La temporada de exposiciones de otoño-invierno de 2020-2021 en Madrid

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Este artículo es uno de los los llamados artículos recopilatorios, que se actualizan continuamente (hasta que termina la temporada que dice el título, momento en el que se publica uno nuevo en esta misma sección de Turismo), por lo que, para estar informado de todas las novedades, se recomienda volver a visitarlos a menudo. No obstante, los seguidores del blog (correo electrónico, redes sociales… etc) reciben actualizaciones de todo lo que se hace en Universo de A.

Aclarar que, en este artículo en concreto, las últimas actualizaciones siempre son las más pegadas a estas líneas, es decir, las que están más arriba del artículo; y por tanto, las que están más abajo, son las que he comentado hace más tiempo.

Para una información más extensa o sobre otras cuestiones culturales (Turismo, críticas de Películas o Teatro… etc), visitar las secciones correspondientes que aparecen permanentemente en un listado a la derecha.

Si hay algo que aún no he publicado, y sin embargo te interesa, pregunta a través de un comentario, puede que te ayude, ya que a lo mejor lo he visto, pero no he tenido tiempo de escribirlo.

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Todos sabemos lo que ha pasado. Todos sabemos como cambió y trastocó nuestras vidas. Todos sabemos que fue de un día para otro, inesperado, súbito. Así que no abundaré en ello, a estas alturas y en este artículo en concreto estaría fuera de lugar. Sí diré, no obstante, que muchas cosas pasaron en mi vida que me han impedido escribir nuevos artículos (a parte del asunto del covid-19 o coronavirus) y que, por suerte, he estado viviendo de los «ahorros» o reserva que había escrito hace tiempo… y de hecho, a punto estuvieron de agotárseme y que, tras más de trece años escribiendo un mínimo de un artículo al mes, temía que iba a fallar próximamente por las múltiples dificultades vitales que estaba experimentando… afortunadamente, parece que de momento eso no va a pasar.

Sin embargo, y a pesar de no ser a través de artículos de máxima actualidad, que por otro lado, no podía escribir por lo anteriormente dicho, sí me alegro de que Universo de A sobreviviese a la pandemia y, que, en cierto modo, con su publicación periódica, diese un ejemplo de cómo mantener la normalidad a pesar de todo, o al menos su espíritu… quién sabe si incluso pudo consolar a algunas personas con su regular reaparición, alejados como estaban, además, sus artículos de una actualidad tan preocupante y terrible….

De cualquier modo, y tal y como indica la publicidad del ayuntamiento de Madrid:

MadridVuelve busca incentivar el turismo de la capital | 7caníbales.com

«Es tiempo de volver»… sí, todos lo sabemos, probablemente las cosas nunca volverán a ser como antes (del mismo modo que nunca lo fueron después de cualquier acontecimiento traumático en la historia), y habrá que adaptarse a la «nueva normalidad» (también calificada como «nueva anormalidad»…. Y con esta llegan unas nuevas condiciones, algunas buenas y otras malas; porque con todo, y por frívolo que resulte decir esto (aunque sólo sea por ver desesperadamente el lado positivo a toda esta tragedia), lo cierto es que Madrid nunca se visitó turísticamente con tanta comodidad: no hay mareas de gente en casi ningún sitio (excepto si es un evento de hora y día concretos, en eso, la ciudad no ha cambiado), ni colas o horas de entrada en los museos, ni hay que ir o hacer nada con excesiva anticipación… pero también es cierto que los museos y demás instituciones culturales de las que hablo en este artículo, se han llenado de protocolos, normas y flechas; reordenado, sintetizado o minimizado sus colecciones y exposiciones, se han hecho desaparecer los asientos en las salas (algo verdaderamente horrible, toda una tortura para el visitante), al igual que los folletos o cualquier tipo de papel (lo que les ha obligado a modernizarse y reconvertirse en algunos casos en apps, además de ofrecer más servicios gratuitos -como el de audioguía- que antes eran de pago… lo cual es una clara ventaja para el visitante de la nueva normalidad), el servicio de consignas e incluso los baños en algunos casos… del mismo modo, las exposiciones temporales en general ahora duran más (a pesar de que publico este artículo aún en verano, lo he denominado ya de «otoño-invierno» porque varias de ellas aún se extienden hasta (algo inédito antes del Coronavirus cuando las temporadas culturales estaban bastante marcadas –consultar artículos de esta misma sección para mejor confirmación-) ¡enero! (o incluso más tarde), por un lado, eso da más tiempo para visitarlas, algo necesario teniendo en cuenta las actuales circunstancias… pero ello también resta lustre y riqueza a la temporada, pues, por fuerza, deberán organizarse menos actividades culturales.

Con todo, mientras se pueda, y teniendo en cuenta algunas de las anteriores ventajas, no niego que debo animar a resdescubrir Madrid, hasta cierto punto, un nuevo Madrid.

Y dicho esto, paso a enumerar a qué lugares merece la pena salir (¡con mascarilla!) estos días… dado que ahora muchos serán más selectos con sus salidas, espero y deseo que esta, mi guía habitual por otra parte, pueda ayudar más y mejor que nunca:

Post scriptum 22-11-2020: como podéis observar, he variado mi política habitual en lo que respecta a las fotos en estos artículos; así, antes, sólo se ilustraba lo más destacable con una selección de fotos al final del artículo; ahora, la elección seguirá siendo igualmente exhaustiva (sólo se pondrá imagen de lo más reseñable), pero las fotos ya no estarán, descontextualizadas y apartadas, al final del artículo, sino justo encima del título de la exposición. Creo que eso mejorará mucho estas reseñas, no sólo mejorándolas estéticamente (que también), sino que incluso tendrá un punto práctico, pues, de una solo vistazo, cualquiera que lea este escrito, gracias a esas imágenes, podrá saber cuales son las exposiciones más destacables, recomendables, interesantes o que valen más la pena, sin tener que ir leyendo una por una. Así pues, de momento voy a probar este nuevo método, aunque, francamente, creo que viene para quedarse. 

 

PERMANENTE

Es curioso, si comparo este artículo con el inmediatamente anterior, resulta un tanto sombrío… pero supongo que es parte de la nueva normalidad….

Monumento en recuerdo de las víctimas de la pandemia del Covid - 19. © Madrid Destino

Monumento en recuerdo de las víctimas de la pandemia del Covid-19

Desde el estado de alarma, e incluso poco antes, todo fue cayendo. Las fiestas más tradicionales, aquello que se había hecho siempre… simplemente dejó de hacerse. Recuerdo como muchas personas de edad decían que nunca habían visto nada igual, ni huelgas generales, ¡ni siquiera conflictos armados! en los que sucediera o se hubiera hecho algo parecido.

San Isidro, el agricultor patrón de una gran ciudad (que a pesar de todo, conserva el nombre de «villa») y sus tradicionalmente grandes fiestas, no fueron una excepción (ni lo serían, a pesar de ser mucho tiempo después, las fiesta de la Paloma). Quizás para compensar eso, el alcalde se empeñó en inaugurar un monumento a las víctimas de la pandemia precisamente en el que hubiera sido el gran día del santo.

Además, el monumento recuerda al usado posteriormente en aquella dignísima ceremonia u homenaje de Estado a las víctimas de la enfermedad por el COVID-19 y de reconocimiento a la sociedad, llevada a cabo en Plaza de la Armería del Palacio Real, el jueves 16 de julio de 2020.

Sea como sea, y aunque no es seguro que el actual (en frente de la fuente y palacio de Cibeles) vaya a ser el emplazamiento definitivo del monumento (se habla de su definitivo traslado a la calle Alcalá, más cercano a la Puerta del Sol, cuando las obras de esa zona terminen), lo cierto es que, pese a la precipitación de su ejecución y ubicación (que, por otra parte, no podían ser más adecuadas, representativas y céntricas), no deja de ser una obra bella y digna, desde luego no original o deslumbrante, pero sí apropiada, triste y melancólica… quizás porque toma la referencia de las típicas construcciones de ese estilo dedicadas a los caídos alrededor de todo el mundo.

En definitiva, no deja de merecer la pena acercarse para ver, no sólo el pebetero, sino las velas y objetos que deja allí la ciudadanía, y el triste mensaje que está escrito en la placa.

Real jardín botánico

Este monumento, o jardín histórico artístico, es bastante extraño y diferencial en Madrid, puesto que no depende de las instituciones típicas, ya sea ministerio de cultura, educación o Patrimonio Nacional, sino del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de modo que se escapaba a todos los descuentos, gratuidades o ventajas dadas a los colectivos más desfavorecidos, su precio era invariablemente el mismo para casi todo el mundo y apenas cabía alguna excepción… parece que por fortuna algo ha cambiado, ¡y ha sido para bien! (desgraciadamente, y a pesar de depender de la misma institución, en cambio, las cosas, por desgracia, de momento parecen no haber cambiado para el Museo de ciencias naturales).

Desde hace algún tiempo, al parecer (y ello se ve reflejado en el cartel exterior), tiene los mismos descuentos que el resto de los museos estatales, y, además, la tarde del martes es gratuita para todo el mundo, así que parece que es momento de redescubrir, una y otra vez, el Real jardín botánico (y que no quede, como suele ser habitual, como un gran punto negro, nunca visitado, en el centro de la ciudad)….

Como algunos de vosotros (supongo) yo no soy un gran entendido en botánica, y, aunque el paseo por un lugar lleno de cartelas en latín, con apenas explicaciones, es sin duda muy poco didáctico; además de que muchos pensaréis que no es buen momento para visitar este lugar, pues las plantas estarán secas (aunque yo comienzo a preguntarme si existe una buena época para visitar este tipo de lugar, porque parece que yo siempre los encuentro, en cualquier lugar del mundo, desangelados… supongo que, como cualquier jardín o museo vivo, en realidad, no existe una buena época o una vez concreta en la que te vayas a encontrar todo en plena ebullición, hay que ir varias veces y en diferentes épocas… ¡y ahora hay la oportunidad!), sin embargo, analizando la documentación dada en la web, se puede decir que esta es la mejor época para visitarlo (lo sé, a mí también me sorprendió, mejor incluso que en primavera), por lo demás, puedo asegurar que, estando bien regado y cuidado como está, no encontraréis plantas muertas asfixiadas por el calor del estío madrileño….

No hay que olvidar, que además de la exposición botánica permanente, el jardín posee varios pabellones dedicados a exposiciones temporales (algunas de las cuales espero referenciar en este y futuros artículos del estilo… en este momento hay una de acuarelas, de una aficionada, sin demasiado interés), y que suele vincularse con festivales como PHotoEspaña, ¡de modo que ahora no faltan razones para entrar una y otra vez!.

 

TEMPORAL

 

Sala Alcalá 31

victor marquina (@cellobach20020) | Twitter

Mucho remoloneé para ir a ver esta exposición… el problema es de la propia sala: para empezar, como no se ve nada desde el exterior, difícilmente puedes saber si tienen expuesto algo que pueda merecer la pena; si a eso le sumamos las medidas aeroportuarias que se exigen para entrar (por lo que no puedes asomarte un momento para ver si lo que hay te interesa); a lo que hay que sumar el que, aunque generalmente me ha gustado lo que se expone aquí, al ser tan contemporáneo no deja de ser un riesgo; o el hecho de que las exposiciones siempre suelan ser pequeñas, breves… pues me suele dar pereza acercarme, porque sé que, haya lo que haya, lo voy a tener que combinar con otra cosa que quede cerca o que no puedo entrar simplemente porque esté de paso (que sería lo ideal) y volver otro día si me interesa. A todo lo cual, encima hay que agregar que han cerrado la oficina de turismo de la comunidad que había aquí, lo que, dado lo céntrica que estaba, venía muy bien y podías matar dos pájaros de un tiro….

-GUILLERMO PÉREZ VILLALTA, EL ARTE COMO LABERINTO: en otra parte de este artículo (de hecho, creo que ya en varias), hablo de lo extraño del mundo del arte, de cómo unos salen adelante y otros no, a pesar de ofrecer lo mismo o mejor; y que, en el fondo, no se trata de calidad, sino de contactos. En el presente caso (a pesar de que, como diré más adelante, me encantó la exposición y la recomiendo absolutamente) no tengo la más mínima duda de que lo segundo fue determinante.

Sólo hay que analizar quién compró las obras (se lee en las cartelas): la mayoría instituciones públicas o personas de muy alto nivel; si a eso sumamos, que la exposición está plagada de simbología masónica (el propio montaje en forma de laberinto o los conceptos de seguir la la luz o iluminación; herramientas como la escuadra; presentes en más de una ocasión … etc), provenientes de una fraternidad muy conocida por ayudarse entre sí; sin mencionar el gran homoerotismo de los cuadros (apenas consigo recordar una sola mujer en uno de ellos… pero sí en cambio, muchos hombres desnudos, la mayoría en posturas o actitudes sugerentes), y no olvidemos que esta también es una comunidad muy unida (que incluso ha sido calificada como la «velvet mafia» o «mafia de terciopelo»)… pues no cuesta imaginar que clase amiguetes encumbraron a este autor a dónde está.

¿Si lo merece? hasta cierto punto. En realidad, la exposición es mucho más reseñable por la originalidad del montaje (imaginado, trazado y diseñado por el propio artista, eso es así) que por lo que se expone, que se acerca demasiado a la ilustración, y, si nos ponemos puristas y académicos, a nivel de técnica deja que desear. Tampoco sus temáticas, suelen ser el colmo de la originalidad, lo más salientable en ellas, en realidad, es su punto enigmático; su toque sincrético; o la variedad de disciplinas que ha tocado… pero lo dicho, a medida que progresas en la muestra, no puedes evitar preguntarte: ¿si todo esto hubiera estado en un montaje normal y corriente, de verdad lo hubiera valorado? tengo mis serias dudas al respecto.

Pero da igual, creo, de hecho, que prefiero no hacerme esa última pregunta, porque lo cierto es que la exposición se disfruta mucho como está, y el conjunto de montaje y obras es la auténtica obra de arte que podemos contemplar en este momento, desgajar esta instalación, esta intervención artística, es inútil, así que disfrutémosla como está, en su belleza efímera, el tiempo que dure… porque lo cierto es que no se puede negar lo disfrutable y encantadora que es una exposición laberinto, llena de recovecos, misterio y enigma, de lugares escondidos o a descubrir (en el sentido literal y metafórico)… no es práctica, pero el arte jamás ha sido para eso.

En definitiva, esta es la típica exposición a la que no se va tanto por lo que se expone, como por la experiencia que se vive visitándola, y esta, he de decirlo, realmente merece la pena, con lo que no puedo sino recomendar fervientemente el acudir, por ser una de las grandes atracciones turístico-artísticas de Madrid en este momento, que sin duda llamará la atención de todo el que vaya por su originalidad y punto arcano.

 

Galería Blanca Berlín

Como he dicho múltiples veces, me gusta ir a galerías de arte para saber lo que se mueve hoy día (al menos en el circuito comercial, para algo más de extranjis hay otros sitios); en este caso, aunque el autor está vivo, las obras mostradas no son actuales (tienen décadas encima, de hecho); pero no obstante, para quien se haya perdido la muestra que le dedicó la Tabacalera hace no demasiado tiempo durante el festival de PhotoEspaña, acudir a ver la exposición de esta galería puede resultar una buena compensación (efectivamente, si investigamos y hacemos comparación, muchas de las obras que fueron expuestas allí, ahora lo están aquí).

Como además, el local está en la Plaza de los guardias de corps, es decir, en frente del Conde Duque, no resulta difícil combinar ambas visitas, y si se viene a lo uno, ir a lo otro también (porque lo dicho, la exposición de una galería no es como la de un museo, no da para pasar un tiempo tan largo que compense el traslado… lo ideal sería combinar varias de ellas, pero, salvo en la calle Orfila -y cada vez menos-, a menudo están tan a desmano las unas de las otras…).

-EL INSTANTE RAMÓN MASATS: interesante mirada, principalmente humorística, en especial sobre la etapa franquista.

Aunque consideré que muchas de las fotos no eran nada del otro mundo, ciertamente había otras de gran maestría, con influencia de otros artistas como Sorolla, y alguna que otra constituía toda una reflexión de de dónde venimos y a dónde vamos.

¿Si merece la pena ir? evaluese en función de todo lo que he dicho anteriormente. 

 

Conde Duque

Rara vez ofrece este centro cultural algo que merezca la pena a nivel expositivo… y en esta ocasión, no es una excepción.

-ARCO, RECORRIDOS FOTOGRÁFICOS: te prometen el oro y el moro con esta presentación: «Una muestra que resume veinte años de la historia de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, los que van de 1988 a 2009, a través de la mirada de algunos de los grandes fotógrafos de nuestro país», te dan algún gran nombre, tú picas, vas a ver la exposición… y te das de bruces con la realidad. 

Lo cierto es que apenas hay algún nombre principal entre todo lo expuesto, y que, en general, salvo raras excepciones, no merece la pena… a todo lo que no ayuda un montaje pésimo que llega a acumular las fotos (algo que sólo es útil para crear una sensación de conjunto, pero no para resaltar la individualidad).

En definitiva, profundamente decepcionante, no da nada de lo que promete. 

-JULIO ZACHRISSON, UN ARTISTA ENTRE DOS ORILLAS: nuevamente, el Museo municipal de arte contemporáneo cambia su exposición, no consiguiendo tener de permanente más que el despacho de Ramón Gómez de la Serna (buena cosa estable, aunque, tras el elaborado montaje que han hecho de este, sólo faltaría).

En esta ocasión, no sacan cuadros de diversos autores, sino que dedican el museo integramente a uno solo (el del nombre de la exposición)… desgraciadamente, apenas hemos paseado un poco por el lugar, y ya nos damos cuenta de que no hay razones para que este merezca tan gran honor y privilegio.

No negaré que existen algunas obras de interés o que el hombre, en algunos casos, tenga un estilo sumamente particular, personal e interesante… pero son los menos (sin mencionar el punto vulgar e innecesariamente pornográfico de ciertos dibujos).

Con todo, me gustó el hecho de cómo explicaba el como, a pesar de ser extranjero, se sintió muy bien acogido en España, hasta el punto de sentirse también de aquí.

Todo lo cual, nos devuelve a la eterna reflexión sobre el arte y los artistas: ¿por qué unos sí y otros no?, ¿cuántas veces pensamos en personas que hacen o hicieron cosas parecidas o mejores, y sin embargo, no hay ni un museo que les dedique una retrospectiva -o ni siquiera consiguieron exponer en una galería jamás en su vida-?, supongo que, como siempre, cuestión de tener los contactos adecuados, esos que deciden, arbitraria y subjetivamente, quien es mejor o peor, a quién se encumbra y a quién no, qué es arte de museo y que no… etc.

-PATRICK HAMILTON, EL INVERNADERO ROJO: en muchos aspectos, esta es una instalación típica; para empezar, porque es algo muy sencillo que puede parecer tremendamente tonto, a menos que se entre en el juego; y también porque, aunque tiene un claro punto ideológico (el color rojo o el discurso ecologista de definición de la obra no parecen casualidad), como todo el arte, el espectador es libre de sacar sus propias conclusiones sobre este, y lo que le dice… en mi caso (a lo que ayudó que no leyera la información sobre la obra en aquel momento) fue que la vida siempre se puede mirar con otro color y otra perspectiva, y que, cuando haces eso, todo cambia… y cualquiera que sepa de arte, sabe que la percepción del receptor es tan importante como la del emisor.

-MANOLO PAZ, LOS MARES DEL MUNDO: una instalación que no deja de ser una chorrada vistosa que adornará temporalmente el patio, pero nada más. En realidad, peor aún, hasta podría ser confundida con el material que han dejado ahí unos obreros y que está pendiente de recoger o de montar en otro sitio.

-BAJO LA SUPERFICIE (MIEDOS, MONSTRUOS, SOMBRAS): el único y verdadero interés de esta exposición es que se desarrolla en la particular, y subterránea, sala de bóvedas, que no es frecuentemente abierta al público. Por lo demás, la muestra es el caso típico en el que la gente no deja de preguntar: ¿pero esto es arte?, la respuesta ya la doy yo: no.

Ninguna obra (por llamarlas de algún modo) vale la pena, ya no sólo por su evidente falta de calidad en la ejecución, sino porque hasta los conceptos en los que se basan son tan manidos, y recurren tanto al lugar común mil veces hecho, que o aburren o asquean. Y para colmo, no le falta un cierto punto sectario y demagógico.

Terrible, con todo, es degustable el ambiente siniestro que el espacio y las obras recrean conjuntamente, tal vez, ese sea, aunque involuntariamente, el único punto artístico que tiene la exposición.

-EL ARCA. LECTURAS CONTEMPORÁNEAS DEL ARCHIVO DE VILLA: conjunto de enchufados, a los que encima, seguro que se les pagó desorbitadamente, para que, supuestamente, fueran al Archivo de villa y elaboraran una obra inspirados en sus fondos… aunque, como era de esperar, la mayoría pasa rotundamente de ese precepto (o lo toma muy lejanamente), y no me extrañaría que, más de uno, hasta hubiese reciclado una obra anterior para la ocasión.

Por lo demás, no se encuentra nada que merezca mucho la pena. Y para colmo, en varias ocasiones, se da una inculta perspectiva contemporánea (además de, por supuesto, sectaria, maniqueísta y politizada) sobre documentos del pasado.

En definitiva, no merece la pena, nada se aprende, nada se saca de ello… ¿y quién va a una exposición para eso?.

-LETANÍA DE MADRID, LIBROS: dejando de lado el punto claramente enchufista que tienen los participantes del proyecto; lo cierto es que, a quién le gusten los libros de artista (cuidado: no es una exposición de encuadernación artística, o al menos no lo que se esperaría de una muestra de estas características), saldrá contento de haberla visto: unas creaciones estéticas y con encanto. ¿El defecto?, pues el mismo de todas las exposiciones del Museo de arte contemporáneo municipal: es muy pequeña y el montaje es muy pobre… de modo que cuesta mucho recomendar acercarse a esta institución exclusivamente para ver esta muestra.

Concluido:

¡Ay!, con lo difícil que está salir en este momento, temo que, a menos que pille de paso, esta institución no es la mejor opción ahora para una apuesta de salida cultural…

-REACTION MADRID: una discreta instalación en medio del patio (entendámonos, es alta, pero la enormidad del patio termina por devorarla), que no es nada del otro mundo si miramos los vídeos, ni nada inmensamente original… no obstante, y dado que el monumento cierra tarde, es muy recomendable verla cuando es de noche, porque es cuando la obra cobra verdadera belleza y espectacularidad; no tanto porque eso fuese la voluntad de los autores (que claramente no), sino involuntariamente, por las luces, el juego de los reflejos con el suelo y las paredes del patio… etc, dándole un aire mágico, distinto (de hecho, de día, uno apenas se apercibe de su presencia, más parece el típico letrero o publicidad luminosa).

-EMIGRANTES INVISIBLES: una exposición claramente heredada de la época de la alcaldesa Carmena: sectaria, maniqueísta, ideologizada… o lo que es lo mismo: republicana. Quizás es eso lo que la lleva a ser también tan superficial y con tan poca perspectiva y base, puesto que, en realidad no se aprende absolutamente nada: la gran mayoría del espacio expositivo se compone de una serie de reflexiones personales (y proselitistas) combinadas con algunas vivencias que no difieren mucho de las que podemos conocer en nuestra propia familia… en definitiva, un fiasco. Tampoco era de extrañar visto el panorama, por otra parte.

 

Casa de vacas

Desde que vi el cartel en el exterior del Retiro (que buena idea ponerlos, a menudo las salas de exposición de este jardín quedan discriminadas de la agenda cultural por desconocimiento), tuve ganas de venir a ver esta prometedora exposición… y no fue fácil: con los parques cerrados cada dos por tres por las situaciones más variadas… en fin, es el mundo en el que nos ha tocado vivir.

-CARLOS ANDINO: tiene gracia, pero fue una «maruja» (una de esas señoras que se pasaron por la exposición, de esas típicas que sólo saben decir ante cualquier cuadro «qué bonito», como si fuera de sus nietos) la que mejor definió a este artista «todas son iguales» (dijo refiriéndose a las mujeres que aparecían en las pinturas, pero su comentario, si se reflexiona, tiene mucho más alcance…).

Existen muchas personas que pintan (aunque esto que voy a decir puede ser aplicado a los artistas en general): unas, poseen el don, la magia para expresar algo, tienen un lenguaje propio (llegue este más o menos al público)… otras, simplemente copian y son incapaces de tener un estilo propio o un atisbo de originalidad, a veces, incluso, sus cuadros pueden ser técnicamente perfectos… pero carecen de alma, no dicen nada; Y finalmente, también existen unos terceros que están en un término medio: han conseguido algo que se acerca levemente a un estilo propio, pero no han conseguido desarrollarlo, y están estancados en eso, además de que sus influencias son demasiado obvias y patentes como para que se les pueda considerar creadores por derecho… Carlos Andino, es uno de estos últimos casos.

Posiblemente, y es irónico, su exposición hubiera sido mucho más interesante y resultona si hubiera contado con muchas menos obras, porque lo cierto es que en este caso se hace realidad el viejo dicho de «lo bueno, si es breve, dos veces bueno», ya que, al principio de la visita, se percibe un aire nuevo, pero poco a poco, la continua repetición de temas, formas, iconografía, hace que ese mismo aire se vuelva rancio y de espacio cerrado… no se evoluciona, no se avanza, sólo hay una repetición continua sobre lo mismo. Bien se me podría argumentar que la mayoría de los grandes artistas se repiten, pero también es cierto que el propio Picasso declaró que el estilo propio sólo es una forma de autoplagio, o que generalmente estos lo hacen cuando ya están consolidados y hay falta de ideas… todo lo cual, a todas luces es negativo para un creador en ciernes como Andino.

Así, aunque no se puede negar la belleza de sus pinturas (y su inteligencia escogiendo unos marcos que van bastante a juego con estas), especialmente en los detalles (sin duda su fortaleza, hasta el punto de que sería buen diseñador de vestuario -a veces la ropa parece la auténtica protagonista del cuadro y la verdadera excusa para este-); e incluso su genialidad en determinadas obras; lo cierto es que esto último es más la excepción que la regla, pues prima mucho la superficialidad (especialmente en lo que se refiere a su interpretación de la cultura española, que se vuelve, bajo su visión, en el colmo del tópico superado o la visión turística más barata y frívola posible) o el recuerdo del estilo de Margaret Keane, Tim Burton, la ilustración en general, Romero de Torres o la pintura hispanoamericana; y sobre todo, la repetición constante de un mismo patrón (de hecho, no es difícil ver que la exposición está clasificada por temáticas demasiado claras y bien definidas).

En definitiva, ¿la exposición resulta interesante y estética? sí, sin duda; pero ¿admirable? eso ya es altamente cuestionable.

 

Real jardín botánico

Como prometía, aquí estoy referenciando las exposiciones temporales que se organizan en esta institución, ahora más abierta que antes a la población, algo que hace que deba ser incorporada, de pleno, en nuestras agendas culturales.

-MAR SOLÍS, PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE: una serie de esculturas más sorprendentes por el tamaño, y por una estética del gusto de ciertos círculos, que por otra cosa. Sin embargo, todo lo expuesto carece completamente de originalidad, lo hemos visto demasiado parecido antes.

No tengo la más mínima duda de que tales obras podrían hacer gracia como parte del jardín privado de una fundación o una empresa, o a la entrada de estas, pues son llamativas… pero apenas tienen nada más que eso; de hecho, yo sólo salvaría una o dos de la quema.

-N5 OMAR AYYASHI: durante mi visita a esta exposición, se me acercó un señor indignado para hacerme ver que «esto es lo que nos quieren imponer», seguramente, yo no compartiría sus ideas plenamente; pero sí entendí lo que quería decir, pues el lenguaje empleado en las cartelas, con todos esos neologismos maniqueístas, y ese toque sectario era claro… y sin embargo, la información era absolutamente contradictoria, pues, aunque apelaba a la igualdad, lo cierto es que también hablaba de empoderamiento… dos conceptos claramente contradictorios, pues dos personas no pueden ser iguales si a una se le da más poder que a otra… de hecho, lo que resultaba más curioso es que se mezclaban reivindicaciones absolutamente justas con la proclama más fanática, como si la persona que los escribiese fuese bipolar o padeciese algún tipo de trastorno de doble personalidad… sin embargo, en definitiva, pese a las hipotéticas buenas intenciones, la impresión final sobre la información que se transmitía sonaba repulsivamente feminazi, lo que, por lo tanto y naturalmente, genera rechazo.

Por lo demás, esa no era la única contradicción presente: si me hubieran dicho que los distintos creadores trabajaron en perfecto aislamiento y sin saber lo que hacía el otro (en plan cadaver exquisito), me lo creería, puesto que los resultados no podrían ser más dispares y discordantes.

Al final, ciertamente, lo único que se ve son unas fotitos con una estética vacía y sin demasiado sentido… en realidad, son una especie de imágenes imitación barata de revista de moda: actrices de segunda, vestuario que parece un harapo mal cosido, localizaciones cutres… en definitiva, el conjunto de todo ello comete el error más básico que jamás debería tener un producto de esta clase: carecer totalmente de estilo.

-PHOTOMYXO: fotografías de microorganismos varios, nada que no se espere o que no se pudiera ver en cualquier número de una revista especializada: no hay arte, ni creatividad, ni, en general, nada que no se haya visto… es la típica exposición en la que lo único que haces es pasear por ella sin fijarte realmente en nada, ni que algo consiga llamar tu atención.

-MÁGICAS, MÍSTICAS Y MEDICINALES: farsa, estafa o mentira colosal de la institución que la organiza. En realidad, vine ex profeso para ver esta exposición, porque, supuestamente, se habían habilitado paneles para poder disfrutarla en directo, y así puedes combinar el aprendizaje con la observación directa… pero era falso.

La verdad es que el único cartel que encontré (y sabía dónde debían estar puesto que contaba con el mapa de la web) redirigía directamente a internet dónde está alojada la exposición virtual, y ni uno sólo de los elementos comentados estaba señalado en el propio jardín.

En definitiva, un fracaso y un desastre de exposición en directo… además de un timo. Con todo, lo que se lee en la web (cosa que hice al volver a casa) era sumamente interesante y curioso… pero repito, una pena no haberlo podido ver directamente en el propio Real Jardín Botánico, que para eso había ido.

Terminadas:

-ENTRE MANILA Y CANTÓN: siempre que se habla de los territorios que formaron parte de la Corona de España, suele ser para referirse a los del continente americano… algo sin duda injusto, pues, paradójicamente, es bien conocido el famoso dicho de que en la Monarquía española no se ponía el sol… así que dificilmente podrán estar todas sus posesiones en una misma parte de la tierra, sino alrededor de toda ella.

Afortunadamente, dentro de sus competencias y temática, esta exposición viene para aclarar ese profundo desconocimiento, y descubrirnos como la Monarquía española también ejerció su influencia benéfica en Asia, particularmente en Filipinas.

Verdaderamente, es una exposición interesantísima puesto que, más allá de la cuestión botánica o científica (y de la intención de quienes la comisariaron, que fue esta última), queda claro y patente que difícilmente se puede hablar de España como imperio colonial, cuando no existía diferencia entre metropolis y colonias, y estas últimas no debían de servir solo para beneficiar únicamente a la primera; de hecho, esta exposición demuestra que los beneficios de estas investigaciones científicas (y no sólo, la Real expedición filantrópica de la vacuna fue una de las acciones médicas solidarias más hermosas de la historia de la humanidad) han llegado hasta nuestros días, favoreciendo a los ciudadanos de las Filipinas, y en su tiempo, ayudándoles a desarrollarse en la ciencia, hasta el día de hoy.

A parte de eso, es instructiva y las obras enseñadas son bellas.

Así que a mí me parece totalmente recomendable para conocer una parte demasiado desconocida de la historia de nuestro país y de quienes formaron parte de nosotros.

-NUDOS, TOPOLOGÍAS DE LA MEMORIA: esta es la típica obra en la que quedas tan cegado por lo circundante que ello te impide ver el valor real de lo que se expone… si es que lo tiene.

Lo primero, que una vez en el pabellón, es un auténtico placer visitar esta galería con el ventanal mostrando la vista del jardín… es curioso lo pobre y desagradable que llega a ser esta sala sin su función auténtica y principal, que es formar parte de la naturaleza (¿sería tan de extrañar que fuera concebida como un invernadero?)… este pequeño detalle, aunque en principio pudiera parecer que perjudica a las obras expuestas, pues crea una distracción, lo cierto es que ayuda a crear bonitos reflejos que las favorecen en extremo, y teniendo en cuenta su temática, facilita la justificación de su presencia allí, al integrarse con el resto del jardín.

Pero centrándonos en la obra de Paula Anta; las relaciones que traza, entre los distintos elementos de la naturaleza, no son ninguna novedad pues ya las discutían los humanistas, de ahí salen cosas como la proporción aurea… etc. Pero, desgraciadamente, incluso a pesar de toda la ayuda científica de hoy, y de todo lo que hemos progresado desde el renacimiento, ella es incapaz de demostrar nada de ello. Tal vez porque hay una falta absoluta de documentación.

Respecto a la obra en sí misma, aunque es difícil negarle un cierto encanto, uno no puede dejar de preguntarse ¿si esto fuesen solamente fotos normales, si no fuesen hechas sobre pan de oro, que valor tendrían realmente? terrible pregunta.

Lo peor de todo, es que si lo piensas, esta es una obra que no sólo hay que valorar por el nombre (típico cinismo del mundo del arte) sino al peso… hacerlo todo en pan de oro ha significado una espectacular extravagancia para hoy día, lo que, también te hace darte cuenta de que, alguien que hace eso, es que puede gastar ese dinero, ya sea porque lo tiene o porque se lo pagan… lo cual nos devuelve a la anteriormente formulada pregunta de ¿tiene algún mérito la obra en sí misma o sólo los factores que la rodean?. 

 

Teatro Español

Hacía mucho tiempo que no había una exposición aquí. Es bueno que hayan vuelto, y más cuando, por sorprendente que pueda resultar, no existe ninguna institución que se especialice en la difusión de la cultura teatral en Madrid, al menos no a nivel expositivo (que el Museo Nacional del Teatro no esté aquí, sin duda no ayuda).

-MAQUETAS: te engatusan diciendo que te van a mostrar cientos de años de historia o con algún que otro gran nombre… en definitiva, maravillosos tesoros inéditos escondidos… y te encuentras con la cruda realidad: una mayor parte de maquetas de montajes de hace muy pocos años; es más, podría afirmar, sin demasiado miedo a equivocarme, que más del 50% de las producciones a las que pertenece lo exhibido tienen crítica en Universo de A, teniendo en cuenta que este blog cuenta con poco más de catorce años… haced el cálculo de la perspectiva histórica con la que contamos para valorar la importancia de lo expuesto, y su relevancia histórica.

Y es una pena, porque la idea era buena, se podía haber hablado mucho y con detalle del tema, ya fuera en profundidad de su historia, de cómo se hacen (aunque al menos ponen un vídeo bastante interesante al respecto de esto último)… etc, pero al final no se hace nada de ello, y todo se queda en algo extremadamente superficial y, sobre todo, en una interminable y narcisista retahíla de nombres en las cartelas, algunos de los cuales, ni siquiera tienen que ver directamente con la construcción de lo expuesto; y como, respecto a esto último, apenas podemos salvar dos obras… pues podéis haceros una idea de lo que merece la pena venir a ver la exposición.

En definitiva, a menos que seáis, en extremo, aficionados al teatro, y en concreto a la institución que organiza la muestra (pues si sólo lo sois en general, os aburriréis de ver maquetas de montajes que no conocéis y que no sabéis como se llevaron a cabo finalmente), esta no resulta recomendable.

 

Tabacalera

A pesar de sus amplios horarios, no es de los lugares más visitados de Madrid; tal vez no ayude su situación en un barrio conflictivo (el metro más cercano es embajadores, conocido por muchos como «quinquilandia», dadas las personas que se suelen encontrar en su exterior; parte del edificio es un centro autogestionado; y todo él está cubierto de graffitis, aunque ese no es su único descuido, en muchos aspectos, observado de lejos y de cerca, llega a parecer que está casi en estado de ruina… aunque no es para menos, su rehabilitación como centro cultural es extremadamente reciente), y se puede decir que es un lugar bastante desconocido en la ciudad… aunque tampoco diré que sea inmerecidamente; visitándolo se puede encontrar de todo, en ocasiones vale la pena (como es el caso de una de las exposiciones de las que hablo) y en otras en absoluto… es decir no hay calidad garantizada… pero, como todo amante del arte sabe, a veces, también hay placer en la persecución, la caza… y sobre todo en el descubrimiento, en lo inesperado.

De todos modos, teniendo en cuenta la rehabilitación muy parcial que se ha hecho de este lugar (y su estado, como ya digo, con cierto toque ruinoso), el visitarlo siempre tiene el encanto romántico de ir a cualquier lugar abandonado (pero sin riesgos, porque este verdaderamente no lo está); puesto que conserva mucho de aquello que se quedó en él, y como todo se ha quedado a medias (pues la restauración, como tantas veces sucede, no ha borrado lo anterior, sino que simplemente ha habilitado el lugar para la vista pública), el conjunto está permanentemente entre lo que aspira a ser y lo que es… lo cual, y más teniendo en cuenta que aquí se suelen organizar exposiciones de arte contemporáneo, hace que se incremente su cierto y delicioso toque siniestro.

Jorge Conde y los vestigios industriales - hoyesarte.com

-ESTAS RUINAS QUE (NO) VES SON UNA PROMESA, JORGE CONDE: me resistí a ir, la poca información que había no me acababa de entusiasmar… a veces los propios organizadores de la exposición son sus mejores enemigos.

Sin embargo es una exposición fascinante a todos los niveles; no sólo porque habla de algo en lo que realmente creo, como es la conservación del patrimonio industrial y todo el valor que este puede tener (en vez de, lo que ha sido demasiado habitual, como es calificarlo de «feo» de no tener ningún valor artístico, y demolirlo para que los especuladores de turno puedan hacer negocio)… bien podría ser una exposición divulgativa, pero no, se convierte en algo más interesante.

Sin duda se aprende y se descubren cosas; pero, en realidad, se nota que la muestra ha sido llevada a cabo por un artista, puesto que el montaje realmente se vuelca en el aspecto estético… así, no le da tanta importancia a informar como a sugestionar; a divulgar como a inspirar… etc.

Así pues, la exposición cuenta con un montaje verdaderamente espectacular y que ya merece la pena verse por sí mismo; pero, como ya digo, no deja de ser interesante su reflexión artística sobre el patrimonio histórico-artístico industrial; convirtiéndose, así pues, en un imprescindible que todo el mundo debería ver de la ciudad, tanto a nivel de sensaciones como por lo que se aprende. 

En definitiva, considero la muestra absolutamente fascinante, y ojalá hubiera más así, en las que se combinase la divulgación con lo artístico hasta volverse un todo, un uno… sin duda, ese es el gran mérito de esta muestra.

-UN MOMENTO ATEMPORAL, 35 AÑOS DE LA MUESTRA DE ARTES VISUALES INJUVE: la típica exhibición que te demuestra que el enchufismo existe y no ha muerto… cuando uno ve lo que ha sido premiado, es consciente de que no está ante nada extraordinario, que conoce gente que lleva haciendo eso mismo (o mejor) mucho más tiempo, y que sin embargo no tiene ningún premio pero sí menos contactos.

Y me da igual cuantas pajas mentales pongan en los textos de sala: no cuela.

Concluyendo, casi ninguna obra merece la pena, algunas hasta resultan irrisorias, y la mayoría producen una gran indiferencia o la tipica pregunta de «¿pero de verdad pretenden que creamos que esto es arte?»… de vergüenza ajena, lo dicho, figurar en tal muestra casi parece una proclamación pública de haber sido un recomendado.

 

Casa árabe

En esta ocasión nos tomamos esta institución tomada por la vulgaridad de lo políticamente correcto y por una extrema ideologización; en una extrema y permanente lucha, incluso, contra la verdad más evidente o los hechos más claros. Cuando el fanatismo entra de tal modo en determinados sitios, debería de negárseles el poder poner «cultural» dentro del nombre del centro.

-HASSAN FATHY: interesante, por las obras que expone, aunque los textos de sala están extremadamente ideologizados (y un guía que estaba allí, no sé si de la institución, reinterpretaba y manipulaba todo a su gusto, pues, aunque teníamos delante la cronología, él no paraba de hablar de república y de que si Fathy era un revolucionario… lo cierto es que, leyendo los hechos aislados, se constataba que la mayor parte de lo importante que hizo el arquitecto fue durante la monarquía, y que tuvo muy buenas relaciones con el poder… así que lo dicho, no hay que dejarse manipular, hay que tener criterio y opinión propia).

Con todo, es bastante disfrutable, y aunque tiene el montaje muy simple habitual en esta institución, se aprenden algunas cosas.

Para mí, sin duda alguna, lo más destacable fue el cómo este arquitecto quería resucitar la arquitectura tradicional y recuperar los oficios ligados a ella, reexplorando y haciendo renacer su cultura para evitar la uniformización de la globalización; lo que implicaba una protección de las tradiciones y de lo propio (pero sin rechazo a lo externo), que yo, personalmente, no puedo sino apoyar. 

-MIRADAS CRUZADAS, ESCRITURAS EN ENTREDICHO: bazofia feminazi y separatista catalana que no deja de poner el foco en su fanatismo e incultura (no perderse el texto de sala en el que usa una palabra neutra del tipo «participantes» y para evitar el género que no tiene -lo dicho, la ignorancia es muy osada-, pone «participantXs»… chorrada monumental que ya fue condenada por la RAE, puesto que en castellano todas las letras deben poder pronunciarse), y además, profundamente tonta y vulgar.

Una parte, es una obra de unas manos que lo único que hace es llamar la atención, pero nada más; después, una serie de microrrelatos basados en imágenes de época, pero con un profundo desconocimiento de la época y con una absoluta perspectiva contemporánea, realizados en un taller, en el que les adoctrinarían muy bien, pero en dónde no les enseñaron nada; y para finalizar, un absurdo vídeo en el que un pseudoprofesor (sin duda uno de esos que han creado con sus aleccionamientos los problemas que hay en Cataluña) se dedica a hablar mal de España gratuitamente, muchas veces sin base, y, mayoritariamente, intercalando opiniones personales altamente cuestionables.

En definitiva, de vergüenza ajena, uno de esos múltiples casos por los que existen los conflictos que existen hoy y que ayudan a propagar el analfabetismo funcional que impide la libertad de pensamiento a demasiada gente.

 

Casa encendida

Si por algo destaca esta institución es por la provocación; en este comienzo de la temporada, no decepciona… pero el problema es que, como pasa tantas veces, cuesta distinguir si lo que vemos ante nosotros es sólo provocación por provocación, o algo más, es decir… arte. Y eso, en demasiados casos, es extremadamente difícil de determinar.

-UN RASTRO INVOLUNTARIO: ¿DÓNDE HAS ESTADO TODO ESTE TIEMPO? AGNIESZKA POLSKA: no lo esperaba, pero esta exposición resulta un comienzo prometedor de este ciclo del que, quizás, siga pendiente pues, inesperadamente, me ha gustado este inicio.

Entendámonos bien: no es nada del otro mundo, de hecho el concepto, la idea de partida es bastante vulgar, y ni siquiera el montaje es extremadamente original… pero tiene su gracia y puedes dejarte llevar.

Con todo, como no, tiene un insoportable tono aleccionador que, si se ignora, el conjunto puede ser disfrutable por el simple hecho de que llama la atención… hablando claro, el truco para apreciar la exposición es no tomársela en serio (verla como una tonta extravagancia), lo pretende, pero no lo merece.

-GENERACIÓN 2021: ideologizada, sectaria, fanática, vulgar, pseudointelectualoide, pretenciosa (leer los textos que acompañan a las obras repugna… casi tanto como ver las propias obras)… etc. Y, una vez más, todo (dada su nula calidad) apesta a enchufismo trifásico.

Los participantes en este concurso (claramente tardoadolescentes, muy privilegiados, que no saben nada de la vida real), pretenden aleccionar en valores al resto, pero como la mayoría de los grandes moralistas, son los primeros hipócritas, no sólo por la construcción de lo que han hecho (y del tiempo que han invertido en ello, en vez de en algo útil que ayude de verdad a las causas que defienden), sino por participar en el concurso de la institución capitalista por excelencia: un banco. Mucho defender o luchar por sus supuestos valorcillos o idealcillos, pero a la hora de la verdad, necesitan el dinerillo de los potentados de toda la vida.

En definitiva, todo el conjunto, y el particular, de lo expuesto es ridículo, tiene, ciertamente, ese viejo valor de esta institución de conseguir llamar la atención… pero, en el fondo, y en este caso es demasiado obvio que es así, te das cuenta de que no hay nada más detrás de eso, es simple y vulgar provocación, no arte. 

 

Museo Reina Sofía

Aunque es algo que yo siempre hago, recomiendo pasarse por el patio, se ha vuelto más interactivo y menos firme… ¡las cosas están cambiando en este museo! (gracias a Dios, que falta hacía); con más bancos y más encanto… ojalá siga progresando en este buen sentido… la verdad, cuando llega la primavera o el verano, y se llena de gente relajándose es un lugar maravilloso… siempre he pensado que sería precioso que se abriera al público gratuitamente de forma permanente (y sería posible, no es incompatible con las funciones del museo, sólo habría que cambiar ligeramente los lugares de acceso), pues tiene todas las posibilidades de convertirse en un gran y precioso espacio público… umm, ojalá. 

Exposición - Mondrian y De Stijl -

-MONDRIAN Y DE STIJL: mucho me quejo, y se ve en este mismo artículo, de cuando cambia la dirección en un sitio, y los nuevos se dedican a llamar la atención porque quieren dejar su huella, es decir, el cambio por el cambio (el ideal sería que el visitante ni notara, ni se enterara de que los altos mandos han cambiado… eso no le importa a nadie, y mucho menos al que acude a un museo)… pero en este caso, sorprendentemente, debo alabarlo: bravo.

Muchos años (y muchas veces lo he reflejado en este blog) llevo quejándome, y clamando contra la incapacidad didáctica y pedagógica del Museo Reina Sofía (que, ahora que celebra su treinta aniversario -felicidades, por cierto… un gran evento con la propia doña Sofía no vendría nada mal y sería de lo más apropiado-, parece que también celebra una necesaria e imprescindible renovación de sus métodos), contra sus aires pretenciosos y pedantes, contra su incapacidad para llegar al gran público o suscitar su interés… etc.

Quizás, sólo quizás, aquellos males que parecían endémicos han llegado a su fin, o al menos se ha hecho un paréntesis con esta magnífica exposición, cuyo interés y punto extraordinario, sólo puede ser comparada con la de Dalí de hace unos años; entendámonos bien, obviamente, esta de Mondrian y De Stijl no es tan extensa ni tan profundamente retrospectiva como la anterior, pero en otros aspectos recuerda a ella.

Veamos todas las virtudes que tiene esta exposición:

1: Elección de un artista conocido, famoso, importante, consolidado; que claramente ha pasado el filtro de la historia del arte… y no esos desconocidos de muy dudosa calidad que tan a menudo vemos expuestos. Entendámonos bien, no tengo nada en contra de que el museo, siendo como es de arte contemporáneo, intente estar en boga… pero hay que tener un término medio, y entender que muchas de sus apuestas pueden ser fallidas, por lo que también se debe apostar por valores seguros. Indudablemente, Mondrian es uno incuestionable.

2: Sobre todo, y esto es lo mejor y lo más importante: textos claros, sin lenguajes artificiosos, que se molestan por explicar aquello que se está viendo, pedagógicos, instructivos, interesantes, didácticos y carentes de pretensión; que explican al visitante, de tú a tú (como debe ser en democracia) qué es lo que está viendo, sin mirarle por encima del hombro (como había sido hasta ahora).

3: No todo es bueno, claro, el montaje sigue siendo sumamente vulgar, y las enormes salas devoran las obras… pero es lo que hay, de momento, con lo anterior, y teniendo en cuenta los precedentes, podemos darnos por muy sastisfechos. Además, lo compensa el que el orden de las obras sea bastante apegado a la cronología y el que se haga un recorrido coherente y apropiado. Además de que la selección de lo expuesto es realmente magnífica e interesantísima… desgraciadamente, la exposición (primera vez en mucho tiempo en este museo) sabe a poco, se queda escasa… uno desearía más… pero supongo que eso también es demostración de un trabajo bien hecho (¡felicidades!).

En definitiva: por temática, interés y además por apoyo a este cambio del Museo Reina Sofía, esta exposición merece ser considerada un imprescindible de cualquier agenda cultural que se precie.

Lo malo, y es lo que más temo, es que la exposición no sea el completo éxito que merece debido al Coronavirus… si hubiera sido en otro momento, posiblemente hubiera arrasado y muy merecidamente. Por eso, animo a todo el mundo a ir, aunque sólo sea para apoyar este nuevo modo de hacer del museo: en el que se nos presenta una cultura abierta y cercana, apartada de elitismos y pendanterías, y que opta por acercar el arte a la gente de a pie, cosa que siempre es necesaria en lo contemporáneo.

-DISONATA, ARTE EN SONIDO HASTA 1980 y AUDIOSFERA, EXPERIMENTACIÓN SONORA 1980-2020: aunque son dos exposiciones diferentes (y de hecho, la primera terminará antes que la segunda, y merece mucho más la pena, ¡así que acudid al museo cuanto antes!), por temática y cronología, es más que evidente que están extremadamente ligadas entre sí, si a eso sumamos que están casi unidas en la misma planta… pues parece lógico tratar de visitarlas conjuntamente.

Por otro lado, mantienen una serie de puntos en común que expongo conjuntamente:

-Textos de sala pedantes a más no poder (en Audiosfera no los hay como tal, pero están presentes en la audioguía que te entregan gratuitamente a la entrada, a lo que no ayuda una locutora que habla como si fuese una máquina en vez de una persona): por desgracia, típicos y tradicionales de este museo, no están pensados para hacer pedagogía del arte contemporáneo, sino como un gesto de desmesurada y repugnante petulancia, en los que se escogen las palabras más absurda e innecesariamente técnicas, sólo para resaltar el nivel de quienes han organizado la exposición… con todo, incluso estos, acaban por reconocer, en uno de los audios, su absoluta subjetividad realizando la muestra.

-Son las típicas exposiciones a las que se debe acudir muy abierto de mente y con una inmensa paciencia, sabiendo que no se va a ver algo en absoluto convencional, a qué se va y qué se va a encontrar. Sólo así, con esa preparación y buena predisposición mental previa, se pueden disfrutar minimamente.

-En ambas muestras encontré una atención al público por parte de los típicos vagos que cuanto menos hacen menos quieren hacer, además de que todo se lo había que repetir dos veces. Y además, bastante maleducados.

Partiendo de estos puntos, decir que Disonata es una exposición más típica, dentro de lo que cabe en lo que al Museo Reina Sofía se refiere, es decir, con obras expuestas, cronológica… etc, que nos introduce en el audioarte, desde sus comienzos a la contemporaneidad… aunque también, en general, es profundamente liosa, aburrida, y apenas unas pocas obras merecen la pena (básicamente porque, hasta cuando te encuentras con alguna valiosa a nivel histórico, siempre es una reproducción, así que ni siquiera tienes la emoción de estar ante un original)… y eso sin mencionar aquellas que tardan tanto en activarse o que lo hacen tan esporádicamente que te quedas sin verlas en funcionamiento.

Audiosfera, en cambio, sí que lo vale si vamos con buena actitud, ciertamente será una experiencia diferente a lo que tradicionalmente se entiende como una visita museística, pues lo que está expuesto son audios y nada más, así que, hasta la última sala (donde hay altavoces), vamos todo el tiempo con cascos, pero el museo ha habilitado las salas dedicadas a la muestra creando ambientes propicios a la escucha: monocolores según temática, luz baja, comodos lugares donde sentarse (o incluso acostarse) y dejarse llevar por el sonido… etc; y sí, lo sé, ¡un buen montaje de exposición en este museo, es un milagro! (no se puede decir que sea extremadamente original, pero es un comienzo y una necesaria mejora). En cualquier caso, sin duda es toda una experiencia, que tiene ese toque transportador, deliciosamente diferente y encantadoramente siniestro que a veces posee el arte contemporáneo, que termina por convertirse más en una vivencia sensorial que en otra cosa, y dónde uno debe dejarse llevar por las emociones… ¿pero no es precisamente en eso en lo que consiste? la verdad es que sí. En definitiva, como digo, si uno se deja llevar, se disfruta mucho; entendedme bien: no vais a escuchar ni la radio, ni canciones bonitas o incluso sonidos fácilmente audibles (aunque en algunos casos se encuentran estas cosas), pero es que el tema tampoco va de eso, ni lo pretende. Es otra cosa y tiene otras pretensiones. Lo dicho: dejarse llevar.

En definitiva, hace unos cuantos años (¡quizás más de una década, como pasa el tiempo!), este mismo museo hizo una gran labor haciendo una magnífica exposición sobre videoarte, acercándolo al público en general, y, una vez más, aunque no esté de acuerdo en el cómo (especialmente en lo que respecta a su pedantería), sí estoy de acuerdo en el qué, pues cumple con su función de institución pública aproximando las más diversas formas de arte contemporáneo al gran público (en este caso, el audioarte). De hecho, vista Audiosfera, deja con ganas de más, y hace que uno se pregunte, ¿por qué no se dispone de una sala, ad eternam, dedicada a esta cuestión, tan bien acondicionada como los diversos espacios que hay ahora en la exposición? (con esos cómodos sofás, la iluminación baja y de colores sugerentes… etc) en mi opinión, sería una gran idea e, incuestionablemente, una magnífica contribución a este museo que no supondría ni gran gasto o costo de mantenimiento y, en cambio, lo volvería puntero, puesto que, ciertamente, no conozco ninguna otra institución de estas características que tenga un espacio similar. Personalmente, desde Universo de A, animamos fervientemente al Museo Centro de Arte Reina Sofía a ello.

-AUTO SACRAMENTAL INVISIBLE, NIÑO DE ELCHE: esta instalación es un homenaje a un homenaje de algo que homenajeaba algo… con esto, uno se puede hacer una idea de hasta que punto se han degenerado cualquiera de los significados originales, cosa que, por otra parte, al autocalificado Niño de Elche, claramente le importa bastante poco.

De hecho, independientemente del resultado final de la obra que tenemos ante nosotros (y de lo que hablaré luego), cabría preguntarse (y no sé que es más doloroso, si la cuestión o la respuesta), que pensarían Calderón o Val del Omar de lo que se expone en este momento en el Museo Reina Sofía, y si no pensarían que es una profanación (en todos los sentidos de la palabra) que viola su obra.

Dejando de lado lo anterior; de la obra que se nos presenta, en primer lugar, no puede dejar de señalarse la apuesta de la institución que la alberga con el arte sonoro (hasta el punto de que, llegó a haber un momento en que absolutamente todas las exposiciones del lugar estaban relacionadas con ello), y su inteligencia en presentarlo en todas sus posibles formas, para dar a los visitantes una perspectiva sumamente amplia y completa.

En lo que respecta a la obra en sí, paradójicamente, y a pesar de lo anterior, es un triunfo visual, y un fracaso sonoro en muchos aspectos: puede resultar hermosa, espectacular, pero más a nivel de ver que de oír (a pesar de la buena coordinación en ese aspecto); de hecho, y esta es su principal contradicción (teniendo en cuenta cuál era su misión principal y sus orígenes), no dejas de pensar que si se le quitase el sonido no habría gran diferencia o incluso mejoraría, o que, desde luego, cambiárselo radicalmente sería preferible. 

En realidad, al final se queda todo en una estética visual vacía y sin contenido, pues no consigue ninguno de los objetivos que se ha propuesto (aunque cuesta saber cuáles son), o por lo menos los que tenía Val del Omar de hacer una especie de síntesis auditiva de lo español… idea muy evocadora e interesante, que, incluso hoy día podría ser fascinante, hecha con medios y localizaciones de ahora… pero nada de eso se consigue; sólo una serie de sonidos incoherentes, que a veces hasta resultan insultantes a la inteligencia del visitante por ser de un provocativo barato, y porque, le obliga a preguntarse eso de «¿se supone que tenemos que pensar que esto es arte?».

-LA BONDADOSA CRUELDAD, LEÓN FERRARI: insultante, vulgar, y una continua provocación y falta de respeto absolutamente gratuita; no es libertad de expresión o de creación, es la ofensa por la ofensa, puro sectarismo y fanatismo gratuito. Incluso yo, siendo ateo, me sentí injuriado, porque me desagrada profundamente la intransigencia y la gente que denosta porque sí, porque cree que sólo él tiene la razón, sus ideas son las únicas que valen, y deben imponerse a toda costa.

No obstante, lo dicho, es más que evidente que este, supuesto artista, ha vivido toda la vida de buscar el enfrentamiento gratuito, la polémica vacua e innecesaria, el agravio arbitrario e improcedente… así que, ¿qué puedo decir?.

Sin duda, no puedo, ni voy a negar, que algunas de sus obras puedan tener una base interesante, pero luego, su visión fanática se apodera de él, y destruye toda posibilidad de hacer algo verdaderamente bueno, universal, con fuerza para ir más allá de su contexto… es decir, destruye toda posibilidad de hacer auténtico arte.

Sin mencionar que, lo dicho, el problema de este tipo de obras es que, dado que buscan tan descaradamente llamar la atención, y la confrontación porque sí; resulta difícil juzgar si lo único que tienen que aportar es eso, y, en cualquier caso, la posible calidad que pudiesen poseer, queda totalmente ensombrecida por lo otro… de modo que, en todos los casos, salen perjudicadas: obtendrán rechazo por una parte del público, y estarán bajo duda y cuestionamiento permanente para el resto.

De hecho, quizás, lo que tiene más artístico esta exposición, es absolutamente involuntario, puesto que, pretendiendo criticar furiosamente las tachas de otras cosas (especialmente a la religión y la Iglesia católica) en realidad solo demuestra tener esos mismos defectos (la misma intolerancia o actitud combativa que censura tan furiosamente en otros); por lo que se retrata como un completo hipócrita, y el típico que sólo señala las carencias de los demás para ocultar las propias (y ese cambio de tornas, de la pretensión original de Ferrari sería el punto involuntariamente artístico); y aunque yo estoy muy lejos de ser (o querer, o pretender ser) un paladín de la fe, me sigue repugnando la actitud de aquel al que se ha dedicado esta exposición, y sin duda considero que Ferrari tiene unas cuántas cosas que aprender de la doctrina hacia la que tanto odio, desdén y repugnancia muestra; particular y concretamente, de estos famosos versículos del evangelio de san Lucas: “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano”.

Palacio de cristal:

En este momento, debido a la tan difícil situación que ha atravesado Madrid a todos los niveles, como el resto de los elementos ubicados en los parques (y estos mismos) está cerrado. Pero seguramente reabrirá próximamente….

-PETRIT HALILAJ: lo mejor que se puede hacer con esta exposición es no coger la hoja de sala (plagada de un mensaje politizado, sectario, pretencioso, y, en general, sumamente irrelevante), y disfrutar de la estética por la estética, la belleza por la belleza… y se puede, la verdad, de hecho, rara vez se ha presentado en este palacio una exposición más apropiada (teniendo en cuenta el espacio, ya sea por su historia o ubicación) y que más haya gustado publicamente, no hace falta enterarse de las tonterías que dice el artista o de sus neuras, porque su obra habla por sí sola sin necesidad de aguantar su discurso presuntuoso… llega con decir que la muestra gustará hasta a los nada interesados en el arte.

 

Matadero

En primer lugar, destacar lo insoportable que es que la web que hay en la actualidad sea tan extremadamente inútil y poco intuitiva, de modo que es casi imposible (o en todo caso muy confuso) encontrar una información tan simple como qué exposiciones hay en este momento en el lugar

Como desgraciadamente viene siendo costumbre, nada de lo que hay en este momento merece demasiado la pena (son las típicas obras de las que piensas, «¿de verdad el enchufe y contactos del supuesto pseudoartista son tan buenos como para hacer esta mierda justificable?»), pero, con todo, si se quiere pasear por la zona, pues ofrece un punto diferente y de encanto a la caminata….

-PISTA DE BAILE, UNA INTERVENCIÓN EN EL ESPACIO DE GUILLERMO SANTOMÀ: tontería monumental, de apariencia bastante cara, para algo que bien podría haber sido igualmente, o mucho más espectacular, hecho de otro modo inmensamente más barato. Al final, mucha petulancia para haber hecho una simple pista de baile, como la hay en cualquier discoteca… muchas de las cuales, son bastante más bonitas que esta instalación.

-7ª BIENAL IBEROAMERICANA DE DISEÑO: carteles, y carteles, y aún más carteles con textos interminables que apenas lees porque te das cuenta de que, en general, no te interesan en absoluto y sólo te cuentan las más que típicas historias de empresas que comienzan o de negocios artesanales, con todas sus etiquetas habituales. Apenas unos pocos objetos expuestos y, casi ninguno llama la atención verdaderamente. En definitiva, un auténtico aburrimiento; pero, por lo general, me temo que eso es lo habitual en esta Central del diseño, en la que, a menos que seas un profesional apasionado del tema, dudo que capte el interés de muchos… algo especialmente grave porque, en demasiadas ocasiones es un espacio que está cerrado, lo cual hace que quepa preguntarse sobre si su aprovechamiento es bueno o siquiera correcto.

-ERIC BAUDELAIRE, PROFUNDIDAD DE CAMPO (TERMINADA): dos vídeos y una película que apenas consiguen captar al espectador, o para los que difícilmente se encuentra la paciencia para mantener la atención más de unos pocos minutos (o segundos).

-ESTO ES SASEK: no he llegado a verla porque los horarios de la Casa del lector son cada vez más absurda y ridículamente complicados. Con todo, por lo que he intuido por lo que he leído y visto en la página web, en estos tiempos de lo políticamente correcto, bien se podría pensar que lo que se muestra en esta exposición es generalista, simplista, tópico e incluso racista….

 

Museo nacional de artes decorativas

Algunas exposiciones que aún permanecen ya han sido referenciadas en el artículo recopilatorio inmediatamente anterior

¿Esta intentando este museo competir con los grandes (pues sus exposiciones cada vez son más conocidas y referenciadas?, ¿reclamar su sitio y posición en el Paseo del Prado (horrible y vulgarmente rebautizado por algunos incultos como «paseo del arte»); puede ser, puede ser… ¿lo conseguirá?, se verá, se verá… no obstante, le auguro dificultades si sigue tirando por caminos sectarios y politizados, cosa a la que los textos de sala no parecen ser capaces de escapar… cuando uno va a una exposición, espera ver eso, no un mitin con adoctrinamiento político disfrazado.

Tampoco puedo evitar, antes de empezar a comentar lo particular, plantear un debate interesante, aunque totalmente alejado de lo que las exposiciones pretenden mostrar directamente, y esta controversia consiste en que, ¿hasta dónde pueden llegar los museos en su aproximación al hoy día?, cierto es que cuando vamos a un museo asumimos que es un lugar dónde se muestran «cosas muertas» (estilos, artistas… etc), o al menos de un pasado más o menos remoto; y que acercarse a la contemporaneidad, puede ser (sólo puede ser, en una teoría no infalible y que sólo puede funcionar si se desarrolla correcta y adecuadamente) una manera de acercarse más al público de hoy día, y quizás, crear una atracción hacia el museo… pero dejando de lado la cuestión museográfica (que entra de lleno, no obstante, en este mismo debate) la anterior pregunta formulada, es una cuestión interesante, porque es la misma división que podríamos establecer entre historia y periodismo; porque, teniendo en cuenta los dos últimos ejemplos de muestras de los que hablaré unos párrafos más abajo, ¿cuándo tenemos ante nosotros una exposición, una muestra divulgativa y cuándo lo que nos encontramos no es más que vulgar publicidad encubierta y patinada por el prestigio de un museo estatal (aunque este pueda estar dirigido por personas con escasos escrúpulos y bolsillos claramente avariciosos)?. Cierto es que se han hecho exposiciones sobre marcas existentes hoy en día y en grandes instituciones (por poner ejemplos pasados, Yves Saint Laurent o Cartier), pero también es cierto que se trataba de casos muy consolidados… y sobre todo, con perspectiva histórica (en ninguna de las anteriores exposiciones mencionadas a nadie se le ocurrió poner una de las últimas creaciones de la marca, siempre se trataba de objetos históricos, con pasado y relevancia)… quizás ahí esté la clave de todo esto, lo que hace que una exposición con interés divulgativo lo sea, frente a una exposición de emplazamiento de producto o publicidad descarada (hasta el punto de que sólo faltaba una tienda al final de la muestra): que haya perspectiva histórica… y en esto, he de decirlo, varias de las últimas exposiciones que comento en este apartado dedicado al museo de artes decorativas, fallan estrepitosa y escandalosamente.

-ESPERANZA Y UTOPÍA. EL DISEÑO ENTRE 1900 Y 1939: es difícil saber dónde ubicar esta exposición. Pensé en hacerlo en permanente, puesto que no existe una fecha de fin para esta. También es cierto que está incluida dentro de algo necesariamente efímero como es el Madrid Design Festival 2020… de cualquier modo, ha desmontado buena parte de la primera planta y ahí se ha instalado.

Si le quitamos el cierto punto de sutil defensa de ciertos regímenes totalitarios, hay que reconocer que tiene interés, y que hace un buen y comprensible recorrido por la historia del diseño (e incluso de las artes mayores) de principios del siglo XX; no diré que es completísima o está llena de obras imprescindibles, pero desde luego, merece la pena, quizás ahora más que nunca, pues nos recuerda los inevitables cambios que se producen a principios de todo siglo y lo inevitable de aceptar su evolución… tal vez eso sea lo más interesante que nos puede enseñar o recordar esta muestra.

Actuales - Museo Nacional de Artes Decorativas | Ministerio de Cultura y  Deporte

-LUIS GARRIDO, TAPICES: aún a pesar de la obsesión politizadora y sectaria de los textos de sala (algunas de las obras ya hablan por sí mismas, no hace falta enfatizar y arengar a lo obvio); estos no pueden ocultar a un genio, un hombre brillante, un artista con todas sus letras. Sus creaciones son tan sublimes y maravillosas de no creérselo: el ver como rescató el arte de los tapices del olvido y lo llevó a un nuevo nivel, simplemente no tiene precio, es extraordinario. Su capacidad para la creatividad, la originalidad, encontrar nuevos caminos, descubrir nuevos posibles desarrollos es simplemente fascinante… de hecho, apena que fuera tan autocrítico, puesto que decidió parar de crear, precisamente cuando, claramente, había encontrado un nuevo e interesante camino artístico a seguir (eso se puede comprobar sólo mirando sus dos últimos tapices, atisbo de lo que pudo haber sido). También da mucha lástima el hecho de que no haya creado escuela, de que más personas no hayan seguido sus pasos… quizás, simplemente, estaba destinado a ser extraordinario y sus obras, únicas, para bien o para mal. En cualquier caso, sin duda merece ser considerado el creador de tapices contemporáneo por excelencia y uno de los grandes de toda la historia (no hay que olvidar que él, al contrario que otros artistas del pasado, se implicaba en todo el proceso; Goya por ejemplo, no movió un hilo jamás en su vida, sólo pintó los cartones).

Por otro lado, aunque el montaje no es nada del otro mundo, las obras y para, estas tienen tal calidad, deslumbran de tal modo, que no importa; en cualquier caso, es una gran selección, que logra hacer una magnífica retrospectiva y darnos una buena perspectiva sobre el trabajo y la evolución del artista.

En definitiva, sin duda, una de las exposiciones absolutamente imprescindibles que se debe ver en este momento en Madrid; y teniendo en cuenta que hay otra. también muy interesante sobre tapices en el Palacio Real, puede ser interesante cotejar ambas (de hecho, yo lo hice en el mismo día) para ver la evolución de este arte, siempre insuficientemente desconocido y carente de la necesaria representación en el panorama cultural; algo, como se puede comprobar en ambas muestras, a todas luces, absolutamente injusto.

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-75 ANIVERSARIO DE LA ASOCIACIÓN DE BELENISTAS DE MADRID: como amante de los belenes, según supe de la existencia de esta exposición, me faltó tiempo para organizarme un día para poder ir, y más sabiendo que la temática era principalmente sobre esta asociación, altamente conocida en la capital porque siempre tiene a su cargo algunos de los nacimientos más importantes (por lo menos el del Ayuntamiento y el de la Comunidad), o al menos, de los más grandiosos.

Pero desgraciadamente, a pesar de que la muestra debía de ser, en teoría, una completa retrospectiva, a la hora de la verdad, se queda en, a nivel de información, algo sumamente vago que no traza para nada la evolución e historia de la asociación; sí, se nos aportan las biografías de varios creadores (un tanto desubicadas y con calzador), pero ahí se queda todo… en definitiva, que pasa lo peor que puede pasar en una exposición: que salgas sabiendo casi lo mismo que cuando entraste. A ello tampoco ayuda un montaje caótico y desordenado, que sólo levanta cabeza, en el aspecto estético, en las últimas salas. Si a todo ello se le suma lo escasa y pequeña que es, pues ya tenemos el desastre completo.

Con todo, las piezas exhibidas si tienen interés y belleza, con lo que, aunque no puedo recomendar la exposición a un público general, sí debo hacerla a quienes gusten del tema… sabiendo a lo que van y lo que van a encontrar, claro está.

Como detalle, comentar que una de las vigilantes de la muestra es de lo más antipática.

-TOT COR, EL DISEÑO DEL AMOR: si en el anterior caso aún tiene gracia, en este caso ya no. La publicidad es tan insultantemente descarada, que ya parece la típica tienda a la que los grandes touroperadores arrastran a los turistas porque tienen comisión allí, sólo faltan agentes de ventas por todas partes. En realidad, yo temí que los guardias de sala lo fueran, y que en cualquier momento me fueran a preguntar «¿qué desea?», y a perseguirme enumerándome los precios de los jarrones horteras esos.

Por lo demás, lo exhibido no podría ser más tonto, ni más cursi, ni a propósito. Y no sé que es más condenable, si lo anterior o esto mismo (creo que hasta Oscar Wilde, que tenía las cosas muy claras en ese sentido, dudaría). En todo caso, todo lo que se muestra, de forma clara y evidente, no tiene nada que ver con el amor, sino con exactamente lo contrario: el dinero, la avaricia, la codicia… etc. Repugnante en definitiva.

Terminadas:

-LÁGRIMAS NEGRAS: feminazi exposición en la que las mujeres son las únicas que sufren, supongo que debido a ese ente misterioso, invisible e intangible llamado heteropatriarcado, o Dios sabe que otro rollo, pero que permite una victimización eterna y descargo de responsabilidades propias ad infinitum.

Supuestamente, el tapiz, colcha, o lo que sean esas telas azules colgadas en las salas del museo, fueron realizadas por mujeres que sufrían mucho muchísimo… aunque debieron de dejar de lado tal cosa para el vídeo y las fotos que les hicieron. Presupongo también que les permitieron un día libre en su explotación sexual y en su sufrida violentación de género para ponerse a coser (actividad, para nada ligada a conceptos y prejuicios machistas, especialmente desde el siglo XIX… para nada… si es que estos fanatismos se desarman por sí solos con sus incoherencias). Afortunadamente, los hombres tenemos un leve reconocimiento de una frase, en lo que respecta a la colaboración con el proyecto, y que supongo que consistió en que mientras esas mujeres cosían, no nos dedicamos a violarlas, matarlas, darles palizas o similares.

Si se va (porque se tiene demasiado tiempo libre, o porque ya se está en el museo) aprovechar para ver los interesantes cartones que fueron rechazados o censurados… no tienen precio.

-LOS DÍEZ TAMBIÉN FUERON POSMODERNOS: una de las exposiciones descaradamente publicitarias que comento arriba. No obstante, reconozco que, si te dejas vender la moto (en casi todos los sentidos de la expresión) resulta casi hasta disfrutable e interesante ver los diseños y las originales propuestas de los Díez… puedes hacer el esfuerzo y todo, aunque sólo sea para divertirte, de creerte que es arte o una intervención artística sobre el descaro y la demasía del sistema capitalista en la que todo está a la venta, hasta los espacios sacrosantos de un museo que, para mantener su actividad cultural, debe pagar con salas publicitarias o patrocinadas. O desde luego es lo que parece.

Imprenta municipal

No está siendo nada fácil salir, como parece que estamos viviendo las siete plagas de Egipto (Coronavirus-nevada Filomena-ola de frío-supuestamente inundaciones…) o el preapocalipsis, entre lo difícil que se hace planificar nada, los horarios arbitrarios, o todo lo que cierra… de locura. 

Con todo, se hace necesario practicar ejercicio físico, acudir a actividades culturales, y aunque en este momento no hay nada que merezca mucho la pena… tras un largo encierro ya todo vale, y a mucha hambre no hay pan duro; por eso seleccioné esta exposición.

Resulta curioso que se haya organizado tal muestra en esta institución (cuya relación con el cine de animación hay que forzar muchísimo), sobre todo cuando sabes que uno de los principales colaboradores en su montaje ha sido el Museo ABC, y entonces piensas que, sin duda, sería más lógico y coherente que estuviera allí (pues está dedicado al dibujo e ilustración)… pero teniendo en cuenta que en la Imprenta municipal siempre será gratis, mejor que haya sido así. Con todo, la cuestión es llamativa.

-ANIMACIÓN.ES: más sorprendente de lo esperado. Una exposición sobre el género cinematográfico de la animación siempre es sumamente interesante (y más para un fan como yo)… pero que fuera sólo sobre la española resultó un tanto desalentador (y sin embargo, quizás necesario y apropiado, teniendo en cuenta quién la organizaba), aunque me descubrió que la conocía mejor de lo que imaginaba (sabía de o había visto casi todas las obras que se mencionan, especialmente las más modernas, lógicamente).

Indudablemente, está pensada como promoción, como exaltación de la calidad del producto nacional; pero, desgraciadamente, sólo consigue probar lo que ya todos sabíamos: que si bien la animación española pudiera destacar técnicamente, a nivel narrativo suele ser un desastre; y que la más brillante y espectacular tecnología no compensa las carencias y simplismos de los guiones; es decir, falla lo más básico para contar una historia, precisamente esta misma; y ante ello, tanto da el resto de las innovaciones y talento que pueda haber.

Por lo demás, y a pesar de lo anterior, nadie debería dejar de ir sólo por su falta de interés en el género animado nacional o el que tampoco vaya a descubrir nada extremadamente nuevo; pues si bien lo anterior es así, también es verdad que el punto nostálgico que tiene la exposición es extremadamente encantador, y que muchos disfrutarán con ello; y no sólo eso, el final de la muestra lo constituye una suficientemente detallada explicación de cómo se hacen dos de los tipos de cine de animación más habituales, incluyendo ejemplos; que resulta bastante interesante (y que demuestra, trágicamente, que hasta los bocetos dibujados manualmente -tanto de personajes como de fondos- para ser convertidos en el ordenador, son más bonitos en su origen que en su resultado final… quedando claro, defnitivamente, que la animación tradicional es claramente superior a la digital). 

Concluyendo, independientemente de la temática nacional (y por tanto, menos interesante y conocida para la mayoría), yo no puedo dejar de recomendar acudir a esta exposición a todos los nostálgicos, y, por supuesto, a los amantes del género de la animación, e incluso, del séptimo arte (al resto, incluso a los gustosos del dibujo, no estoy nada seguro de que llegue a interesarles verdaderamente).

Museo arqueológico

Este museo se ha caracterizado, en los últimos tiempos, por dos cosas muy concretas: exposiciones pequeñas (en la sala subterránea… una pena que no organicen nunca nada más grandioso, estoy convencido de que podrían, valdría la pena, y podrían llegar a ser un imprescindible de la agenda cultural si se esforzaran en ello) y casi siempre dedicadas a la cultura musulmana (¿por qué será?, no deja de ser extraño cuando es una parte muy reducida de su campo de posibilidades -en principio, tradicionalmente, se supondría que el museo arqueológico albergaría piezas desde la prehistoria hasta la Edad Media-)… ¿por qué será?, ¿y por qué los gustos e intereses de quienes dirigen estos focos culturales serán tan evidentes?.

Casa Árabe | El majlis: diálogo entre culturas

-EL MAJLIS, DIÁLOGO ENTRE CULTURAS: esta es, con toda seguridad, una de las exposiciones más imprescindibles del momento en Madrid, y sobran las razones para ello; a saber:

1: Se trata de parte de la colección de un museo extranjero, que pocos podrán visitar in situ (a menos que vayan con frecuencia a oriente medio), es decir, la del Museo del Jeque Faisal Bin Qassim Al Thani, de Qatar; si a eso le unimos que la institución y la colección son privadas, más razones para lanzarse a ver algo tan exclusivo… y además gratis.

2: Las ideas que transmite, lo que es quizás lo más importante, bello y maravilloso de la exposición; que, aunque en muchos aspectos no deja de intuirse como una gran operación de relaciones públicas para el emirato; lo cierto es que las ideas de tolerancia, convivencia, respeto y diálogo que transmite son incuestionables; de hecho, proclama unas ideas con las que yo estoy totalmente de acuerdo, y a favor, que son las de usar la cultura como factor de unión y no de división (algo demasiado en boga hoy día, especialmente por parte de los nacionalismos radicales), de recordar que todo está entrelazado entre sí, que la humanidad tiene muchos nexos de unión, y que, si tenemos voluntad para verlo, es más lo que nos une que lo que nos separa. Y todo esto, si lo pensamos tiene gracia, porque generalmente en occidente, particularmente en la vieja Europa, vamos por la vida de avanzados, de haber alcanzado el culmen de la civilización, de que nosotros tenemos siempre la razón, la panacea universal, y de que nada es tan maravilloso como lo nuestro… pues ahora parece que el considerado «atrasado» (desde la perspectiva de aquí) oriente medio viene a enmendarnos la plana y a darnos una merecida lección a la desmesurada soberbia eurocéntrica.

3: El montaje es maravilloso, y tuvo que serlo aún más cuando no había Coronavirus y realmente se podía interactuar con el Majlis que se ha reproducido en la sala de exposición. Aunque no mentiré, aunque algunas de las piezas tienen una gran belleza estética, en general tampoco encontramos nada antiquísimo, sorprendente o extraordinario, todo es más exótico que otra cosa… pero lo dicho, aquí son más interesantes e importantes las ideas que se transmiten.

En definitiva, una exposición muy necesaria en estos tiempos de extremismo y fanatismo, que nos recuerda que las ideas deben servir a las personas y no las personas a las ideas.

 

Casa de México

Una nueva institución viene pisando fuerte en el amplio panorama cultural madrileño… ya veremos si es para quedarse. En principio, ha tenido un muy buen comienzo y está haciendo todo lo posible para reafirmarse y darse a conocer… aunque, como en otros casos ya comentados (incluso en este mismo artículo), habría que preguntarse por qué y a qué necesidades políticas responde esta iniciativa….

En todo caso, hasta hace poco, mantenía en su escalera un Mega altar de muertos, el cual, a pesar de la incompetencia de la guía, mediadora cultural, o como llamarse quiera la chica que debería haber explicado algo útil (y no lo hacía); tenía su interés… más cuando es una celebración que, especialmente gracias a Pixar, en los últimos años ha cobrado aún más interés y relevancia internacional.

De todos modos, lo que a mí más me gustó e impresionó del lugar, durante su visita, es que no fue nada de lo que esperaba. Conozco muchos mejicanos, tanto que viven allí, en su país de origen, como aquí o en otros lugares de Europa; y muchos de ellos son fuertemente hispanofobos (de hecho, hasta tienen un nombre para calificar a quienes se oponen a su nacionalismo radical: «malinchistas», lo cual, por otro lado, también responde a un claro machismo y desprecio del importante papel femenino en la relación histórica hispanoamericana), aunque también reconocen que en Méjico existe una fuerte incultura sobre la historia, de modo que la gente es absurdamente manipulable… por ello, al acudir a esta exposición en esta institución esperaba eso: ataques brutales contra España, y una versión de nacionalismo radical y extremo sobre su historia en todos los textos que pudieran encontrar en las exposiciones; la verdad, iba temblando… y me encontré con exactamente lo contrario, con una idea que yo siempre he apoyado (como ya digo en otra parte de este mismo articulo… de hecho, yo la llevaría políticamente más lejos, creando una Commonwealth hispana, con el Rey de España a la cabeza, nexo de unión y jefe de estado de todos… creo que sería algo muy positivo para todos que, además, entroncaría con nuestra historia perfectamente y nos haría sentir mucho más unidos): el centrarse en todo lo que tenemos en común en vez de en lo que nos diferencia, lo que nos une en vez de lo que nos separa; me agradó mucho ver, como se describía, con auténtico cariño y una perspectiva buena y agradable, el tiempo en el que Méjico y España habían sido el mismo país, y lo fructíferas que fueron todas sus interacciones e interrelaciones culturales y humanas.

Y además, no puedo decir que no hubiera material para hacer propaganda barata de la leyenda negra española, porque tanto el tema de las castas, como el de la plata, daban de sí para ello… por falso que fuera.

En definitiva, bravo por La Casa de México, y su apuesta por la visión positiva, el diálogo, y la tolerancia; por lo cual se ha ganado un lugar en mi agenda, además de que me encanta sentirme más unido, más hermanado a los mejicanos gracias a esta institución. Ojalá sigan en esa misma línea (y mientras ellos lo hagan, yo también seguiré ahí, yendo a ver lo que organicen).

El único defecto que le he visto a sus muestras es que tiene pinta de que van a ser siempre bastante reducidas, y como la institución está relativamente a desmano, se necesitará una buena excusa para ir ex profeso (aunque hasta ahora no ha habido ese problema).

En cualquier caso, en este momento, es verdaderamente necesario visitar esta institución cultural que comienza a destacar como un puntal cultural más de Madrid.

Casa de México presenta dos exposiciones para celebrar su segundo  aniversario en España

-BIOMBOS Y CASTAS, PINTURA PROFANA DE LA NUEVA ESPAÑA: preciosa exposición sobre un objeto que, a pesar de lo interesante, fascinante y mistérico que resulta, no suele ser centro de interés expositivo. Afortunadamente, la Casa de México ha venido a corregir esto.

Cierto es que la relación que intentan trazar entre la pintura de castas y los biombos es extremadamente forzada, y que más valiera que, aunque la exposición fuera más pequeña, se hubieran centrado unicamente en los segundos… pero es lo que hay.

Con todo, tanto las piezas expuestas como los textos son de sumo interés, resultando una visita magnífica.

-PLUS ULTRA, PLATERÍA RELIGIOSA DE LA NUEVA ESPAÑA: complemento ideal de la anterior, vuelve a retomar el tema de las relaciones humano-artísticas entre España y américa; en esta ocasión en torno a la orfebrería.

Una vez más, magníficas piezas e interesantísimos textos de sala.

En definitiva, aunque es pequeña, como es combinada con la anterior, es altísimamente recomendable.

Caixaforum

Las últimas exposiciones parecen obsesionadas con ligar movimientos históricos a la actualidad… umm, ¿una nueva perspectiva de comisariado? curioso, tal vez interesante… pero de momento, un experimento fallido.

Y hablando de fallos, esta institución, cada vez más, en base de una mayor ideologización en el sentido de lo políticamente correcto, acorde con determinados estándares morales de la izquierda política (que enorme ironía para un banco), se ha metido de lleno en lo feminazi, pues cada vez se empeña más en resaltar el papel de la mujer (lo tuviera o no) en sus exposiciones… aunque el resultado es, como suele pasar con todos los fanatismos, contradictorio, ilógico, e incluso humillante para el sexo femenino; al fin y al cabo, ¿tan poco talento tienen las artistas mujeres, para que no puedan destacar por sí mismas en la exposición, que hay que elaborarles una sección especial, como quién se la hace a un minusvalido? terrible y cruel ironía.

-EL SUEÑO AMERICANO, DEL POP A LA ACTUALIDAD: terrible e insoportablemente aburrida exposición (es decir, todo lo que el Pop art no debería ser) que demuestra (como ya pasó un verano anterior) que, en el fondo, este movimiento, te sales un poco de Andy Warhol y de las obras más icónicas… y poco más encuentras, o al menos, no interesante.

-OBJETOS DE DESEO. SURREALISMO Y DISEÑO, 1924-2020: cuando se dice que el tamaño no importa, es verdad, al menos en lo que se refiere a exposiciones, puesto que la cantidad no implica calidad; de ello tenemos buen ejemplo ahora en el Caixaforum, así, la exposición grande (la anteriormente descrita), es grandemente insoportable; y la pequeña… pues es una pequeña joya.

Salvo en el Museo Nacional de artes decorativas (y con menos frecuencia de la que se debería) no se suelen hacer exposiciones sobre objetos, y cuando se hace algo sobre surrealismo, siempre se suele centrar en la pintura… por eso, esta muestra es toda una bocanada de aire fresco, en la que, incluso la poca acertada perspectiva contemporánea, le da un nuevo aspecto y hace que sea un éxito.

El montaje es original y una preciosidad; los textos de sala, sin ser profundos o muy didácticos tienen su interés y las obras mostradas muy interesantes… de hecho, estas últimas son de lejos lo mejor y aquello por lo que realmente vale la pena acudir a la exposición.

En definitiva, en este momento, esta muestra es lo único que vale la pena ver en el Caixaforum… ¿pero se debería pagar únicamente por esto? bueno, eso dependerá del interés de cada uno en esa temática concreta del movimiento artístico; a mí desde luego no me decepcionó en absoluto.

Terminado:

Lamento decir que no hay ninguna razón para pasarse por esta fundación últimamente. Y más con los precios que gasta y la amplia oferta cultural gratuita que hay.

-VAMPIROS, LA EVOLUCIÓN DEL MITO: decepcionante exposición en todos los aspectos posibles e imaginables.

Pero a mí, personalmente, lo que más me fastidió es que, como apolítico y apartidista que soy, no hay nada que más me reviente que pretendan hacerme comulgar con ruedas de molino cada dos por tres, y que todo el mundo pretenda, más o menos sutilmente, adoctrinarme en sus ideas políticas… y es que, al parecer, ni siquiera los eternos vampiros pueden escapar, con todas sus armas, a la sectarización y politización, o al menos eso es una de las cosas que pretende vender esta muestra.

Por lo demás, es inevitablemente desalentadora: vaga, imprecisa, generalista, superficial… te das cuenta de que cualquiera de los asistentes podría haberla comisariado (y algunos de ellos, posiblemente mucho mejor); no se aprende o descubre casi nada; está absolutamente perdida en sus premisas, resulta caótica; y, para colmo, lo que se muestra en ella no es nada del otro mundo (literal y figuradamente).

No puedo dejar de comentar cierta curiosa anécdota, muestra de la profunda hipocresía de esta exposición: aunque toda ella estaba llena de imágenes y vídeos desagradables, plagados de violencia física o psicológica (a destacar uno, totalmente explícito, en el que una vampira devora el dedo de un hombre, y, presumiblemente, a continuación el resto), existía una sección que literalmente»podía contener imágenes que hieren la sensibilidad del espectador», llegados a este punto, uno podría imaginarse algo extremadamente violento, incluso gore… pues no, todo eso fue reservado para las salas normales, porque, aquello que podía «herir nuestra sensibilidad» eran secuencias de un tono más o menos erótico… lo que nos lleva a una reflexión terrible pero muy importante, y esa es, ¿en qué clase de mundo vivimos en el que la expresión del amor (o en cualquier caso, de la atracción sexual, que, se vea como se vea, siempre tiene un cierto tinte positivo de amor, aunque sea efímero…) es más censurable que la violencia (que a todas luces, siempre es algo negativo y tóxico)?, ¿cómo puede ser que sea necesario restringir, ocultar a las miradas la creación, y en cambio prefiera exhibirse la destrucción? que alguien me lo explique, porque yo no lo entiendo. Algunos argumentaran que si los niños esto y lo otro, pero mi pregunta es, ¿nos parece bien que estén acostumbrados a ver actos de violencia y destrucción extrema y no de creación y amor?, ¿qué clase de sociedad somos?, ¿y qué clase de sociedad pretendemos ser o estamos creando?… lo dicho, hay cosas que reflejan los valores de un colectivo, y creo que este asunto es uno de ellos (por otro lado, ¿no es increíble todas las maravillosas reflexiones paralelas e inintencionadas que puede provocar la visita a una exposición?, ¿el cómo podemos aprender incluso indirectamente?).

-CÁMARA Y CIUDAD, LA VIDA URBANA EN LA FOTOGRAFÍA Y EN EL CINE: horrorosa y terriblemente aburrida. No se dice nada interesante y lo único minimamente salvable es esa nueva sala hecha exprofeso para mostrar el impacto del Coronavirus.

Además, para ser esta institución, el montaje es inusual y extremadamente torpe; y para colmo, ni los textos o las obras expuestas consiguen llamar minimamente la atención… sólo hacerte bostezar.

no es ni siquiera la típica exposición que simplemente paseas por ella sin dejarte impactar por nada, es tan terriblemente carente de interés que, directamente, al poco huyes de allí.

Una pena, la premisa de la que partía sonaba sumamente interesante, pero no fue aprovechada en absoluto.

Palacio Real

Aún continúa la exposición temporal principal del año pasado cuya reseña hice en este artículo anterior

Cambian los aires en Patrimonio Nacional, como cada vez que cambia el gobierno, por supuesto, todo el mundo quiere dejar su huella y hacer las cosas a su manera sin respetar lo anterior… y efectivamente, aunque poco se ha tardado en sacar el retrato oficial de S.S.M.M. los Reyes del vestíbulo, en dónde se compran las entradas para entrar en el Palacio Real; en aún menos tiempo, las nuevas directivas han colocado sus propias fotos en la página web, como no, innecesariamente rehecha integramente para la ocasión, lo que, aparte de un dispendio de dinero público, es un caos y una pesadez porque hay que volver a aprender a navegar en ella de nuevo (y aunque estéticamente no me agrada -me parece un diseño de página web barata-, sí reconozco que, al menos en este momento, es práctico para saber, con inmediatez, que exposición temporal hay)… al menos no han sacado también de allí los retratos oficiales de los Reyes (aunque ahora ya no hay acceso directo desde la página principal) y se sigue haciendo referencia a que la institución sirve a la Corona en sus funciones… algo es algo. También prometen abrir al fin el Museo de las colecciones reales… a ver si lo vemos algún día, y al menos se saca algo positivo de todo este gusto por pedir foco; porque, ya puestos en cambiar las cosas, que sean las que no funcionan, como la anteriormente dicha, o la de organizar exposiciones que duran una eternidad. Con razón todos los monumentos de la institución han tenido que bajar sus precios a la mitad: privados del turista esporádico o foráneo, no tienen un público fiel y recurrente, pues lo permanente, por maravilloso que sea, ya está muy visto y rara vez se va a propósito de nuevo a verlo.

Con todo, una ventaja sí tiene: jamás había estado yo totalmente solo en una sala de este Palacio, jamás lo había visto tan extremadamente desierto: las turbas que llenaban la escalera, las salas, la gente contra la que había que empujarse para atisbar siquiera un poco del belén (poder hacer una foto general de este, ya no sin las habituales masas, sino sin nadie delante, ha sido increíble)… han desaparecido, como por arte de magia. Una experiencia turbadora y fascinante caminar por el Palacio como si fuera tu propia casa, con no mirar a los lugares adecuados, o echarle un poco de imaginación, hasta podías evitar las limitaciones y pensar que eras capaz de andar libremente. Nunca hubiera imaginado algo así antes, nunca.

-RAFAEL EN PALACIO, TAPICES PARA FELIPE II: exposición, claramente heredada de la administración anterior, lo que se nota, demasiado, por el tono piadoso y religioso del que están impregnados los textos. Sin embargo, jocosamente, adopta, con descaro, el tono triunfalista de «cosa conseguida» de la nueva administración… en realidad, ni tanto ni tan poco, si bien es cierto que esa serie de tapices no se había exhibido conjuntamente, no es menos cierto que una parte de ellos llevaban muchos años colgados, y destacados como obra principal, en el Salón de columnas.

Con todo, no se puede negar que es toda una oportunidad para ver estas dos series de bellísimos y deslumbrantes tapices que harán las delicias absolutas de cualquier amante de este arte, y de toda persona del público en general, pues su belleza y calidad es tal que conquista total e integramente, ¡qué maravillas!.

Y, además, como digo en más de una ocasión en este artículo, como no hay muchas oportunidades de ver este tipo de exposición, pues no deja de ser un acontecimiento… lo cual debería de hacernos revaluar esta cuestión (otra cosa que mejorar, en vez de tanto centrarse en cosas inútiles como poner las fotos de las directivas en la web), al fin y al cabo, ¿cómo se explica que, disponiendo como disponemos, de mas de 3000 tapices, que además es la mejor colección del mundo, estos apenas se enseñen y estén siempre guardados?, en las últimas décadas apenas se ha hecho una sola exposición dedicada al tema… pero quizás, ahora, si se dan cuenta, esto pueda cambiar; es cierto que han visto las posibilidades que ofrece la galería para una exposición de este género, y no es menos cierto que históricamente también se usó mucho en este sentido… ¿así que, por qué no seguir ese camino? debería haber exposiciones más frecuentes, continuas, de tapices en la galería; a todas luces sería algo inmensamente positivo. Ojalá.

Por lo demás, aunque no deja de tratarse de una exposición breve, pequeña (al fin y al cabo son sólo nueve tapices), lo cierto es que los textos de sala, tan documentados y con tan buena información concentrada, hacen que merezca la pena la experiencia; si a eso le unimos la oportunidad única de ver todas esas series conjuntamente reunidas, además de su inmensa calidad… yo creo que queda claro su interés.

Otra ventaja que tiene también esta exposición, es que han reabierto trascuartos de oriente que llevaban una eternidad cerrados (y que últimamente abren, cierran, abren, cierran… de forma continua y absurda según la necesidad de una exposición temporal… pero lo que verdaderamente apena ver, es que cuando se decidieron a cerrarlos, claramente no ha sido para restaurarlos, pues no se aprecia mejoría alguna en ellos); particularmente, el salón de fumar de Alfonso XIII se puede recorrer casi integramente por vez primera (cuando formaba parte del recorrido general, como todas las salas, se creaba un pasillo del que no se podía salir, y por tanto, no se podía recorrer la habitación verdaderamente, sino verla desde la distancia -mayor o menor según el caso, pero distancia al fin y al cabo… nunca olvidaré cuando, desde el cordel de limitación, apenas se podía atisbar el final del Salón del Trono o embajadores-), y así apreciar de cerca la belleza de las miniaturas bordadas en las sedas (dentro de lo que lo permite el tener que hacerlo a la luz de la televisión con el vídeo relativo a la exposición); no obstante, también se han reabierto, el ya habitual salón de estucos, el gabinete de maderas finas o de teléfonos (pero sin entrar), y, tras mucho tiempo cerrado, otra de las estancias más curiosas: la del billar (desgraciadamente, no incorporando el cuadro que servía como referencia del fresco tapado por el falso techo de Alfonso XIII). A cambio, como desgraciadamente suele pasar, se ha cerrado la capilla y la Cámara de la Reina María Cristina o de la Corona, renombrada de este modo pues allí se exhibían los distintos símbolos monárquicos (¿cierre casual?, cuesta creerlo…). El resto del ala de oriente (y buena parte de la del norte, pues los Cuartos de los Infantes tienen su interés), y San Gil, seguirán, desgraciadamente, aparentemente cerradas ad eternam. ¿Veis? otra cosa que podían mejorar en vez de tanto llamar la atención con tonterías… no llegará el director de Patrimonio Nacional que destaque por ser el que más Palacio ha abierto, no, ese no llega.

En definitiva, aunque es una exposición que se hace corta (al fin y al cabo, está integrada en medio del recorrido del Palacio)… es tan preciosa que, francamente, no deja de ser altamente recomendable.

Galería Caylus

Galería de arte lujosa y con cierto encanto suntuoso; dado que está situada en una primera planta (es decir, la principal, la noble… además de la zona concreta del barrio en la que está), y el piso ha sido amueblado, en parte, como si fuera una casa (de un modo clásico -siguiendo las líneas de trabajo de la empresa-, pero a la vez austero, buscando un impecable buen gusto); resultaría casi familiar, hogareña… si no fuera por el toque de exclusividad, de boato, de alto nivel, que destila por doquier (también cultura, la biblioteca es considerablemente impresionante, especialmente con ese final en galería de cristal… lo que no la priva de un, seguramente, intencionado y buscado sentido de lo imponente y de la ostentación).

En teoría no tiene unos horarios de apertura fijos, así que no queda otra que llamar o ponerse de algún modo en contacto si se quiere visitar.

Al contrario que en la mayoría de las galerías, será difícil encontrar arte contemporáneo propiamente dicho en ella (otra es su especialidad); y, opuestamente a gran parte de las casas de subastas o anticuarios, tampoco hallaremos al entrar una abigarrada e interminable exposición de objetos… así que, por todo lo dicho, resulta un lugar curioso y particular. Aunque sí tiene en común, con todos los sitios anteriormente mencionados, la habitual falta de diferenciación entre las zonas privadas de trabajo y las abiertas al público; y que, por supuesto, no hay cartelas, pero si hojas informativas con la información más básica. 

-DIBUJOS ESPAÑOLES DE LOS SIGLOS XVII AL XXI Y SAPRISTI!: sabiendo lo que sabía de esta galería, fui buscando ver como combinaban su especialización con lo contemporáneo, me resultaba principalmente interesante descubrirlo a nivel expositivo, y, por otro lado, dado que aquello en lo que se centran es una de mis épocas favoritas de la historia, por mal que saliese, seguro que no me arrepentía del plan cultural.

Y efectivamente, así fue, aunque el montaje me decepcionó (no dejó de ser un recorrido bastante cronológico en el que, a la hora de la verdad, no se establecía ningún auténtico diálogo entre lo clásico y lo contemporáneo), lo cierto es que las obras que vi si me gustaron bastante, o me motivaron para continuar mi plan, pues aquel mismo día tenía pensado ir al Palacio Real, con lo que ver los dibujos de muchos de los mismos artistas que luego iba a ver en fresco nuevamente, era de lo más interesante, motivador e inspirador.

Por lo demás, entre las obras clásicas te podías encontrar alguna sorpresa, pero nada del otro mundo (todo de una innegable calidad, proviniendo de las manos que venía, pero nada que no se haya visto antes); y la obra contemporánea de Fernando Martín me parece una idea interesante en su concepto y fallida en su ejecución, es decir, funciona sólo como idea, y no como obra final.

¿Si merece la pena ir con toda la parafernalia que implica de tener que ponerse en contacto y no poder pasarse por allí sin más? sinceramente, sólo si se está muy, extremadamente interesado en el tema.

Museo de historia

-TRAFALGAR, EL VIAJE CON GALDÓS: se acaba el año galdosiano, y posiblemente lo cierre esta exposición que ya se introduce en el que viene… y sin embargo no deja de tener un componente profundamente oportunista: me explico, el autor de los cuadros, Daniel Parra, no pretendió ilustrar con pinturas una de las obras de los «Episodios Nacionales», concretamente «Trafalgar»; sino la batalla en sí, a secas. De hecho, el proyecto no fue expuesto por primera vez en 2020 sino en 2019 (obviamente, no en Madrid)… cierto que quien haya comisariado la exposición ha tenido la astucia y habilidad como para incluir algunas citas del libro de Galdós, a la desesperada y por doquier… pero no cuela, básicamente, porque ahí se acaba prácticamente toda referencia a Galdós (vale, por el qué dirán, hay un cuadro al principio y otro al final), y se percibe que, realmente, el escritor no es en absoluto el protagonista de la temática sino la excusa.

Con todo, la idea es de por sí interesante (el como se ilustran las distintas partes de la batalla, muy didáctico, muy instructivo a la par que artístico), incluso a pesar de su tono excesivamente patriotero (Arturo Pérez-Reverte, está incluido en los agradecimientos, imagínate el resto); Hablando en plata: al visitar esta exposición, da la impresión de estar en la típica de Augusto Ferrer-Dalmau (de hecho, el estilo exhibido por Parra en la muestra, aunque intencionadamente mucho menos clásico, no dista mucho del anteriormente mencionado pintor; aún diré más, no me sorprendería nada que fuera una de sus referencias e influencias directas para este proyecto artístico concreto), organizada por militares y en la que se cantan, en un tono exageradamente exultante, las glorias de la patria y bla, bla, bla….

En definitiva, que uno empieza a hartarse seriamente de que vaya a donde vaya se pretenda que comulgue con ruedas de molino, y, en general, que pretendan manipularme y quieran que adopte su pensamiento (como hago ver a lo largo de todo este artículo): ni tanto ni tan poco; ni España es lo peor y dedicó su historia a cometer genocidios, ni es lo más de lo más porque, a pesar de haberlo tenido todo siempre en contra, el valor del pueblo español lo ha salvado todo… la virtud está en el término medio, pros y contras, se puede alabar lo que está bien hecho y hacer crítica constructiva a la vez también… pero bueno, lo dicho, me da que la nueva administración del ayuntamiento tiene muy (posiblemente demasiado) clara su visión del asunto.

Como curiosidad divertida, os sugiero que os fijéis en los nombres de los barcos franceses, los ingleses… y los españoles; dice mucho acerca de las culturas, si lo piensas (y el como unos estaban más apegados a una mitología u otra), resulta fascinante.

-EL LÁPIZ DEL PASEANTE, ISMAEL CUESTA: exposición que sorprende porque, usualmente, este tipo de muestras solían darse en el Museo ABC (esta institución lleva ya tanto tiempo perdiendo nivel que ya no sé ni que hay allí ahora…); y que tiene el indiscutible encanto de la ilustración de principios mediados del siglo XX; así pues, obviamente, es recomendable para todo aquel que quiera ver obras de este estilo, y, por supuesto saber más sobre un artista de esa época.

Por cierto, que me llamó la atención que se les ocurriese esta temática y la sacasen adelante en el museo sin más ni más… teniendo en cuenta que no tiene que ver exactamente con Madrid (se fuerza un poco el paralelismo, pero con calzador) y el nombre completo del museo es «de historia de Madrid»… ¿estarán buscando un nuevo enfoque u otro modo de hacer las cosas? el futuro lo dirá….

-PIEZA DEL MES, TARASCA: en esta ocasión, el museo profundiza en una de sus piezas más interesantes, y lo que es más fascinante, en la que debió ser la tradición más gloriosa, espectacular, extravagante y decadente jamás habida en España, que era la procesión del Corpus… sí, lo sé, hoy día sigue existiendo, pero si vais a contemplar esta pieza, y leéis el texto que la acompaña, entenderéis y descubriréis lo mucho que hemos perdido….

ICO

¡Cuantísimo tiempo hace que no vengo por aquí!… una eternidad, de hecho, ya no recuerdo ni cuál fue la última exposición que vi… en parte tiene lógica: últimamente está más promocionado y es más conocido, pero nunca lo ha sido demasiado en general… si a eso le unimos el que las exposiciones de arquitectura, y encima de arquitectura en fotografía, no son lo más atractivo del mundo… pues eso. Pero esta vez no me he arrepentido en absoluto de venir.

-DANNY LYON, LA DESTRUCCIÓN DEL BAJO MANHATTAN: como amante del decadentismo, difícilmente podía resistirme a una exposición como esta… aunque sabía que iba a ser muy dura, quizás por eso me resistía bastante a ir, no me convencía lo que iba a ver, y no estaba nada seguro de que fuera a sacar, siquiera, emociones positivas de ello. Afortunadamente me equivocaba.

No es que no tenga su punto duro, no es que no de pena el como fue destruido sistemáticamente el patrimonio neoyorquino, no es que las ruinas (aunque no sean góticas sino del XIX) no sigan teniendo una melancolía romántica… pero no sé, supongo que me identifiqué, entendí bien el proyecto de Lyon y lo que quería plasmar; era importante que hiciese eso antes de que desapareciese. Sin embargo, entra en paradojas y contradicciones particulares, puesto que mientras denuncia la desaparición de ese patrimonio, a la vez, no puede evitar sentir una cierta admiración por los obreros que la producen (quizás, entendía que, al fin y al cabo, como se suele decir coloquialmente, ellos sólo eran unos «mandados»).

El final de la exposición es un tanto desconcertante: se sale de lo que se había hablado hasta entonces y se mete en un remix de un proyecto fotográfico anterior… resulta un poco absurdo; básicamente porque si lo querían meter a modo de antecedente, hubiera sido más lógico empezar por ahí y no ponerlo al final, donde ya no tiene mucho sentido.

El montaje era aceptable y los textos de sala muy interesantes.

En definitiva, no puedo evitar recomendar la exposición a todos aquellos románticos que son capaces de ver una historia y una leyenda en dónde ya apenas queda poco más que un recuerdo. 

Espacio Fundación Telefónica

Esta es, sin duda, la institución cultural que pone más difícil su visita de todo Madrid; al contrario que el resto, no ha adoptado las medidas típicas y básicas que cabría, y era lógico esperar, sino un cúmulo de despropósitos e imposibilidades que complican, por no decir hacen imposible, la visita; de hecho, yo, mientras estuve allí, estuve prácticamente todo el tiempo solo. No es para menos: la única manera de ir es reservando entrada en una franja horaria concreta a través de la web… absurdo, más que nada porque ninguna otra institución está haciendo algo parecido, ni siquiera los museos más populares.

-BILL VIOLA, ESPEJOS DE LO IMPOSIBLE: como otras personas, el momento en el que tomé un contacto directo con la obra de este artista fue con la producción del Teatro Real de hace unos años de «Tristan e Isolda», y de hecho, el recuerdo de esta, y de los vídeos realizados para ella (algunos de los cuales, se muestran en la exposición), fue el principal motivo que me llevó a querer ver esta muestra.

No me ha decepcionado, la obra de Viola, aunque hasta cierto punto repetitiva (uno no deja de recordar aquellas palabras de Picasso de que «el estilo no deja de ser una manera de autoplagio»), es verdaderamente interesante y particular… aunque también hace reflexionar sobre lo injusto del mundo del arte, y sobre como otros artistas, que han desarrollado obras similares, son menos reconocidos y valorados… al final, supongo que el viejo cinismo de los inversores en arte tiene razón: lo que importa de verdad es el nombre, eso es lo que cotiza, más que la supuesta calidad, que siempre será subjetiva.

Museo Thyssen-Bornemisza

En este momento, la visita al museo (al menos en lo que a lo temporal se refiere) no ofrece ningún aliciente. Me explico:

-EXPRESIONISMO ALEMÁN: no le falta al Thyssen experiencia organizando exposiciones del tipo «tomadura de pelo» (un ejemplo de uno de sus casos más descarados)… pero lo de esta vez es tan escandaloso que roza la publicidad engañosa.

Todo amante del arte, especialmente si es cinéfilo, se volverá como loco de contento porque se organice una exposición sobre ese movimiento, que tan poco habitualmente vemos en nuestras salas, que es el expresionismo… sí, se alegrará hasta que lea el subtítulo, cuidadosamente en letra mucho más pequeña o incluso excluido del gran nombre de la exposición, un subtítulo, sin embargo, determinante y de inmensa importancia, y estas palabras tan relevantes son «en la colección del barón Thyssen-Bornemisza»; hablando claro: la exposición se construye casi unicamente con los fondos del museo, aquellos que llevamos años viendo.

Entendámonos bien, como en casos pasados, no tengo nada en contra de que los museos rentabilicen y saquen partido a sus propios fondos (más en esta época), y de hecho, en particular, el Thyssen ha llegado a hacerlo de manera maestra, en más de una ocasión, con ciertas exposiciones gratuitas (que un cambio de dirección parece haber eliminado)… pero lo que sí que no puedo aprobar, es que no se anuncie y no se haga saber a los potenciales visitantes.

Por supuesto, también apruebo y alabo esta exposición como primer homenaje de celebración hacia el Barón Thyssen-Bornemisza (aunque creo que habría que destacar tanto sus luces como sus sombras, propias y familiares, y que no tuviera todo un tono tan hagiográfico), pero creo sinceramente que debiera de hacerse de otro modo.

En definitiva, no encontraremos nada en la exposición que los conocedores del museo no hayan visto ya o les pueda sonar. Eso a nivel de obras, pero, desgraciadamente, el montaje es absolutamente pésimo, sin ningún propósito didáctico y totalmente perdido. Bien es cierto que se nota que los mandos han cambiado, pero, como es demasiado habitual, en vez de hacerse notar por algo bueno, lo hacen sólo llamando la atención en el mal sentido, especialmente mediante unas cartelas ridículas que parece que están escritas con Hashtags como si una sala de un museo fuese Instagram… en definitiva, una auténtica vulgaridad a todos los niveles.

Concluyendo, la visita a esta exposición no servirá de nada a quién acuda, ni aprenderá o verá nada nuevo o sorprendente. Desastroso y vergonzoso.

-AVANZAR CON PASO LEVE: tontísima e insignificante exposición, que sólo se organiza por ser en alianza con la institución de Thyssen Bornemisza art contemporany… otra vez (mirar, en este mismo artículo, otra de las que hicieron, ya terminada), no se trata más que de algo por lo que paseas con absoluta indiferencia, sin fijarte realmente en nada.

Terminado:

-JOAN JONAS. MOVING OFF THE LAND II: chorrada monumental en la que parece que el museo abrió antes de haber terminado de montar la exposición y que aún están en proceso. Es más, llegas a preguntarte si no te habrás metido dónde no debías de lo desconcertante que resulta.

Tiene buenas intenciones (sobre todo en su temática ecologista), pero es tan terriblemente fallida y poco interesante, que difícilmente nadie se quedará o intentará comprender el mensaje que intenta transmitir.

Palacio del Marqués de Cerralbo

Me encanta que esta institución se haya apuntado al carrusel de la temporada cultural de exposiciones y las organice con más frecuencia… cierto que no es el lugar más apto para hacerlas debido a sus terribles limitaciones espaciales, de horarios y público… pero es que siempre es tan placentero volver al precioso y artístico palacio del Marqués… yo al menos lo agradezco y disfruto.

-ALBERTO SCHOMMER, CONTEMPORÁNEOS: este año PhotoEspaña ha sido un completo caos y sinsentido; normalmente, se iniciaba a principios del verano, y, aunque dependía de las instituciones, muy rara y difícilmente llegaba alguna exposición al final de esta estación…. El sistema, propio de un festival, como lo es, por otra parte, no carecía de cierta lógica, pues permitía que cada uno se pudiese esbozar sus propios itinerarios y recorridos (aunque la falta de tiempo material para verlo todo siempre constituyese un claro problema)… pero en esta ocasión, como se ve, ha sido imposible, puesto que las instituciones han tenido que programar las muestras cuando bien han podido… y aquí estamos, con PhotoEspaña en pleno invierno. Eso hace pensar en hasta que punto el Coronavirus cambia nuestra vida y nos impone su temerosa presencia, palpable pero a la vez impalpable, directa pero indirecta… y en cualquier caso implacable, recordándonos siempre que sigue ahí, al acecho.

Pero al tema, casi toda persona con cierta edad conocerá a Schommer y parte de su obra, aunque sólo sea porque fue él quien tuvo el honor de realizar el retrato oficial de más larga duración del reinado de Su Majestad don Juan Carlos I, es decir este:

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Una fotografía que colgaba en todas las instituciones oficiales… ¿es posible imaginar mejor publicidad para la obra de un artista?.

De hecho, yo me esperaba encontrar este famoso retrato entre las obras de la exposición… decepcionantemente, no fue así.

Lo cierto es que esta no es una exposición retrospectiva o que intente cubrir una buena parte de la obra del fotógrafo, trazar su evolución… etc; simplemente es una selección basándose en personajes del mundo cultural, y más concretamente, en las que fueron publicadas en varias publicaciones periódicas en su momento. Por tanto, demasiada gente conocerá y reconocerá estas obras como para sorprenderse.

Nada asombroso encontramos en el montaje, que es el rutinario, y tampoco en los textos de sala, que no dejan de mostrar lo subjetivo y poco esforzado de la selección.

En definitiva, aunque siempre es un placer contemplar la obra de este fotógrafo, por esa misma razón, se merecía algo mejor, una exposición como era debido, que verdaderamente profundizase en su trabajo, y no algo tan extremadamente superficial, que casi cualquiera que conservase los números correspondientes podría organizar en su casa.

Terminado:

-LÍRICA EN LOS MUROS, CARTELES DE ZARZUELA: como suele suceder en esta institución, prometen más de lo que dan.

A la hora de la verdad no es más que una pequeña colección de carteles, con una información de sala que sólo esboza obviedades, truismos, generalidades… y, en definitiva, es casi imposible que salgas de allí aprendiendo algo nuevo o descubriendo algo interesantísimo.

No negaré que las obras expuestas poseen cierta belleza e interés… pero no la suficiente como para desplazarse exprofeso allí, y teniendo en cuenta su emplazamiento, es más que probable que eso tenga que suceder.

En definitiva, incluso a los interesados y apasionados, como yo, del género de la zarzuela nos costará convencernos de que mereció la pena ir.

Por otro lado la App Cloudguide que han habilitado es un auténtico espanto y pérdida de tiempo (es tan absolutamente caótica que perderéis más tiempo intentando comprenderla que utilizándola) que desrecomiendo totalmente.

Museo de Antropología

-ESTRECHO DE MAGALLANES, LA FRONTERA DEL AGUA: después de la esplendida exposición del Museo Naval, reconozco que me quedaron más ganas del viaje épico y de ver la historia desde la otra perspectiva… pero esta exposición es cualquier cosa menos eso.

Como suele decir el dicho «siempre habla quien más tiene que callar», y no deja de hacer mucha gracia cuando determinados supuestos artistas se ponen reivindicativos y se dedican a exigir aquello que ellos mismos no están dando… mucho hablar de ecología, pero para montar la exposición que han hecho, la naturaleza ha tenido que sufrir las consecuencias; mucho hablar de colonización, y de los derechos indígenas pero los nombres occidentales de los artistas dan a entender claramente que ellos mismos descienden de aquellos que, según ellos mismos, exterminaron a los indígenas; se comenta sin fin todo lo que tenemos que aprender de estos últimos, pero con la tecnología de la que disponen hubiera sido imposible hacer esta misma exposición… etc, y así un sinfín de incoherencias más.

En definitiva, esta es, desgraciadamente, la típica exposición que nos muestra cuando el arte se vuelve inútil, y se ve, con crudeza y dolor para los que lo amamos, lo inservible que llega a ser y lo frívolo que puede resultar. Pero suele pasar con todo lo propagandístico.

La única parte medianamente interesante, si se obvia el insufrible punto maniqueísta que tiene, es aquella en la que se habla de los pueblos indígenas desde la perspectiva antropológica (la razón por la que yo fui a ver la exposición, por otra parte); el resto, como ya digo, los textos de sala son absolutamente sectarios, y las obras presentadas nada del otro mundo, de hecho, tiene gracia que sea un proyecto ex profeso y hecho en conjunto, porque muchas obras se hubieran podido presentar en exposiciones totalmente diferentes (y no me extrañaría nada que se hubiese hecho) y nadie hubiera notado la diferencia (de lo que se deduce el fracaso de todo el proyecto en su conjunto).

Con todo, reconozco que la exposición tiene una utilidad: el que reconozcan muy sutilmente (es decir, con fechas, pero sin decirlo), que fue a partir de la independencia, y por tanto, una vez que los indígenas dejaron de estar bajo la protección de la benéfica Corona española, cuando se hicieron salvajadas contra los nativos de la Patagonia; hablando claro: no fueron los habituales y terribles españoles de la (falsa) leyenda negra, sino los que ya se llamaban a sí mismos argentinos y chilenos, quienes los masacraron. 

Centrocentro

¡Cómo se nota que han cambiado las tornas políticas!, aunque ello no deja de ser preocupante cuando se percibe de forma tan extremadamente evidente: no debemos olvidar que los abusos de la segunda república española (regimen de extrema izquierda) llevaron al franquismo (regimen de extrema derecha), lo uno fue respondido por lo otro… y en esta época de polarización, eso da miedo, volver a repetir la historia… cierto que el gobierno de Manuela Carmena con Más Madrid, especialmente en sus primeros años, fue todo un desafío a cómo se había hecho todo antes… pero incluso eso se acabó moderando ante el descontento de los electores… el PP debería de dar su victoria por saboreada y no pavonearse tanto de ella (lo de que en cada arco de triunfo de la ciudad, con motivo de la iluminación navideña, ahora ya haya un nacimiento, es demasiado… aunque si eso fuera lo único: que la bandera constituya la clave de la iluminación navideña, es excederse a todas luces -nunca mejor dicho-… aunque, en realidad, incluso dejando esas cuestiones de lado, este año la he percibido como muy hortera en general)… ello lo detectamos, en el tema que estamos tratando en este artículo, en al menos dos exposiciones; una, de la que no hablaré porque no veré, que es la de Botero (han vuelto las exposiciones de pago, todo lo bueno que se puede ver aquí vuelve a tener que ser con dinero y sin ningún tipo de descuento minimamente accesible para los más desfavorecidos) y la otra, bueno, voy comentando….

-ELLE, 75 AÑOS AL LADO DE LA MUJER: exposición descaradamente publicitaria (y no se molesta en disimularlo), del tipo en el que está claro que han pagado al ayuntamiento por poder ponerla en el edificio, el asunto apesta a corruptela que te mueres.

Adopta un cierto tono feminazista (que extrañamente, se le ha escapado al PP, o tal vez les dieron suficientemente dinero como para mirar a otro lado) que resulta bastante ridículo para una revista de moda… pero bueno, aparentemente, al parecer, ahora resulta que «Elle» ha hecho más por la mujer que todas las activistas juntas, y ha tenido una función social imprescindible en la conformación de la sociedad actual… de risa; aunque, para reírse, mejor ver el vídeo de agradecimientos de famosos que han preparado….

En fin, yo creo que lo que lo dice todo es la portada que decidieron hacer con motivo del 10º aniversario, y que exhiben con tantísimo orgullo: una mujer objeto (Inés Sastre), y un montón de hombres (pero absolutamente ni una sola mujer) relevantes o importantes en la época. No me puedo imaginar mayor insulto al género femenino.

En definitiva, salvando algunas portadas clásicas, que pueden tener algún encanto de ver, no hay nada en lo que merezca mucho pararse en esta falsa exposición (porque en realidad es una campaña publicitaria descarada).

-GREGORIO ORDÓÑEZ, LA VIDA POSIBLE: y he llegado al punto del que hablaba cuando comencé a decir lo peligrosa que estaba siendo esta obsesión por dejar huella y borrar la del anterior… pues esta muestra va claramente en ese camino.

Fíjate tú que casualidad, una exposición sobre un político, del PP por supuesto, al que se eleva a la categoría de héroe, y por supuesto, de luchador incansable por la democracia (esa palabra que hoy, paradójicamente, usan más aquellos que quieren acabar con ella), y que, para colmo, finalmente es elevado al nivel de mártir por haber sido asesinado por ETA… y yo me pregunto, ¿pero esto a qué viene?, ¿qué tiene que ver la historia de un político vasco aquí en Madrid?, ¿cuál es, dónde está el enlace?… en realidad, es demasiado obvio, el enlace es que formó parte del mismo partido que ahora gobierna: el PP. Es demasiado descarado para ocultarlo, y demasiado intolerable para tragar con ello.

No mentiré, apenas me paré en la exposición (después de la de «Elle», consideré que ya había tragado suficiente propaganda por un día), pero lo que intuí en ella me desagradó profundamente… ¿es que acaso no fueron también asesinados políticos socialistas y de otras facciones políticas, civiles, militares…?, ¿de verdad era necesario dedicar una exposición a un antiguo compañero de partido? sinceramente, me parece demasiado. 

En definitiva, aparte de ganar, también hay que saber hacerlo (y comportarse adecuadamente acorde con ello), y francamente, la administración de Martínez-Almeida parece desconocer absolutamente este último punto; porque lo dicho: ni siquiera a Carmena, en sus más desatados y salvajes primeros tiempos de extrema izquierda, se le hubiera ocurrido algo así.

¿Aunque como evitarlo cuando toda la sociedad parece polarizarse? tenemos un montón de exposiciones feminazis en museos nacionales (hasta en el Prado), pues no en vano está quién está en el gobierno; ahora una sobre un político del PP… ¿pero a dónde se supone que vamos? ojalá que no sea a repetir la historia….

-ENTRE EL ARTE Y LA MODA, FOTOGRAFÍAS DE LA COLECCIÓN DE CARLA SOZZANI: esta parecía la única exposición medianamente aceptable en el Palacio de Cibeles… y ni siquiera.

Por el título, y por la publicidad, hubieras pensado que vas a ver una encantadora exposición sobre fotografía de moda, con imágenes que derrocharán estilo, clase y buen gusto por todas partes… va a ser que no.

En general (hay excepciones que confirman la regla) todo lo expuesto me pareció profundamente vulgar y, muchas veces ni siquiera artístico (incluso pornográfico) o siquiera bien hecho.

En definitiva, es suficiente con decir que en la exposición de «Elle», antes comentada, encontramos mejores fotografías… con eso lo digo todo, de hecho, demasiado acerca de lo extremadamente decepcionante que resulta la muestra de la que estoy hablando ahora.

-HILOS, CAJAS NEGRAS Y FETICHES URBANOS, EL PALACIO VISTO POR ELII: la típica exposición del tipo «yo sé tanto y tú sabes tan poco», que parece hecha sólo para que los comisarios de turno puedan pavonear su ego con toda desfachatez… para comprobarlo, sólo hay que leer los textos: insufriblemente pedantes a más no poder.

El montaje puede parecer original al principio, pero, al final, acaba por resultar repetitivo, poco original, nada práctico y de una estética tan pretenciosa como vacua.

Parece que algunas personas no son conscientes de que una exposición, siempre, absolutamente siempre, tiene la misión de difusión de algo en concreto al público; y, desde el momento en que se pone por encima de los asistentes, fracasa rotunda y estrepitosamente en ese propósito y por tanto no sirve para nada. Este es un caso muy claro de ello: es una muestra profundamente inútil, innecesaria y absolutamente estúpida.

Real casa de la moneda

Esta institución, a pesar de ser de general desconocimiento (no ayuda el que hayan quitado las banderolas en el exterior), excepto para los entendidos y apasionados de la filatelia y la numismática; y aún a pesar de haber sido popularizado el edificio por una conocida (y malísima) serie de Netflix, no parece necesariamente haber beneficiado al museo de su interior… con todo, la calidad de sus exposiciones temporales y de su programación cultural no hace sino subir y subir (sin mencionar que las hojas de sala son casi catálogos por su calidad, que hasta regalan posters y que la atención del personal al público es absolutamente impecable… etc). Cierto, no se puede decir que esté en un lugar céntrico (aunque tampoco puede afirmarse que esté a desmano, en las cercanías hay varias instituciones, monumentos y lugares de referencia cultural a tener muy en cuenta), y tal vez se pueda decir que obliga a ir a propósito… pero rara vez se ha visto, al menos en los últimos tiempos, que no merezca la pena.

Roberto Michel, escultor del rey

-ROBERTO MICHEL, ESCULTOR DEL REY: sin duda alguna, y por muchas razones, la mejor y más interesante exposición de todo Madrid, y además a varios niveles, tanto artístico como divulgativo, histórico… etc.

La verdad es que no hay muchas oportunidades de que nos presenten algo nuevo y a la vez conocido, es decir, que se nos permita profundizar de veras en algo que hemos tenido delante y que no hemos apreciado como deberíamos; que se nos descubra el secreto, la historia, de aquello que estaba ahí, y no percibíamos, no al menos totalmente, su punto extraordinario… y es ahora cuando la Real casa de la moneda nos da esa gran oportunidad, que no se debe desperdiciar, de ir más allá.

Roberto Michel es el típico artista del que todos hemos visto obras pero no nos dábamos cuenta de que eran suyas; pues bien, es ahora cuando la Real casa de la moneda, que posee la mayor parte de su obra, la saca del olvido en el que estaba injustamente empolvada, y la hace brillar con esta gran y completa exposición, recorrido y retrospectiva fantástica para conocer, o reconocer a un artista y descubrirlo a la vez que redescubrirlo.

Todo es destacable en esta magnífica muestra: montaje, folleto, obras expuestas, información de sala… etc; verdaderamente es uno de esos casos en los que no falla nada, en los que se combinan harmoniosa y maravillosamente, el placer del conocimiento con el éxtasis artístico; de los que pones como ejemplo y sobre los qué dices, «¿por qué no se hacen más así?» (supongo que la respuesta es «porque no todos los días se descubre una joya en el desván»).

En definitiva, sin duda alguna, la exposición absolutamente imprescindible en este momento en la villa y corte.

Casa museo Lázaro Galdiano

Es difícil ver que una exposición temporal brille aquí, la colección permanente siempre es la estrella… lo que nos habla del escaso esfuerzo realizado por la institución para mantenerse en la agenda cultural de la ciudad y su amodorramiento en el turista eventual… la reseña que publico hoy es el ejemplo ideal: lo que más merece la pena ser visto es una intervención mezclada, fundida, con la propia colección… y esto no es una excepción en absoluto.

-MUSEO DE PASIONES: aunque la tesis que nos propone Javier Viver es, cuánto menos, forzada y excesivamente retorcida e introspectiva, lo cierto es que en ocasiones, se le vislumbra algo de sentido, y, en cualquier caso, no se puede negar que, haciendo el esfuerzo, las reflexiones y el diálogo que propone con la colección permanente llegan a ser interesantes y motivadoras (aunque no necesariamente vayan por dónde el artista quiere, pero eso, ya es otra cosa).

Con todo, y teniendo en cuenta lo alejado de esta institución del centro y del resto de la actividad museística general (lo que obliga a desplazarse exprofeso), tengo mis serias dudas en dar una recomendación general. Por ello, prefiero sugerirla sólo a aquellos que disfruten con las instalaciones artísticas, y con el diálogo entre el arte clásico y el contemporáneo. También decir, que si has disfrutado iniciativas similares anteriores por parte de este museo, con toda seguridad, gustarás de esta también.

-KOLDO CHAMORRO: fotografías del tardofranquismo que apenas llamaron mi atención, y por las que pasee sin más. Pretenden tratar, con bastante poco éxito en mi opinión, el manido tema del fin de una época, especialmente en lo que se refiere a la cuestión religiosa y sus excesos… al final, yo sólo vi un archivo de época, que tampoco me decía mayor cosa, básicamente porque muchas de las cosas que se veían allí aún hoy pueden ser reconocidas, de modo que, lo dicho, sólo era gente vestida a la antigua y formando parte de rituales católicos más o menos pasados de moda.

No obstante, reconozco que, el montaje de la exposición, al contrario de lo que suelen ser los de esta institución (dónde el pabellón dedicado a esta cuestión parece ser más un destierro que un lugar de muestra), aún siendo tópico, al menos estaba algo trabajado (hablando claro: mejor que paredes blancas -generalmente rayadas, mal pintadas o claramente dejadas, ya sea por la humedad o un claro descuido- y fotos con marcos negros… cualquier cosa ya es un paso en la dirección correcta -aunque no necesariamente suficiente-).

 

Instituto Cervantes

Como se nota que ha cambiado la dirección, esta quiere dejar su huella y dejar claro quien manda aquí: hasta en tonterías como obligar al visitante a recorrer un vestíbulo de metros y metros, sólo porque el anterior hacía sus exposiciones allí. Supongo que ese es el pago que hacemos los visitantes, un pago al ego desmesurado de las nuevas personas que se ocupan de la cuestión expositiva en el Instituto Cervantes, y yo pregunto, ¿por qué el público general se tiene que enterar de eso?, ¿por qué no puede pasar desapercibido el asunto?, ¿por qué hay gente con tantísima necesidad de dar la nota y que se concentra tanto en llamar la atención y tan poco en mejorar las cosas que sí requieren mejora de verdad? (y esto no se aplica exclusivamente al mundo cultural)

-TAN SABIA COMO VALEROSA, MUJERES Y ESCRITURA EN LOS SIGLOS DE ORO: la misión original de la exposición consistía claramente en ser una aguerrida defensa feminazista, pero como los extremismos siempre se contradicen, acaba siendo un puro acto de comedia involuntaria: resulta fascinante, y divertidísimo, ver como los textos de las cartelas y el de los libros expuestos se niegan entre sí; y como la desesperada pretensión de politizar a esas mujeres en ideologías con las que no tienen nada que ver (básicamente porque en su época ni existían… pero la interpretación y visión contemporánea sobre hechos del pasado se ha convertido en el pasatiempo preferido de todo palurdo que se precie) acaba resultando paródico; pues, con la lectura de los textos originales de época que se exhiben, claramente ves que, si las autoras de estos pudieran resucitar y ver lo que se ha hecho con ellas, como se las está instrumentalizando, y como se tergiversa de forma manipuladora, vil y miserable sus palabras o el cómo estas han sido oportunamente descontextualizadas y reinterpretadas… sin duda alguna se volverían a morir de nuevo, no sé si de vergüenza, tristeza o en un ataque de rabia; o probablemente, algunas de ellas incluso protestarían airadamente y exigirían ser retiradas de inmediato de la muestra. Desgraciadamente, estas mujeres no pueden volver en espíritu, así que alguien tendrá que defenderlas, y ese, en el día de hoy, pienso ser yo.

No es sorprendente que un fanatismo, como es el feminismo radical pretenda, tras haber agotado la cultura popular a base de una estrambótica reinterpretación tras otra; ahora a través de intentos del ya típico y habitual victimismo, unido a silogismos y carambolas retóricas incluso más ridículas, pretendan probar sus falsedades y falacias con su nueva víctima: la alta cultura… del mismo modo que tampoco sorprende que, dado que los fanáticos siempre son personas poco leídas (sino no lo serían), sólo sean capaces de extraer lo que les interesa y creer que defiende lo suyo, sin pararse a pensar en que aquella cita que roban, viene de un corpus y contexto mucho más amplio… ¡pero qué importa si eso les sirve para realizar su magoneamiento!, al fin y al cabo, ¿cuántas personas se molestan en tener un pensamiento crítico, cuántas personas intentan practicar eso tan pesado del librepensamiento? la gente sólo quiere simplezas, mentiras que les permitan creer que, eliminado un enemigo imposible o inexistente (como el patriarcado) el mundo se convertirá en el paraíso terrenal.

Pero, como ya digo, resulta divertido observar contradicciones como el decir que los conventos eran un espacio de liberación femenina y feminista… a la vez que se tacha a la institución que los gobierna (la Iglesia católica) de institución patriarcal; o como, a la vez que se habla de como la mujer vivía oprimida por el sistema que no le dejaba posibilidad de expresión, también se nos comenta los maravillosos casos de las mujeres que triunfaban y vivían profesionalmente de su arte… vamos, de risa.

Podría ponerme ahora a denunciar, negar y explicar, en detalle, cada texto de la sala o el porqué su interpretación es totalmente errónea o está muy oportunamente manipulada con un fin muy concreto… pero para qué; y en realidad es mucho más fácil que todo eso: baste con, cada vez que se lea como sea victimiza a una mujer de algo, cambiar el género y reflexionar como hubiera sido para un hombre… casi siempre este último sale peor parado (las posibilidades de muerte son inmensamente mayores) o igual que ella.

En definitiva, baste decir que no se aprende nada en la exposición, salvo, tal vez, algunos nombres que se deberán investigar por cuenta propia, puesto que, como ya digo, todo lo que se lee en la muestra está tan extremada y vergonzosamente sectarizado que da auténtica vergüenza ajena… no sé, con el tiempo uno aprende a reírse en vez de enrabietarse. Las obras que se exponen también tienen cierto interés… en realidad, es lo único que lo tiene o de lo que puede aprenderse algo.

Así pues, la exposición consigue un logro no buscado pero muy meritorio, como es poner en evidencia al feminazismo y su incapacidad de comprensión de la mujer en cualquier época, y el como, respaldarse en neologismos (en todas las cartelas se encontrará alguna de estas palabrejas manipuladoras y arteras como: «patriarcado» -y similares- «de género» -y similares-… y en el colmo del equilibrismo neológico, ¡aún consiguen hablar de «código no binario»!, ¡en el siglo XVI!… la cosa como mínimo tiene gracia, lo que nos hace preguntarnos, ¿qué será lo siguiente?, ¿una exposición sobre como los extraterrestres construyeron las pirámides de África y América?) continuamente no prueba nada o, como se suele decir, repetir una mentira mil veces no la hace verdad.

En definitiva, puestos a reinterpretar y manipular las obras de estas pobres mujeres al gusto de cualquiera (pues lo cierto es que nada ha perjudicado más a la mujer en los últimos años que el feminazismo, ya que ha puesto en cuestión los derechos larga y duramente trabajados por el auténtico feminismo), supongo que, realmente, la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz se puede aplicar más hoy al feminismo radical que a los hombres, leed sino con un leve cambio:

Feminazis necias que acusáis
al hombre sin razón
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén
¿por qué queréis que obren bien
si los incitáis al mal?

Vuelve la campaña turística 'Comunidad de Madrid. Vuelve a conocerme' | es por madrid

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