vallecas, que según la siempre intelectual Cristina Pedroche, es una nación, al parecer porque la gente de allí está muy unida… supongo que la chica esta hizo pellas el día que explicaron ese concepto en la clase de historia), ¡es que esto es un escándalo!.

Entiendo, y hasta cierto punto es legítima, la idea de lograr que las grandes celebraciones viajen por otras zonas de la ciudad y no sólo se quede todo en el centro… ¡pero es que tampoco es así!, ¡porque muchos barrios organizan celebraciones por su cuenta de toda la vida!.

Sin mencionar el golpe absurdo que supone esto para el turismo, ¿de verdad alguien se cree que un extranjero (o incluso un nacional) va a andar dedicándose a buscar las cosas si se lo pones difícil?, ¡qué desastre!.

La verdad es que soy incapaz de entender porque hacen algo tan absurdo. Debe de ser por llamar la atención, porque no me explico otra cosa.

Y todo eso sin comentar que, por primera vez en años, el Círculo de bellas artes y el ayuntamiento no han organizado el famoso y popular concurso que se hacía durante el tradicional baile de la institución, adiós a otra tradición. La verdad es que el ayuntamiento ha hecho muy mal en ese aspecto.

Y además, la humillación a la tradicional Alegre cofradía de la sardina, montándole otro entierro el mismo día y a la misma hora a modo de competencia desleal. Esto no es normal.

Y es que estas fiestas lo que están demostrando es que Madrid se ha convertido en una terrible batalla campal entre lo viejo y lo nuevo, lo tradicional y lo vanguardista… y yo pregunto, ¿de verdad es tan imposible que ambas cosas convivan pacíficamente?, porque yo creo que sería, de lejos, lo mejor para todos….

Sea como sea, la programación de las fiestas tiene una pinta realmente espantosa, vulgar y barriera a más no poder (parece que no lo haya organizado una gran administración, sino las pobres asociaciones del lugar, que bastante consiguen ya con lo que consiguen); y vale que los carnavales en esta villa y corte llevaban mucho tiempo anquilosados o en decadencia, ¡pero es que esto ya es la traca final!, ¡el nuevo ayuntamiento en vez de hacerlos resurgir los está rematando del todo!.

Con todo, trataré de acudir, y ya diré si mis primeras malísimas impresiones concuerdan con la realidad final. Seguiremos informando.

Post scriptum 8-2-2016: ya ves, lo que se suponía que iba a ser una celebración barriera, vulgar, localista y aburrida… acabó convirtiéndose en un escándalo.

Yo no tuve la oportunidad de estar en el famoso espectáculo de títeres que tiene indignada a toda la ciudad y que ha saltado a la prensa nacional, pero sí en el pregón, momento en el cual, no faltó quien se manifestara a favor de la libertad de los titiriteros; la polémica está servida.

Será mejor comenzar desde el principio: finalmente no fui a ninguna de las celebraciones del viernes, por falta de tiempo y, porque no admitirlo, también por desinterés (puesto que no existe la falta de tiempo, sólo las prioridades)… si llego yo a saber que los títeres de la compañía «Títeres desde abajo» y su representación de «La bruja y don Cristóbal» iba a ser tan interesante y polémica, jamás me la hubiese perdido (porque en realidad, de haber acudido, yo sólo hubiese ido a los conciertos).

El sábado, por una serie de circunstancias, llegué al final del desfile, y concluí definitivamente, que los carnavales como evento y gran celebración en nuestra ciudad de Madrid, están definitivamente muertos y enterrados; llevaban muchos años moribundos, pero este año, les han dado la patada definitiva al nicho. Al final lo que vimos fue, a algunos de los de siempre, e incluso menos, por unas calles muy poco atractivas. La gente por su parte, apenas acudió, y el ambiente era totalmente familiar del barrio.

Muchos menos se quedaron al pregón (que lo daba una vecina doña nadie del barrio), y a esas alturas, aquella inmensa plaza de la Remonta, resultaba descomunal para la poca gente que había, claramente toda de la zona; llega con decir que se podía andar con toda tranquilidad y que apenas costaba encontrar un sitio donde ver bien cualquier espectáculo.

Según comenzó el pregón, comenzaron los gritos de «libertad, libertad», y las consignas en favor de los titiriteros, acompañadas con pancartas bastante poco imaginativas (recuerdo que una decía «la sátira no es delito»). Me hizo mucha gracia como las personas desde el escenario no dejaban de hacerles caso, en vez de tener las tablas y la habilidad para pasar del tema y fingir que no pasa nada, como si unos gritos fueran a poder competir con unos altavoces. También me divirtió bastante como desde el escenario intentaba identificarse a la alcaldesa con el concepto de libertad, y que era «nuestra alcaldesa», y que teníamos que permanecer juntos… si es que al final, quien está en el poder siempre será odiado por ello, da igual del signo que sea.

La compañía de Teatro proyecto bufo, actuó con toda la profesionalidad que pudo teniendo en cuenta las circunstancias, y hasta cierto punto lo consiguió, aunque los manifestantes no abandonaron en ningún momento el lugar, y se pusieron lo más visibles que pudieron, incluso cuando la compañía de bufones hizo su espectáculo (y también apeló a su solidaridad diciendo que eran compañeros, parte de los suyos), para asegurarse de ser captados por los medios.

El resultado de todo esto, ya se sabe, la alcaldesa teniendo que pedir perdón y un escándalo que ha pasado de municipal a nacional.

Diré la verdad, y lo que tantas veces he dicho sobre otros espectáculos en teatros, aquí la culpa no es tanto de los titiriteros que hacen sus estupideces y van a lo suyo (se dice que en la función famosa se hizo apología del terrorismo, se vio a una embarazada autoapuñalándose… y como no, los titiriteros son republicanos, ¿acaso se podía esperar otra cosa?), sino de los irresponsables que se les ha ocurrido confiarles un espectáculo de tal relevancia y tan promocionado, ¡es que hay qué saber a quién le encargas las cosas!. También coincido que la medida a posteriori ha sido desproporcionada, detenerlos ha estado fuera de lugar, sancionarlos con una buena multa, declararlos non gratos o llevarlos a juicio, pues eso sí, eso estaría muy bien y sería muy apropiado, ¡pero detenerlos!. En cualquier caso, hay mucha gente indignada con ellos, y con razón, desde padres hasta asociaciones de víctimas del terrorismo.

Con todo, Manuela Carmena no me deja de levantar cierta compasión, no le sale nada bien. Y que conste que a veces no dejo de pensar que quizás sea una conspiración para asegurarse de ello, demasiados eventos le están saliendo mal (no olvidemos lo de las navidades) y demasiada gente está sumamente interesada en que este tipo de gobierno fracase y volvamos a los tradicionales políticos de toda la vida; y que conste que tiene buenas ideas, está protegiendo la Plaza de España y preguntándole a la ciudadanía que quiere hacer con ella, ¡bravo por esa iniciativa!, ¡viva el gobierno que pregunta a los ciudadanos y que no actúa unilateralmente! (e incluso se admiten propuestas, y se debaten todo tipo de cosas), bien es cierto que sé que no siempre se puede (ni se debe intentar) mandar con el acuerdo de todos, pero hay cosas que sí se pueden hacer, y eso está bien hecho, lo reconozco.

Pero lo dicho, pobre Manuela Carmena, quizás tiene muy buenas intenciones y un deseo de una mayor liberalidad y progresismo, pero nada le sale como debe. Aunque no se puede decir que sea falta de suerte, las cosas hay que medirlas y hay que asegurarse de atar todos los cabos, y más cuando se está en un puesto como el suyo… después de haber visto todos los enormes errores de los políticos tradicionales, ya debería de haber llegado al puesto con esa lección aprendida.

Y ahora hay que dar ejemplo, aquí tienen y deben rodar cabezas políticas, porque lo dicho, los titiriteros son los últimos responsables, pero desde luego, no los únicos, porque los auténticos culpables son aquellos a los que se les ha ocurrido confiar en ellos.

En definitiva, los carnavales de Madrid de este año se han saldado como un fracaso completo, conclusión que se puede alcanzar incluso antes de su finalización (aún así si sucede algo que me llame la atención en el nuevo entierro de la sardina, tal vez lo referencie), y han perdido toda categoría turística e incluso todo interés para los habitantes de la ciudad. Definitivamente están muertos y enterrados como evento. Y por si fuera poco, han supuesto un escándalo social y político… mayor fracaso y desastre no podía ser; pues, si no hubiese sucedido nada, hubiesen sido insulsos, vulgares y anodinos, y habiendo pasado algo, han resultado escandalosos, han cubierto la ciudad de vergüenza, y enterrado definitivamente la que había sido una celebración de referencia en Madrid. Qué tristeza.

Post scriptum 11-2-2016: aún con la alcaldesa recibiendo a la Alegre cofradía del entierro de la sardina (tal vez para evitar más desprecios y polémicas innecesarias), el carnaval se ha saldado con un resultado patético.

Yo, como ya dije, y porque ya había ido muchas veces al tradicional entierro de la cofradía antes mencionada (como se puede ver aquí, aquí, pero sobre todo aquí, donde lo describo especialmente; aunque no se os debe olvidar echar una ojeada a las fotos y vídeos del álbum del Carnaval, donde encontraréis varias de este evento en concreto) este año decidí ir a la nueva versión «oficial» del carnaval que se había intitulado «Entierro y desentierro de la sardina», y se daba una descripción bastante atractiva… teniendo en cuenta los precedentes, yo ya me imaginaba que no había que fiarse, pero un año es un año, y el otro Entierro, a pesar de que suelo ser un fiel asistente (casi siempre voy, aunque sólo sea al principio o al final), lo tenía muy visto.

La competencia del ayuntamiento frente al tradicional Entierro, fue realmente patética, de auténtica vergüenza ajena: en primer lugar, estaba muy mal organizado, mucha gente se perdió para encontrarlo, como no, empezó tarde… y todas las personas que iban al tema era porque lo habían encontrado por la calle, ni una (yo y algún periodista debimos de ser los únicos) fue a verlo a propósito. No era para menos, tras toda una celebración de carnaval absolutamente fracasada, ya nadie confiaba en el tema, y la verdad, no les faltaba razón.

Imagínate la escena: dos tipos arrastrando una caja de cartón, con sardinas de plástico mal pegadas en ella, apenas cuatro músicos con casi los mismos instrumentos y un sólo animador maquillado… era una imagen realmente patética y desoladora; realmente vergonzosa, y siendo casi algo particular, que en ningún caso debería de salir en el programa de ninguna fiesta (tal vez el de una aldea como máximo, y ni siquiera, que habría más participación).

No diré que el tradicional Entierro de la sardina de la Alegre cofradía sea mucho más abierto o menos barriero, no lo es, es totalmente de la zona, y si no formas parte del tema, probablemente te sientas fuera… pero es incuestionable que está mucho más elaborado, preparado y que hay una inmensa experiencia detrás… porque no se puede comparar a los de la Alegre cofradía, con sus capas y sombreros de copa de verdad, triunfantes con sus medallas de sardinas por todos los lados, las mujeres de luto en plan siglo pasado… y toda una celebración consolidada, que podrá ser muy mejorable, pero aún así, desde luego es algo afianzado y avezado, a la situación patética que vivimos con esta «versión oficial» de la competencia del ayuntamiento, de unos señores con unas capas de disfraz total y nadie siguiendo la comparsa… horroroso.

Y no es culpa de las asociaciones del barrio, que hicieron lo que bien pudieron, ¡hasta repartieron comida y bebida (entre otras, un vino muy peleón, que horas después aún me tenía embobado… no es para menos, ya dijo el señor, en broma, que era «denominación de origen de Madrid», ¡madre mía como quedé!) al final de la celebración! (aunque depende a quién se la pidieras y quién lo hiciera, que más de un niño tuvo dificultades, y rápidamente había una señora que decía «¡este es un saco sin fondo!», ¡pero para que habéis traído la comida si no es para darla!); y el animador hizo lo que bien pudo, pero no tenía suficiente carisma y tampoco le llegaron las hojas de las canciones para repartirlas… en definitiva, era un quiero y no puedo en toda regla, indudablemente bien intencionado, pero totalmente local, del barrio, íntimo… desde luego no algo que mereciese estar en un programa de fiestas de la capital, y muchísimo menos apoyado por el ayuntamiento como alternativa, de lo cual se hacía suponer que sería mucho mejor.

En definitiva, el evento de los carnavales en Madrid de este año ha sido, a todos los niveles, una catástrofe absoluta y sin precedentes.

Con razón han empezado a rodar cabezas políticas, aunque no sea necesariamente por todo lo anterior (que sería lo lógico), sino porque continúa la polémica de los titiriteros, con sus defensores y sus detractores; en cualquier caso, yo ya he visto algún que otro vídeo de los tipos esos y… ¡madre mía!, ¡pero si no saben ni hablar! (y ya no mencionemos el aspecto físico, que parecen yonquis). Este tipo de gente me hace mucha gracia, o dicen representar la cultura o unas ideas de las que, en el fondo, no tienen ni idea, y muchos de ellos no han leído ninguna de las obras originales que serían la base de su ideología, y aún diré más, dudo que la gran mayoría de estas personas haya terminado un libro entero. Es vergonzoso y realmente asqueroso, porque luego claro, los dirigentes estúpidos (aunque, si nos ponemos a concretar un caso del que últimamente se está hablando mucho, que se puede esperar de la concejala Celia Mayer, cuya relación con la cultura es entre nula y ninguna, pues no tiene ni formación ni experiencia relacionadas con el tema… y evidentemente, tampoco le importa, siendo su único interés su propio sectarismo; sin mencionar, por último pero no menos importante, que, ¿cómo se le puede confiar un cargo público a una persona que ha sido incapaz de aceptar la sociedad en la que vive, las normas que tiene y como está regida?, ¿por qué acaso se puede esperar otra cosa de un okupa? -al parecer ella y el propio organizador del carnaval practicaron tal cosa-) confían en ellos, y pasa lo que pasa, y este ha sido un caso muy escandaloso, pero así continuamente los encontramos en determinados teatros municipales demasiado a menudo. Y luego claro, pasa lo que pasa (echar una ojeada a mi sección de Teatro para ver múltiples ejemplos de esta cuestión).

Por otra parte, he de admitir que, hasta cierto punto, y aunque con toda probabilidad (y lo digo así porque yo no he visto la obra esa de «La bruja y don Cristóbal» y por tanto no pienso juzgar algo que no conozco) se han buscado todo lo que les ha pasado, los titiriteros de la compañía esta de «Títeres desde abajo» me dan un poco de lástima… a ver quién les contrata ahora (pues no creo que a nadie se le ocurra arriesgarse), y a ver como siguen viviendo a partir de ahora… terrible cuestión.

Post scriptum 12-2-2016: como curiosidad, comentar que he descubierto, de pura casualidad, que los titiriteros famosos están muy bien relacionados con los «artistos» (o al menos en sus redes sociales aseguran que conocen incluso a su familia) que acosaron, insultaron e hicieron todo tipo de amenazas a este blog y a mi persona… no me extrañaría nada que los propios titiriteros hubiesen sido parte de todo ello. Menuda sorpresa, por otra parte (tono irónico)… si es que dime con quien andas y cómo te comportas… y te diré quién eres, ¿qué otra cosa se podía esperar de ese tipo de gentuza sino lo que ha pasado y toda la que se ha montado?, era de imaginar….

 

Año nuevo chino

Trataré de verlo este año, en otros, me daba cuenta de pura casualidad porque pasaba por la Plaza de España, pero en este, pienso acudir a Usera (o lo intentaré), epicentro de las celebraciones.

De momento, la programación, aunque claramente diseñada por la comunidad, se presenta atractiva, especialmente por el esfuerzo que parecen haber puesto en ello; quizás a ello se deba que la web esté tan mal organizada; y tampoco ayuda que no distribuyan la información de las actividades impresa por todo Madrid, gran error.

Pero mi pregunta es, ¿será la comunidad china acogedora con los «forasteros» o será una simple fiesta del barrio?; pronto lo sabremos, pero el tema se plantea sumamente interesante, al fin y al cabo, resulta fascinante vivir en una ciudad cosmopolita en la que moviéndote de un sitio a otro puedes saborear todo tipo de culturas, realmente puede ser toda una experiencia.

En definitiva, estoy impaciente por descubrir si el año nuevo chino es solamente de China, o también pertenece un poco a Madrid. Espero seguir informando.

Post scriptum 8-2-2016: al final el ayuntamiento parece que sí se ha implicado más (creo que hacen bien apoyando la multiculturalidad y recordándonos las ventajas que tiene vivir en una ciudad cosmopolita) y también he visto la información de las celebraciones impresa y distribuida por múltiples sitios, ¡bien!, es mucho más sencillo para decidir a que ir.

Post scriptum  15-2-2016: aunque las celebraciones no han terminado (culminarán el fin de semana que viene en la plaza de España, como ha pasado anteriormente -y a las que seguramente también iré-) ya se puede hablar de todo lo que fueron los actos principales que se celebraron en el barrio de Usera.

Desbordados, absolutamente desbordados es la perfecta definición de como se percibió este evento. Indudable e incuestionablemente había buenas intenciones y el deseo de crear algo memorable, pero el tiro salió totalmente por la culata. Hubo muchos factores para esto: la lluvia que obligó a reorganizarlo todo (excusa que se puede aplicar sólo al primer día, y ni siquiera del todo, pues las predicciones del tiempo ya hablaban de ello), la cantidad de gente que se desplazó para ver el tema (no eran sólo del barrio, lo cual es buena señal… pero no se supo aprovechar) y, hay que admitirlo, también cierta desorganización.

En cualquier caso, lo cierto e incuestionable es que se creaban unas colas espectaculares para todo (incluso lo más insignificante) y llegaba a resultar realmente difícil conseguir plaza también en cualquier taller, porque la gente, desesperada, se apuntaba a lo que fuera (y dado que nada empezaba a su hora, todos se apuntaban a lo primero que sucedía).

En cuanto a la atención al público, bueno, dependía mucho de con quién topabas… la verdad es que todo el mundo estaba muy sobrepasado y a veces se daban situaciones tan vergonzosas como decir que el auditorio estaba lleno cuando la mitad estaba vacío… terrible.

Todo ello no deja de sorprender, sobre todo porque se implicaron muchas instancias oficiales, tanto del propio Madrid como de la propia China, que movilizó múltiples voluntarios (estos comunistas…).

El viernes ya fue el caos absoluto, teniendo que reorganizarlo todo por el mal tiempo, lo cual se puede considerar perdonable, si no fuera porque el mismo esquema se repitió los días siguientes; así, pudimos ver como todo empezaba tarde y jamás se respetaban los horarios o sucedían cosas alternativas que nada tenían que ver ni con el programa impreso… ni siquiera con la web que nadie se molestaba en actualizar. En ese aspecto resultó realmente vergonzoso. Para que os hagáis una idea de hasta que punto llegaron las cosas al final del día: en el karaoke los propios organizadores fueron incapaces de cantar una canción y salieron despavoridos dejando al público alucinado; y en la china electric sesión, una de las personas que llevaba el asunto llegó a decir: «esto no es China, ni es sesion, ni es nada… íbamos a marcharnos, pero dijimos, ¡qué coño!». Yo creo que esas anécdotas dan una muy buena idea de lo que se vivió.

Cualquiera hubiera podido pensar que el sábado ya se hubiera arreglado todo… pero no, el caos continuó hasta el punto de que todo fue un completo desbarajuste; de modo que las cosas o no se hacían o el programa se hacía de las maneras más extrañas… Y lo mismo sucedió el domingo. No obstante, el precioso pasacalles (quizás el evento más famoso, conocido y deseado de ver) del año nuevo fue realmente precioso y memorable.

Repito que no puedo decir que no hubiese buena voluntad (reparto de caretas, programas, subcontrata de una empresa para gestionar el tema, intérpretes en chino y español…), pero sí muy poca profesionalidad, pues todo el mundo se vio sobrepasado; así, aunque el barrio entero se implicó en la celebración (en todos los sitios se veían colgados farolillos; y a todo esto, fue increíble pararse a ver esta zona y descubrir como efectivamente si hay una gran cantidad de población y comercios de origen chino… todo un descubrimiento; en ese aspecto, hay que agradecer y reconocer lo mucho que ha hecho esta celebración para conseguir acercarnos otros barrios y culturas), lo cierto es que al final se ha percibido como algo hecho por aficionados, algo intolerable cuando se mezclan instituciones públicas de dos países como ha sido el caso.

Así, es inadmisible: que todo el programa cambie totalmente, que no haya cierta previsión de lo que va a suceder, que todo el mundo se vea desbordado y que la gente que se desplaza de otros sitios se vaya sin poder participar en nada porque todo es una cola continua o no ven ninguna posibilidad de hacer ninguna cosa… etc.

Por otro lado, y respondiendo a lo que plantee anteriormente, de si sólo se trata de una celebración local o propia de una comunidad, la verdad es que se intentó que no fuera así en absoluto, pero tampoco se tuvo demasiado éxito en ello, pues lo cierto es que ni siquiera en cuestiones idiomáticas se potenciaba el bilingüismo, es más, si había que elegir un idioma, era el chino antes que el español, lo que dejaba a los espectadores de aquí en cierta indefensión (y yo llegué a indignarme y no aplaudir si no lo decían en los dos idiomas); de modo que podías sentirte un poco fuera de lugar.

Sin embargo, y a pesar de sus muchos defectos, la celebración del año chino como evento en Madrid, es algo incuestionablemente especial, que nos acerca otras culturas y que nos hace sentir realmente cosmopolitas, que ensalza valores como la tolerancia y nos evade de ese eurocentrismo que tan afianzado está en nuestra cultura y educación… por lo que, con todo, tengo que recomendar esta celebración y desear que se vuelva a celebrar y mejorar (sobre todo eso), pues aunque muchas cosas no han salido bien o como debían, lo cierto es que merece la pena seguir potenciando esta celebración y que se convierta en el gran evento que puede y debe ser, ¿lo conseguirá?, veremos, de momento, sólo aspira a ello.

Probablemente informaré también de las últimas actividades de esta celebración.

Post scriptum 21-2-2016: bueno, pues se acaban las celebraciones, y lo hacen triunfalmente en la plaza de España, he estado esta mañana (en vez de dedicarme hábilmente a mi campaña para no conseguir el premio) y realmente el tono es distinto al de Usera.

Vamos a entendernos todos aquí, no estoy diciendo que esté mejor organizado, para nada: nuevamente no se cumplen los programas y el regalo que en principio se debería de dar si completas el recorrido de los comercios se ha agotado (aunque te darán otra cosa, eso sí), o no te dan la revista para completarlo… etc.

Y todo lo anterior es especialmente vergonzoso cuando empiezas a leer en la revistita, pues ahí está implicado todo quisque: la embajada china y el consejo de no sé qué del país, la comunidad y ayuntamiento de Madrid… y por supuesto, la comunidad china (que tienen la felicitación más bonita, menos política y más sincera; aunque uno no deja de preguntarse si han hecho todo esto por obligación de su gobierno o porqué).

En cualquier caso, las festividades que se están desarrollando y terminarán hoy mismo en la plaza de España (que por un día es de China, como curiosidad decir, que el escenario está justo debajo de la alegoría de Asia del maravilloso monumento), tienen un sabor distinto del barriero anterior, estas se notan más oficiales y, un poco más… propagandísticas; hasta el punto de que uno se llega a temer si no se estará buscando un lavado de cara de la imagen China para poder proceder al asunto del Edificio España… lo cual, como ya he dicho antes, me horrorizaría.

Pero dejándonos de hipótesis (y con suerte, se quedarán en teorías de la conspiración), lo cierto es que el evento atrae mucha gente y, a pesar de las actuaciones mayoritariamente de aficionados que vi esta mañana (por la tarde, serán las profesionales, iré, y promete ser el triunfo de la propaganda), funciona; además han conseguido afianzar el bilingüismo (chino-español, la presentadora lo decía todo en ambos idiomas, ¡bien!), y aunque hay demasiados chinos a los que les cuesta entenderte, al menos se nota el esfuerzo.

Eso sí, mucho cuidado cuando hagáis el recorrido de los sellos (tienes que pasar por todos los comercios para reunir todos los animales del zodíaco chino) y pararos demasiado en los puestos, es un auténtico engañabobos, yo piqué y compré (¡qué listos son!)… y no fui el único, así que cuidado con los bolsillos, que puede que no tengáis la intención de gastar, pero cuando te descuidas… ¡zas, encaprichado!.

Sin embargo, también se nota todo demasiado mascado para los occidentales, así, aparece en todos los sitios que es el año nuevo chino, y que es el 2016… cosa absurda, pues ellos ya están, al parecer, en el 4714.

En fin, vuelve a notarse que hay más buena voluntad que profesionalidad y capacidad organizativa; lo primero se aprecia, pero se preferiría más de lo segundo.

No voy a elaborar más conclusiones porque esta tarde es el final, así que espero decirlas después de eso. Pero con todo, tengo que decir que lo recomiendo (aunque ya no le falta gente, todo hay que decirlo)….

… Aquí se ha echado mucha carne al asador, y cada vez estoy más intrigado del porqué, cuando me di la vuelta y volví a ver el precioso Edificio España, me entró un escalofrío.

Ha sido demasiado espectacular, se han tomado demasiadas molestias, han traído demasiada gente de china, ¿y para qué?, ¿por qué tan gran y desmesurada promoción y propaganda?, ¿para qué tanto implicamiento oficial?, y todo gratis… el tema comienza a escamarme seriamente.

Todo ello sin mencionar que todo estaba sumamente occidentalizado, adaptado para gustar al público de aquí.

Por lo demás, como espectáculo, ha sido glorioso, de primer nivel, se nota que se han traído a las joyas de China, se oyeron unas voces espectaculares e incomparables.

No todo ha sido perfecto, los técnicos dejaron que desear, en muchas ocasiones las voces eran tan potentes que ellos no regulaban bien el sonido y se distorsionaban. Ello sin mencionar la multitud que abarrotaba la plaza

Pero esta vez han tenido la inteligencia de poner todo cubierto, para evitar la lluvia que tanto aguó las festividades de Usera… aunque esta vez no llovió absolutamente nada.

Sin embargo, si uno lo valora, no deja de preguntarse que si admitimos esto es porque nos resulta aún exótico… ¿aceptaríamos o tendríamos el mismo interés por algo del mismo estilo de, por ejemplo, la comunidad iberoamericana?, difícil cuestión. Y ello también nos lleva a hacernos preguntas sobre nosotros mismos, como, ¿por qué celebramos las tradiciones de los demás y apreciamos la cultura ajena y somos incapaces de hacer lo mismo con la propia?.

Pero concluyendo: por lo general, y a pesar de sus muchísimos defectos y falta de profesionalidad en general, me han encantado las celebraciones del año nuevo chino, las recomiendo para vivir al menos una vez en la vida, y, la verdad, yo volvería, es más, trataré de hacerlo el año que viene, porque la verdad es que me ha gustado y en general lo he disfrutado (prueba de ello, es que llevo dos fin de semanas al completo con el tema).

 

XXVI Festival de arte sacro

El que es sin duda uno de los grandes eventos musicales del año en Madrid, un inigualable momentazo cultural en el que la música viaja por todo Madrid (resto de comunidad autónoma incluida), podría estar en peligro. Y es que a todo el mundo le ha dado tanto últimamente por innovar y que todo lo anterior estaba mal y rancio, que hasta lo que funcionaba a las mil maravillas hay que cambiarlo, así, por figurar.

El hecho incuestionable es que ha cambiado la directiva del festival y rápidamente se han puesto «creativos», a ver con que resultado, de momento ya se dice que va a haber varios cambios en la cuestión musical (a ver si el festival puede seguir denominándose «sacro», visto lo visto) y atraer a nuevos públicos (¡joder!, como si audiencia fuera precisamente lo que faltara, ¡que la gente se queda fuera o las iglesias se llenan hasta el punto de que la gente prácticamente se sube a las gárgolas o aguanta más de una hora de concierto de pie).

He de admitir que la cuestión de los «cambios» y de que se hayan puesto «creativos» o de aumentar el rango de músicas (¡como si alguna vez hubiesen sido pocas o la cosa hubiese estado ceñida a dos o tres épocas!, ¡que en este festival se ha ido desde la edad media hasta estrenos absolutos!) que van a sonar me asusta… a ver que ocurrencias tienen.

Y por si fuera poco, también me parece que han aumentado los espectáculos de pago… ¿de verdad van a destruir uno de los mejores eventos gratuitos de la ciudad, una de las más brillantes celebraciones de difusión musical que existen en esta ciudad, y si me apuras, en todo el país?.

Tampoco me gusta que mantengan esa manía que les ha entrado estas últimas ediciones de concentrarlo todo en un mes y hacer un sinnúmero de conciertos uno tras otro, día tras día; agobia, resulta pesado y le quita lucidez al evento pues deja de ser algo especial para acabar resultando cotidiano; sería mejor que volvieran a hacer como en ediciones pasadas en las que el festival llegaba a durar varios meses, y en cada semana había tres conciertos al máximo, bien distribuidos a lo largo de los días.

Pero también hay otras cosas que me gustan: como que se haya programado un ciclo de cine; el festival se llama de arte sacro, y artes hay muchas, no sólo la música, es más, apruebo y me encanta la idea de que la celebración se abra a otras muchas más artes, ojalá sigan por ese camino; y también me gusta el que se hayan aumentado los lugares para las representaciones, especialmente a los de Patrimonio Nacional (¡estoy como loco por volver a oír un concierto en la capilla del Palacio Real o en la Encarnación!), y más cuando esta institución ha descuidado totalmente el tema; aunque no me termina de convencer lo de los conciertos en otras salas no históricas (como los Teatros del Canal).

En fin, yo, como siempre digo, no me gustan los prejuicios, así que esperaré al 25 de febrero (momento en el que empieza, y se extenderá hasta el 2 de abril) para juzgar y ver como será, y si los cambios y la nueva dirección merecen nuestra confianza. Ojalá que así sea, ojalá de verdad, porque sería una auténtica lástima que se cargaran, que destruyeran uno de los mayores y mejores eventos musicales, y culturales, de la capital, que ha sido, sin duda alguna, toda una referencia y ejemplo del que tomar nota durante años… ojalá siga siendo así, pues bastantes eventos y celebraciones están siendo destruidos una tras otro.

Seguiremos informando.

Post scriptum: de momento, para sorpresa de todos, la programación sólo está disponible en fotocopias… y eso depende de con quien topes, porque fácilmente te niegan que la tienen o no te la quieren dar. Madre mía que mal funcionan las oficinas de turismo de la comunidad de Madrid (sin mencionar que, excepto la de Alcalá, todas tienen horarios complicadísimos).

 

Reapertura de la sala 1 del Cine Doré

Pongo esto en eventos por ponerlo en algún sitio….

Bueno, todos sabemos los problemas que hubo en este verano en el famoso cine de la Filmoteca española que tan de gusto es de la intelectualidad (y la pseudointelectualidad), y que se convirtió en un auténtico escándalo: hubo una plaga de chinches, los espectadores se dieron cuenta y acabaron denunciándolo… las autoridades aseguraron que la plaga era por todo el barrio, no sólo en el cine… pero sea como sea, la sala debió de ser fumigada de arriba abajo y el lugar más icónico de este precioso cine, permaneció cerrado durante meses.

Uno pudiera pensar que también eso pudiera ser para bien y que reabriría más brillante… pero todo lo contrario, para gran disgusto del público, han sustituido las butacas originales por unas modernas y horrorosas (bueno, hay que reconocer que van con los tonos de color del cine, eso sí); y, según he sabido, y este es mayor escándalo que el de las chinches, las originales, que además eran antiguas (supuestamente de los años 30 del siglo pasado), ¡las han quemado!, podrían haber renovado la tapicería para evitar los bichos, pero no, ¡las han quemado!; es algo realmente espantoso, al responsable deberían de juzgarle por algo tan horrible y atroz. No me explico cómo se pudo permitir ni en qué estaban pensando, menuda vergüenza nacional.

 

Actividades en Patrimonio Nacional

Primera vez que esta institución organiza actividades paralelas, lo ha hecho con motivo de la exposición «Arte contemporáneo en palacio», y consistió en conversaciones con artistas.

Yo sólo fui a la última, aquella con Antonio López y Julio López Hernández, y me cuesta mucho calificarla de éxito (de hecho, no lo hago).

Para empezar, el tiempo para reservar es un horror, recuerdo que cuando me llamaron para confirmar que iba, ni siquiera me acordaba de que había pedido plaza… son tantos meses antes, hay que tomarse tanto tiempo que resulta absurdo.

Tampoco cumplen con el programa, que dice con toda claridad que las reuniones se celebrarán en el Salón de Mayordomía del palacio; a mí, me hacía mucha ilusión ver ese nuevo espacio normalmente no visitable (acabé teniendo que hacerlo por YouTube), pero como se dedican a andar cambiando las conferencias ya sea allí o en una de las salas de exposición (para grandísimo riesgo de las obras expuestas, porque las sillas estaban a milímetros de ellas), pues supuso una gran decepción.

En cuanto a la conversación a la que yo fui, resultó bastante absurda: Antonio y Julio López parecían los viejos de los teleñecos, y cada dos por tres se enzarzaban a discutir sobre los temas más tontos e irrelevantes (e incluso personales), como si tomarle todas y cada una de las medidas al Rey para hacer la estatua del Museo nacional de escultura de Valladolid había sido clave para hacer la obra o no (nada de repaso de las carreras de los artistas, y muy escasas reflexiones sobre su obra -aunque algunas sumamente valiosas, pero fueron más la excepción que la regla-)… y entre tanto, Francisco Calvo Serraller, el crítico y supuesto moderador del debate (que hacía de todo excepto eso), se dedicaba a tratar de lucirse a toda costa citando a Baudelaire y a todo bicho culto andante, sin venir a cuento, con tal de conseguir un mínimo de protagonismo. Pero ese no era el peor, los peores eran los propios representantes de Patrimonio Nacional, que parecía que estaban los altos cargos en pleno, y todos matándose a hacerle la pelota a Antonio Lopez y compitiendo en a ver quién le lamía más y más descaradamente el culo. De vergüenza ajena, y esta sensación era algo extendido por el público, pues casi nadie se atrevió a hacer preguntas ante tanta tontería y tanta irrelevancia como acabábamos de escuchar.

En definitiva, a Patrimonio Nacional le falta experiencia en la organización este tipo de actos y lo ha demostrado, está indudablemente por detrás de otras grandes instituciones de la cultura, y aunque intenta salir del pozo, necesitará esforzarse mucho más, porque de momento sólo ha conseguido un resultado: en el mejor de los casos, manido, y en el peor, un fracaso.

 

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