Los eventos de otoño-invierno en Madrid 2014-2015

El ocio según Universo de A:

-La temporada de exposiciones 2014-2015 de otoño-invierno en Madrid.

-Temporada televisiva de otoño-invierno de 2014-2015.

-Los eventos de otoño-invierno en Madrid 2014-2015.

Estos enlaces anteriores (entre los que está incluído este artículo), son los llamados artículos recopilatorios, que se actualizan continuamente (hasta que termina la temporada que dice el título, momento en el que se publica uno nuevo), por lo que, para estar informado de todas las novedades, se recomienda volver a visitarlos a menudo.

Para una información más extensa o sobre otras cuestiones culturales (Turismo, críticas de Películas o Teatro… etc), visitar las secciones correspondientes que aparecen permanentemente en un listado a la derecha.

Si hay algo que aún no he publicado, y sin embargo te interesa, pregunta a través de un comentario, puede que te ayude, ya que a lo mejor lo he visto, pero no he tenido tiempo de escribirlo.

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Y con el verano, caminando directamente hacia su fin (¡pero septiembre aún es verano, y el calor tremendo de Madrid lo demuestra!), llega el momento de que Universo de A vuelva a publicar estos artículos culturales recopilatorios que recogen algunas de las mejores opciones culturales (o eso pretenden), y que como siempre se van rellenando y ampliando a lo largo del tiempo… ¡hasta la primavera concretamente!.

 

Apertura 2014

El evento que marca el comienzo de la temporada para las galerías de arte pretende ser un evento reseñable, pero no lo consigue. La programación de este año no apenas tiene nada relevante, y todo parece muy repetitivo (ni siquiera tienen un interesante happening como el año pasado).

Quizás es que no hay medios, quizás es que no está bien organizado (no se pueden conseguir programas impresos casi hasta los días antes, si es que los hay), quizás necesitan replanteárselo… el caso es que tal y como va, nunca será un auténtico evento a reseñar tal y como va.

Este año trataré de ir (algo que nunca antes había conseguido y que siempre complicaban del modo más absurdo) a una de las visitas por galerías; ya contaré que tal.

Post scriptum: finalmente he ido a varias visitas, este año ha estado muy bien organizado a nivel de gente, cualquiera podía presentarse allí sin mayor problema, y dado que se hacían varios grupos, aunque algunos estaban apuntados y otros no tanto, pues se llevaba muy bien; por fin una buena organización en ese aspecto, no como en años anteriores, que era un desastre porque no había forma de apuntarse.

Por lo demás, aunque la idea es buena (la de dar a conocer el mundo de las galerías con motivo de Arco y de la apertura), falla en la puesta en práctica por varios motivos:

-Es demasiado evidente el porqué han sido elegidas esas y no otras galerías para el recorrido, que incluso resulta forzado (por ejemplo, sólo ves una galería en la calle Orfila, que está plagada de ellas y ni siquiera las miras)… y sabes que el motivo no tiene nada que ver ni con el arte ni con la calidad de lo expuesto, sino con el poder y la influencia dentro de determinadas asociaciones. Sin mencionar que se han metido demasiadas galerías en el recorrido, con lo cual, apenas da tiempo de disfrutar lo expuesto (algo que desde la propia organización reconocen).

-Las guías están (o parecen) poco preparadas y no demasiado cualificadas: falta de capacidad oratoria; explicaciones breves, insustanciales y extremadamente difusas; descontrol del tiempo… etc. Dicho de otro modo, a un experto le aburrirá la visita y un novel no se enterará de demasiado.

-Parece haber un permanente caos organizativo: en algunas visitas está el artista o el galerista que explica y en otras ambos se desentienden del tema… es como si todo se tratara de una improvisación continua, un «a ver que pasa».

Sin embargo, no se pude dejar de resaltar como positivo la gran amabilidad de algunos galeristas, artistas y comisarios, muy dispuestos a explicar las obras y a mejorar la visita (aunque con un discurso preparado sería mucho mejor).

En definitiva, recomiendo el asistir a estas visitas que resultan especialmente interesantes si no se conoce el panorama artístico actual, o no se conoce demasiado el mundo de las galerías… ahora bien, cuando se ha asistido una vez, una segunda ocasión no va a aportar mucho más.

 

Vogue fashion night out 2014

Ni en broma, tenía un recuerdo difuso del año pasado, pero la relectura de mi artículo sobre el tema del año pasado ya me ha disuadido casi totalmente. Tal vez si me sobra mucho, pero que mucho tiempo y tengo muchas ganas de salir esa noche… porque creo recordar que ni alcohol gratis había (al contrario que en la noche de san Jorge Juan, que parecía una competición de a ver quien te emborrachaba más a base de cócteles… ¡genial! jajaja).

 

Beatificacion de Alvaro del Portillo

Da un poco de miedo cuando te enteras algo del tema (otro santo del opus), pues ya asusta la gente que puede ir (fanáticos peligrosos)… ¿pero cuántas oportunidades va a haber de ver una beatificación en España?, además, con lo que me fascinan a mí las ceremonias y lo espectacular que es la liturgia de la iglesia católica… bien es cierto que el asunto queda un poco lejos (en Valdebebas, a pesar de que hay otros actos en Roma, el Papa parece querer distanciarse un poco del tema este…), pero siendo algo tan excepcional y emocionante, bien lo puede valer.

Cuidado, que hay gente con entradas preferentes, y han traído a gente de todos los lados (sólo faltaría, como en cualquier acto político, que al fin y al cabo, esto no deja de serlo) así que la verdad sea dicha, muy bien seguro que no se ve; pero bueno, como ya digo, la excepcionalidad del evento, bien merece el pasarse por allí y vivir el momento histórico.

Post scriptum: ¡qué desastre organizativo, Dios mío!, se podría esperar mucho más de una institución como la Iglesia, con miles de años organizando cosas de este estilo. Y tiene gracia porque con sus reinvidicaciones de los cristianos perseguidos que no pueden estar hoy aquí, me recordaron… ¡al discurso del orgullo gay!, jajaja, con la diferencia de que las fiestas del orgullo si están asombrosamente bien organizadas, a pesar de todas las dificultades puestas por las administraciones públicas y de tener muchísimos menos recursos. Si al final la Iglesia va a tener que pedir ayuda a esos sodomitas para organizar sus eventos.

Aunque cuidado, la tendencia está cambiando -o eso parece hacer ver el Papa Francisco I, y lo cierto es que la Iglesia no está precisamente en su mejor momento para perder una parte tan importante de sus fieles-, no es para menos, la homosexualidad es como las enfermedades o la muerte: igualadora, pocas cosas hay más democráticas, toca en cualquier sitio, clase social, familia, nadie está a salvo… y eso está muy bien como lección de tolerancia y para que nunca olvidemos que todos somos iguales y estamos sujetos a las mismas condiciones naturales.

Pero volviendo al tema de la celebración de la beatificación: para empezar, el sitio que eligieron, tiene cierta lógica, va bien esa explanada gigante para juntar cuanta más gente mejor y que se vea en las cámaras que efectivamente así es… pero ya podían haberlo hecho en un lugar más cercano, céntrico y accesible (como la Castellana, ni que fuera la primera vez que se corta el tráfico en Madrid por un evento -o los católicos toman las calles, no olvidemos las pasadas JMJ-… aunque supongo que habría demasiados impedimentos visuales que en ese desierto llamado Valdebebas no había) pues no creo yo, que la administración les hubiera puesto muchos problemas (por no decir que les hubieran facilitado todo)… pues con el sitio que eligieron, llegar era todo un auténtico reto: apartado y lejos de todo; si no fuera porque había mucha gente yendo y viniendo al mismo lugar, cualquiera lo encuentra, en realidad, uno al final se deja guiar por la masa; que remedio, por otra parte.

La verdad, la cosa ya no tenía muy buena pinta en la página web, de hecho, daba la impresión de que no tenían ni idea de como organizarlo, pero como lo hace la Iglesia, y encima su rama del Opus que son capaces de tener a gente trabajando allí de sol a sol, pues imaginas que la cosa saldrá medianamente bien… pues no. La verdad es que ya no era muy buena señal el vídeo aquel con aquel señor bigotudo dando vueltas por el lugar desierto y diciendo chorradas, llegué a creer que les habían hackeado la web oficial, porque era totalmente imposible mantener la credibilidad con semejante vídeo (a todo esto, creo que luego desapareció, o por lo menos se sustituyó por información de verdad).

No es para menos, yo no llegué a conocer los misteriosos autobuses lanzadera que supuestamente te llevaban al lugar gratis y que pasaban cada no sé cuanto tiempo… son lo más inútil que he visto en toda mi vida, si no los hubieran puesto harían el mismo efecto. Los autobuses privados tampoco eran mejor, pues vi que no dejaban a sus pasajeros precisamente cerca (lo que da un buen ejemplo de lo mala que era la organización, ni siquiera lo hecho y calculado con meses de antelación estaba bien)… y el camino andando era una pesadilla. Lo único que estaba bien era tener a unos pobres jovencitos voluntarios explotados (ya hablaré de ellos con más detalle) guiando el camino.

Una vez llegados al sitio, el caos se apoderaba del mundo, nadie sabía nada, nadie te decía donde estabas, las indicaciones aparecían muy esporádicamente y parecían escritas en otro idioma porque eran incomprensibles. Y esto no era aún el colmo de la mala organización, porque lo mejor de todo era que nadie sabía ni siquiera donde estaba el escenario dónde se produciría todo el acontecimiento, y parece que desde la organización contaban con que la gente lo viera en pantallas, como si fuera en su casa (con la gran diferencia de pasar mucho calor o frío). Encontrar el altar fue una odisea, y aunque acabé bien situado (a base de picaresca y de colarme como hacía todo el mundo -¡hasta un voluntario me lo sugirió!-), estaba a kilómetros de distancia, y encima cuesta abajo, lo que, lógicamente, privaba a la gran mayoría de los asistentes de ver el acto, que tuvieron que seguir por pantallas.

Vista la importancia de este elemento audiovisual, se pensará que lógica y evidentemente estas estaban muy bien situadas, ¿no?, pues por supuesto que no; otro ejemplo de desastre absoluto, en el que las pantallas estaban ladeadas y siempre favorecían más al lado derecho que al izquierdo, yo no soy capaz ni de imaginar en que se supone que estaban pensando, ni quien fue el incompetente que se encargó del tema.

Y de cosas básicas como ir al servicio, despídete, siempre alejados y escondidos, sin mencionar que la odisea de llegar a un aseo no podría ser comparada con la de volver al sitio en el que estabas, con lo cual, cualquiera se atreve. También había confesionarios y todo… aunque al igual que los servicios, cualquiera encuentra el momento de ir, ¡con la dificultad añadida de descubrir uno que sea de tu idioma! (al menos el servicio funcionaba en todas las lenguas).

Y entre todo esto, los pobres voluntarios se volvían locos y se veían totalmente desbordados por las circunstancias (en un magnífico cóctel formado por falta de experiencia e información). Por supuesto, nadie se enteraba de nada, ni los susodichos, ni siquiera la policía municipal, a la que aquel evento le venía muy pero que muy grande (en realidad les vino enorme a todos).

Entre ellos había de todo, desde los que realmente eran amables y querían ayudar, hasta los que te engañaban deliveradamente para conseguir sus objetivos, pero todos tenían algo en común: no se enteraban de la misa la mitad (figurada y literalmente, ya explicaré porqué). En todo caso destacaban por ser los típicos jovencitos religiosos: muy amables, educados y respetuosos, de voces más bien aflautadas, e irónicamente, un poco amanerados (quizás sea porque en nuestra cultura asociamos lo masculino a la fuerza y lo femenino a la debilidad, y la bondad, quizás se puede considerar una forma de debilidad…) y probablemente de familias bien (que para eso son del opus). Pero eso no es lo más curioso, lo más alucinante es que gracias a ellos descubrí el «catholic new look» (el nuevo look católico), porque, tiene gracia, está claro que no se habían coordinado para ello, ¡pero iban como uniformizados!, todos llevaban la misma ropa con variantes muy ligeras: pantalones chinos delgados de un color parecido al beige (sólo vi a uno con vaqueros, debe de ser el rebelde perroflauta del grupo) y con camisas de manga larga de colores primarios suaves; además, naturalmente, del chaleco que los identificaba a todos; la verdad es que fue apasionante descubrir el estilo que arrasa en el opus.

Sea como sea, los pobres, después de tantísimo esfuerzo y de pasar por todo lo pasable, se supone que tendrían su premio, ¿no?, ¡pues encima nada!, porque les vi pasando a las zonas preferentes en medio de la misa y aún así los pobres no conseguían asiento, de verdad, ese tema no es normal.

Pero volviendo a mi vivencia personal, fui avanzando a lo largo de las rotondas, al principio sin comerlo ni beberlo, ni saber donde estaba, poco después ya colandome descaradamente como hacía todo el mundo, y, milagrosamente (ya puedo testimoniar un acto sobrenatural del beato) conseguí situarme en la zona C1, dónde incluso veía, de lejos, pero veía, el escenario que habían montado para la ceremonia con su altar y todo. Esto, aunque no parezca gran cosa, ya era muchísimo en comparación con la pobre gran mayoría, que tuvo que seguir la ceremonia desde una pantalla, vamos, que si se hubieran quedado en casa no hubiera habido gran diferencia (bueno sí, estarían más cómodos y no pasarían un calor terrible), y que conste que yo acabé muy bien situado, ¡hasta estaba sentado en silla!, aún no me explico como lo conseguí.

Y se produjo la ceremonia, una misa alargada de dos horas (lo habitual, más las cosas de la beatificación en sí, una preciosidad) en el abrasante calor de Valdebebas que ayudaba a adormecerse… bueno, a todos excepto a un niño que durante la ceremonia hizo de todo: bailó, corrió, convirtió su programa en un sombrero, todo ello ante la indiferencia de los padres que pasaban del tema, nunca me hubiera imaginado algo igual, y menos en ese ambiente.

Pero la ceremonia en sí (y razón principal de mi ida al evento) no me decepcionó en absoluto, quienes sigan este blog, saben lo que me gustan las ceremonias, los protocolos y el estudiarlos… ¡y la Iglesia católica es lo más! (de hecho, quizás sea la única institución que sigue conservando muchos de sus ceremoniales, puesto que la gran mayoría de las otras instituciones se han ido deshaciendo de ellos, incluídas muchas monarquías -¡qué pena!, la pompa y el boato muchas veces envían un mensaje mucho más claro que ninguna otra cosa que puedas decir o hacer-), espectacular como no se podía esperar de otro modo, fue maravilloso asistir al acto histórico de una beatificación aquí en Madrid (porque en Roma estarán cansados de verlas, seguro que en el pontificado de Juan Pablo II tenían una al mes).

Eso sin mencionar la banda sonora, ¡yo quiero la música de la beatificación!, una magnífica orquesta y coro tocaron unas melodías, bellas, curiosamente atemporales y muy apropiadas para la ocasión.

Como ya he dicho, me encantó la ceremonia en todos sus gestos, formas, símbolos, toda esa magnífica grandilocuencia tan maravillosa y deslumbrantemente teatral propia del catolicismo… pero no por ello fue perfecta. De nuevo la organización, que más parecía que trabajaba para el PCE que para la Iglesia (porque cualquiera diría que pretendían sabotear el tema) se encargó de que todo quedase deslucido.

Había traducciones simultáneas en varios idiomas… excepto, naturalmente, el español. Uno puede pensar que el tema tiene sentido, estando en España, el acto sería en español, ¿no?, pues se habló en todos los idomas posibles casi excepto el nuestro, en el que de vez en cuando aparecían algunas palabras; por lo demás oímos: latín, inglés, italiano… etc (porque uno conoce varios idiomas y además estudió el bachillerato de letras, que si no…). Y entonces vi donde estaba el negocio, a los que habían comprado las entradas más carísimas les daban también un libro para seguir el oficio y enterarse de algo (eso si contaban con traducción, supongo que sí); el resto, como si no hubiese pasado el Concilio vaticano II. Bueno, eso contando con que los que tenían los libros, programas y revistas varias se enterasen de algo, porque una vez más, la deslumbrante organización consiguió una nueva proeza dentro de sus ya vastas calamidades, consiguiendo que cada altavoz sonara a su hora diferente, yendo totalmente descordinados y creando, no ya un insoportable eco, sino una especie de canon de Pachelbel en el que unas voces se superponían sobre otras (milagrosamente, la música fue la única que se libro de esto, pero todo lo hablado fue tal cual).

Lo único que estuvo brillantemente calculado fue el momento de la comunión: un ejército de sacerdotes (y luego dicen que hay falta de vocaciones) bajo el amparo de paraguas con la bandera del Vaticano, salieron en procesión y se colocaron como robots cada uno delante de una fila. En cuestión de segundos toda la multitud había comulgado, increíble, realmente increíble, un milagro organizativo (lo habrá hecho también el beato) dentro de un interminable conjunto de desastres.

Y a pesar de mis múltiples esfuerzos por enterarme del tema, al final no conseguí averiguar cómo o porqué ha conseguido la beatitud el señor este al que estaba dedicada la ceremonia (y eso que conseguí una de las revistas de la gente que pagó y la leí por encima. La dejaron tirada en medio de la calle… que poco respeto). Hasta el momento, lo único que he conseguido sacar en claro es que era muy humilde, y sobre todo, el número dos y sucesor en la Obra de Escrivá de balaguer, que creo que debe de haber sido lo más relevante para su subida a los altares, porque yo no alcanzo a verle otro mérito. Al menos tiene cara de buena persona, quedará bien en las imágenes si lo tallan o esculpen bien.

De las escasas cosas buenas, es que te regalaban bebidas (porque cualquiera socorría a alguien allí… tampoco vi al samur por ninguna parte… que miedo), tanto aguas (en mucha más abundancia) como zumos (que había que luchar más por encontrarlos y conseguirlos), todo lo cual fraguó en un curioso fin de fiesta o «restos de botellón católico» formado por grandes montones de botellas agua mineral y zumos de diversos sabores, bolsas y plásticos varios, todo ello acumulado en las calles de donde la gente intentaba salir de una ceremonia que se había adentrado bien en el mediodía, para intentar volver, como sea, a algún lugar civilizado. Algunas personas, más preparadas, se trajeron su nevera y todo, y se pusieron a celebrar el almuerzo en medio de la carretera en amor y compañía, así tranquilamente, gente inteligente hay que decir.

Pero el resto de los mortales, o más bien de la ingente masa (la ocurrente organización se había encargado de que la gente viniera, ahora bien, de como iba a llegar o se iba a ir… ¡ah!, ¡es tu problema!) que intentaba desesperadamente salir del desierto de Valdebebas, y ante el miedo de pasar cuarenta años por allí como los personajes bíblicos (además de la escasa posibilidad de que lloviera maná del cielo, algo que hubiera venido muy bien, pues ya estaba bien entrada la hora de la comida), buscaba en vano como volver a algún lugar habitado… entre tanto, la, hasta ese momento, penosa estructura que controlaba el evento se derrumbó por completo y dejó a las masas a su merced; nadie sabía nada, y lo que es peor, nadie quería saberlo, ni responsabilizarse del tema, todo el mundo utilizaba las exasperantes palabras «creo», «supongo»… etc, que tan poco gratas son de oír cuando has pasado horas bajo el sol y no tienes ni idea de como salir de un sitio y alcanzar la legítima meta de volver a tu casa.

Por tanto, el final de todo, fue ya el apocalípsis, con gente desesperada que no sabía a donde ir… si la ida ya había sido un desastre, la vuelta fue incluso peor. Al final uno deja de lado lanzaderas, autobuses (y las ingentes masas de personas que las esperan) y trata de descubrir por donde ha venido (menos mal que lo traía anotado), y más o menos, va encontrando gente que va al mismo sitio.

En cualquier caso, no puedo dejar de destacar la malísima organización, de auténtica vergüenza ajena, y más tratándose de un evento de este tipo, en el que se espera gente muy concreta (que ya casi está acordada) y llevado a cabo por una institución como la que estamos hablando. Vergüenza ajena.

Después de todo esto, yo lo tengo clarísimo, no vuelvo al Te deum del día siguiente, como dice el dicho, muy apropiado para la ocasión, «santo Tomás, una vez y nada más».

Y saliéndonos ya totalmente del tema, la verdad, no me explico como la Iglesia católica puede apoyar esas ramas adyacentes del Opus dei y los Neocatecumenales; entiendo perfectamente que les traigan fieles (y muy fieles además) y que les den esas garantías… pero a que precio, sus métodos de secta son demasiado evidentes (los neocatecumenales llegan a celebrar misas de hasta seis horas) y terminan con la tocadísima credibilidad de esta institución que si bien siempre ha superado sus peores momentos en la historia, nunca ha sido porque se mantenga indiferente a la realidad.

Pero para bien o para mal, la política ha tenido a menudo más peso que la religión, así que quizás debemos de ver esta nueva beatificación como un gesto peligroso, pues aunque hecho en Madrid todos los actos centrales, y no en Roma, está claro que sigue habiendo gente muy poderosa y sobre todo radical, fanática y ultraconservadora en el seno de la institución; al fin y al cabo, ya han conseguido poner a otro de los suyos en los altares.

 

La oktoberfest madrileña

Cuando estuve en Baviera, llegué al final de la Oktoberfest (la auténtica), así que no llegué a verla… pero supongo que será bastante mejor que esta.

Instalada en el palacio municipal de deportes (siempre sentiré vergüenza ajena por eso de «Barcklay center»,»Vodafone Sol» y todas esas porquerías inadmisibles, y me negaré a utilizarlas), es realmente un gran bar decorado a la alemana.

Supuestamente ha sido un éxito, yo no he visto tanta gente, también es cierto que ha sido un sábado a mediodía.

En cualquier caso, cualquiera puede entrar a la terraza de la oktoberfest, que basicamente, es uno de los palcos del recinto con entrada libre para poder seguir sacando más dinero, y desde el cual se puede contemplar todo, como si estuvieras en el zoo.

 

Fiestas de la Virgen de la Melonera (la Virgen del puerto)

El distrito de la Arganzuela no deja de sorprenderme, a pesar de su apariencia, debe de ser uno de los más ricos de la ciudad, porque no hay vez que vaya al Matadero que no les descubra celebrando algún tipo de fiesta a todo trapo (y eso sin contar las del propio Matadero).

Como siempre, estas fiestas tienen un cierto encanto popular y barriero, por lo que merece la pena echarles una ojeada. Cierto que vistas una vez, pues ya no hay mucho más, pero siempre merece la pena conocerlas.

Post scriptum: ahora, al borde de su finalización, quiero comentar alguna que otra cosa que me ha llamado la atencion, y eso es Carmen Rodríguez Flores, concejala y presidenta del distrito de la Arganzuela… no he visto cosa igual, más que la concejala parece la reina del barrio.

Ya en el tema del aspecto, es la típica señorona de derechas (tardé bien poco en darme cuenta de que era del PP): su pelo está tan fijado y lleva tanta laca que si usa los sprays inadecuados, bien fácilmente podría ella sola crear otro agujero en la capa de ozono, y por supuesto, va siempre repeinadísima (excepción en la fiesta, ¡se desmelenó totalmente, casi parecía socialista!, con el pelo desordenado, eso sí, no se le movía uno… al día siguiente, por supuesto, ya volvía a estar impecable); sin mencionar la ropa superelegante y megaescogida con la que siempre se la ve, muy de acto oficial; es más, yo soy incapaz de imaginar a esa señora con bata y friendo huevos, de verdad.

Y debe de haber elecciones pronto, porque esta mujer parece estar en permanente campaña electoral. La verdad es que ya la había visto en algún que otro acto del barrio, pero lo de estas fiestas me ha confirmado su populismo desmesurado y ansias de protagonismo (más bien esto último), no hay actividad a la que asista en la que ella no acapare algo las luces: si es un concierto, conseguirá que le dediquen alguna canción o que incluso la suban a cantar (que por cierto, no lo hace mal); si es una misa, leerá una lectura… etc. Todo ello sin mencionar lo que hace por su propia cuenta, que si ve a alguien bailar, rápidamente irá a seguirle el rollo como si no hubiera mañana… eso sí, siempre bien provista de un fotógrafo que constate para la posteridad lo mucho que se preocupa de sus vecinos (a todo esto, ¿vivirá siquiera en la Arganzuela?, terrible y llamativa cuestión…).

¡Pero la mujer no sólo atiende a esto!, es divertidísimo ver como no para un momento en la silla, para «ayudar al desfavorecido» y «desfacer entuertos» como si fuese el Quijote, ya sea conseguir sillas para ancianos, preocuparse por una persona que se desmaya, o lo que sea con tal de ganar el favor del populacho… lo cual, y eso es lo más divertido, paradójico e irónico, pues contrasta directamente con su actitud de sólo aparente cercanía, frente a lo anterior, siempre está rodeada de personas de la organización, y habrá grandes barreras que dividan y alejen a la aristocracia de la plebe, los que tienen «reservado» de los que tienen que ir horas antes si quieren coger sitio.

Todo ello me ha llevado a imaginar acerca de como serán las cosas en la Arganzuela, y que, mientras en la Latina y Lavapiés sucumben a la poderosa influencia de las mafias, esto… asociaciones castizas (hasta el punto de que nunca he visto a nadie oficial acudiendo a las fiestas de la Paloma y demás); la mujer esta, más conocida como «doña Carmen» (sí, esto ya parece «El padrino», va a resultar que ella es la líder de la mafia del barrio), ha conseguido centralizarlo todo alrededor de su persona (en plan Luís XIV, y no creaís que su actitud se diferencia mucho) y conseguir someterlos a todos a su voluntad (¡sí, a las asociaciones también!).

Además tiene un sistema político maravilloso, nunca visto, para conseguir el aprecio de la gente: dar pena. Siempre que la veo dar un discurso, o ha perdido a alguien o le ha pasado algo con alguien; el caso es que siempre tiene un problema personal (entendámonos, todos los grandes problemas que puede tener una señora hiperburguesa de su edad) que confía cariñosamente a sus vecinos, ¡es tremenda!.

Reconozco que la mujer esta y su regio porte me tiene fascinado; tal vez me equivoque y realmente ella sea así de «cercana» y puede que sí que se preocupe por sus vecinos, estos realmente sientan aprecio por ella y consideren que hace bien al barrio (por algo está en un cargo electo), pero en política el caminar a ciegas es la norma… como lo es el misterio de como es posible que estas fiestas hayan tenido coste cero para las arcas municipales, según el programa oficial.

Por lo demás, las fiestas están bien, el ambiente en general es, curiosamente, bastante bipolar, o hay gente bastante mayor, o gente muy joven, no hay un termino medio (todo va por horas); y como ya he dicho, merece la pena pasarse al menos una vez, aunque sólo sea porque, además, no se suelen ver barracas de feria muy a menudo en Madrid.

 

Semana de la arquitectura

A finales/principios de octubre, como siempre, vuelve la Semana de la arquitectura.

Este año por el programa no parece gran cosa, diría que incluso se han caído edificios y que el evento se ha visto bastante reducido.

Por su parte, tampoco parece muy bien organizada; conseguir plaza para los itinerarios es entre difícil e imposible, y da demasiado la impresión de que «quien tiene padrino, se bautiza», es decir, que las plazas están ya muy asignadas antes de que nadie pueda apuntarse por medios oficiales a ellas, no en vano, sin siquiera aparecer el formulario de inscripción… ¡ya aparecían todas las plazas cubiertas para las visitas más interesantes!, ¡qué gran e inmensa casualidad!.

En fin, seguiremos informando.

Post scriptum 7-10-14: Los temores iniciales parecen confirmarse, ¿se encuentra la Semana de la arquitectura en plena decadencia?, visitas que se cancelan o aplazan, enchufismo descarado y evidente a la hora de favorecer a estudiantes de arquitectura en las colas… etc, conforman un peligroso corpus de corruptela que no está beneficiando en nada a esta actividad de difusión que tanto prestigio y tan gran evento había conseguido ser en los últimos años.

Por otro lado, en cuanto a los guías, pasa algo muy desagradable pero habitual, depende de quien te toque, tendrás una visita de un modo u otro, tanto te puede tocar una muy buena, como otra pésima… y es que no parece que haya un control sobre lo que los guías hacen, alguna uniformidad o «garantía de calidad»… todo es desagradablemente arbitrario, de modo que puede ser una auténtica pérdida de tiempo.

También parecen haber quedado atrás, muy por desgracia, otra de las más grandes e interesantes cosas de este evento, que era la posibilidad de entrar en lugares normalmente no abiertos al público, de modo que, en cierto modo, las visitas parecen vulgarizarse, y una vez más, como ya digo, el prestigio del evento parece ir en dacadencia.

Como curiosidad, reseñar lo vinculadas que están, especialmente las guías, con el tema… hasta tal punto que, a pesar de que el color de este año es un naranja bombero más bien poco favorecedor, algunas de ellas no han dudado en jugar con los colores de identidad visual (el mencionado naranja y el blanco) a través de su atuendo, ya sea con coleteros, prendas de vestir… ¡e incluso maquillaje y tinte del pelo!, dan su apoyo e imagen a esta semana con la que claramente se están volcando a nivel de imagen; algo fascinante, hay que reconocerlo.

Y por cierto, prestad especial atención a las hojas que os entregan, algunas no tienen desperdicio y son un ejemplo de lenguaje técnico hipercríptico (esto antes, tampoco pasaba, ¿qué está sucediendo con este evento?), sino, prestad atención a esto: «la red de soportes, vigas y arriostramientos se traba en actualizada versión neogoticista que enfatiza el esqueleto portante en acendrado discurso estructuralista, coronado por la traslúcida campana central de vidrio soportada sobre una sutil telaraña de leves barras metálicas. El singular perfil períptero, cuyo cerramiento de amplios ventanales no oculta el expresionismo estructural de enfáticos voladizos, culmina en las empinadas cubiertas rematadas por circular enjambre de claraboyas a modo de púas o pináculos, mientras una grieta desgarra la unidad volumétrica en dramática penetración que anuncia el espectacular interior». Dicho esto, ¡para qué explicar nada del edificio, ha quedado clarísimo, ya no sé porque se molestan en poner guías!, yo con sólo realizar tal lectura he tenido la visión más clara imaginable del tema.

Post scriptum 10-10-14: a punto de terminar esta semana, puedo confirmar lo que llevo diciendo todo esto y que comentaba más de una persona en las visitas: este año ha sido desastroso; entre los itinerarios cancelados; el misterioso vuelo de las entradas a saber donde; los evidentísimos enchufismos y corruptelas extrañas de todo tipo; los guías poco competentes y escasamente preparados (tanto en edificios como itinerarios, a una buena parte se les ve claramente que no tienen ni idea de lo que hablan y que sólo están soltando un discurso como un loro; y lo peor, al igual que estas aves, como no entienden lo que dicen, pues sueltan todo tipo de barbaridades); y los escasos atractivos de lo finalmente preparado para este año… han hundido la Semana de la arquitectura, y ponen en cuestión el que había sido uno de los mejores y más consolidados eventos del año en Madrid.

Y tiene gracia, porque creo que este año incorporaron la figura de los organizadores de la fila, así que todo debería de estar mejor organizado… pero tristemente, no es así, puesto que los que se encargan del tema se ven totalmente desbordados por ello, se agobian, son incapaces de poner orden o siquiera responder preguntas….

Desde luego, sigue siendo toda una oportunidad para ver lugares que normalmente no son visitables (aunque incluso eso, cada vez menos), pero mucho me temo, que este no ha sido su mejor año. Esperemos que el próximo consigan remontar con la calidad del pasado.

 

Día de la banderita

Este año se celebra el 8 de octubre… pero cada año es diferente (yo este año es la primera vez que cojo en evento y porque me he molestado mucho en ello). Todos sabemos que es un día mitificado por la famosa película española de «Las chicas de la cruz roja»; pero en la realidad del hoy día encontraremos mesas con personalidades (Realeza incluída, y por otra parte, tradicionalmente siempre muy vinculada a esta causa como a tantas otras filantrópicas) y un concierto en Callao… como para no donar a tan insigne institución.

Post scriptum: aunque finalmente no he disfrutado tanto del día porque no he tenido tiempo, sí que me parece un evento para recordar e interesante de vivir… aunque por supuesto, la ficción supera a la realidad.

Sí hay chicas de la cruz roja pidiendo donativos, pero tampoco os creaís que se molestan mucho en ello. respecto a las personalidades, todo el mundo desearía que estuviesen más tiempo que sólo unas horas por la mañana; y que en general las mesas ofrecieran más cosas.

Sin embargo, ha sido todo un acierto el escenario con música en Callao, aunque, una vez más, debería de haberse extendido más en el tiempo, y haber habido más actuaciones.

En realidad, mucho me temo que al día de la banderita le queda mucho para convertirse en un gran evento (lo que le beneficiaría mucho, pues lograría más donativos y sería toda una fiesta de la solidaridad), lo cual probablemente podría conseguir con las siguientes condiciones:

-Establecimiento de un día fijo para la celebración, eso de un día cambiante es desconcertante y no ayuda a que la gente participe, todo se basa en una absurda improvisación y el qué pasará.

-Aumento de las actividades para que la ciudadanía se pueda vincular, acuda en masa… y por tanto done.

-Publicitación del tema, si lo convierten en una fiesta de la solidaridad que sea conocida y a la que muchos vayan o participen, los donativos aumentarán cuantiosamente.

-Mayor presencia de personalidades, durante más tiempo y en más cantidad; cuantos más estén implicados, más relevancia tendrá el acto, seguro que muchos de ellos no tienen problema en prestar su imagen gratuítamente a una causa solidaria.

-Mejorar la información para participar en cuestiones de voluntariado y facilitarlo.

En fin, a pesar de todo lo anterior, sí que es algo que recomiendo vivir y disfrutar al menos una vez… si es que lo conseguís, porque el tema no lo ponen nada fácil.

 

Madrid otra mirada

Primera vez que se celebra este evento (aunque creo que hubo un ensayo previo el año pasado con el barrio de Malasaña) que pretende ser algo emocionante y excepcional a nivel cultural… que lo consiga, no estoy tan seguro (y, como siempre, fíjate tú que casualidad, la mayor parte de las inscripciones ya están hechas). Seguiremos informando.

Post scriptum 19-10-2014: lamentablemente, mis primeras impresiones han sido las correctas, muy mal organizado y peor coordinado, el ayuntamiento pide a ciertas instituciones que colaboren, se olvida del tema y el caos se cierne sobre el acontecimiento que acaba haciendo aguas por todas partes.

La desinformación fue la base de todo, la gran mayoría de la gente no se enteraba de nada y todos estaban perdidos; las actividades se desarrollaron mal en general (las visitas guiadas a iglesias fueron una vergüenza en la que la incompetencia de los guías rivalizaba con la escasa duración de la visita) y pocos casos se salvaron de ello.

Y ya no mencionemos el folleto y la página web con informaciones incorrectas, en las que se aseguraba que todo era gratis y luego había que pagar… un desastre. Y mejor no comentar el tema de la permanente y contumaz impuntualidad, o las reservas que taaan necesarias eran, pero que no se hacían efectivas porque la gente no venía….

A la hora de la verdad, todo dependió de las instituciones finales que organizaron el evento (pues al ayuntamiento todo el tema se la acabó trayendo al pairo), y sólo aquellos que realmente quisieron implicarse, y mostraron mejor voluntad hacia el público y el evento, lo hicieron bien (porque lo cierto es que había muchas «falsas actividades especiales», dicho de otro modo, algunos no organizaron nada, e hicieron pasar como actividades del evento lo que ya tenían planificado), por mencionar algunos que destacaron para bien: la Real academia de bellas artes de San Fernando (que, aunque todo el tema le venía grande, consiguió salir adelante con cierto éxito, y mostrar lugares interesantes y desconocidos de la academia); el Cuartel general del ejército del aire (magnífico ejemplo de planificación y buen hacer -sólo faltaría, es el ejército-, y con un peculiar gusto por la captación… ¿se encuentra nuestro glorioso ejército, heredero de los famosos tercios que hacía temblar Europa, sin bravos españoles?) o el Teatro de la Zarzuela (que, en una falta absoluta e ilógica de previsión de público, consiguió solucionarlo medianamente, habilitando los alrededores del ambigú -donde se celebraba el recital-, convirtiendo el foyer en un improvisado teatro, con sus palcos y todo; la razón pedía a gritos que abrieran la sala principal, pero bueno, tampoco fue mala solución del todo, y permitió el acceso a un público que de otro modo se hubiera quedado fuera -aunque con la consecuente inseguridad de todos, no quiero ni imaginarme que hubiera un incendio, pero no hay que ser tan cenizos y exigentes-).

En definitiva el programa «Madrid otra mirada» se salda con un sonoro desastre que no consigue sus propósitos y que tendrá que mejorar mucho de cara al futuro, y más, si pretende convertirse en uno de los grandes eventos de la capital del Reino, una pena, parecía el gran sucesor de la tan echada de menos «La noche en blanco» (que tanto criticaron algunos «artistas»), pero mucho me temo que eso no va a suceder, al menos de momento; mucho me temo que el Área de Las Artes, Deportes y Turismo del Ayuntamiento, que tan alabada ha sido en el pasado por este blog a la hora de organizar eventos, ha perdido totalmente su toque.

Todo ello, sin mencionar lo indignante e intolerablemente hipócrita que resulta un programa de estas características sobre la defensa del patrimonio de Madrid, cuando media Gran Vía parece estar en peligro de desaparición, me refiero, por supuesto, tanto al Palacio de la música como, muy especialmente, al Edificio España; y el ayuntamiento sólo parece mover el dedo para firmar ordenes de derribo, en vez de proteger el patrimonio como supuestamente defiende y debería hacer. Que poca vergüenza.

 

Día de la hispanidad, Fiesta nacional

Parece que hasta este evento ha perdido brillo, pues no parece que, aparte de las habituales gratuidades en los museos nacionales, vaya a haber mucho más… quizás es porque Madrid está resacosa de la Semana de la arquitectura y prepara su próxima borrachera cultural de Madrid otra mirada; pero es una pena que la fiesta nacional, que siempre ofrecía buenas oportunidades de ver cosas interesantes y extraordinarias, se quede en nada… y es una pena, porque hubo años en los que incluso se abrieron sitios como el Palacio de Buenavista, que tan dificilísimo es de visitar (compitiendo con el de Liria en ese terreno; aunque por encima de todos, a nivel de imposibilitación de toda visita interior, y eso que supuestamente es un BIC, está ese sitio hortera que es el Casino de Madrid).

Por lo tanto, y no habiendo gran cosa que ver, la verdad es que quizás haya que volver a la tradición de hace unos años de este día no salir por Madrid, pues entre que todo está paralizado, y todo es extremadamente complicado… no merece la pena. Y como se ha dicho anteriormente en este blog, ¿para que ir a un desfile en el que ni siquiera se puede ver la tribuna de autoridades y todo hay que verlo mal y desde lejos?, es una pena, pero este evento tiene todas las cosas malas de las celebraciones masificadas y le están quitando de la forma más imprudente todas las buenas.

Y por supuesto, están las fiestas del barrio del Pilar… pero no ofrecen nada que no se espere, ni se pueda imaginar en unas fiestas de barrio.

Post scriptum: lo dicho, música, atracciones… y como toque medianamente original y de implicación de los vecinos, una especie de muestra de rap (que parecía más bien pop, era una especie de «rap rosa») y la celebración de una extraña Oktoberfest (tras el supuesto éxito de la anterior, ver arriba) en la que se cobraba la entrada de la forma más aleatoria (si llovía). Lo dicho, una fiesta de barrio sin mucho más aliciente.

 

Conciertos de Patrimonio Nacional

Los nuevos cambios en la gestión de esta institución están pasando una factura muy cara a los asistentes a los ya escasos y «secretos» conciertos llevados a cabo en instituciones de Madrid capital.

Digo esto, porque toda la actividad cultural musical parece haberse desplazado fuera de la ciudad, y, exceptuando los Stradivarius, las provincias parecen haberse llevado todos los conciertos consigo, dejándonos en Madrid sin nada. No digo, y no dejaré de defender, que está muy bien que en todos los monumentos de Patrimonio Nacional tengan su necesaria y legítima actividad cultural… ¡pero sin privar a los demás de ella!.

A ver en 2015, pero de momento, no se atisba un próximo disfrute de algún concierto en la Real Capilla o en uno de los Reales Patronatos de la villa y corte.

 

Conciertos de la fundación BBVA

Paradójicamente, muchas personas no los conocen, y demasiadas sí. ¿Por qué? porque para lo que vale la pena es casi imposible conseguir entrada; bueno, lo que vale la pena que es clásico, porque lo moderno rápidamente se consigue y durante el transcurso del concierto no tarda en ser desalojado.

No obstante, para acudir, hay que estar apuntadísimo en las actividades de la fundación, si no, no te enteras ni en broma.

La verdad, es que el apoyo de esta institución a la música clásica moderna, por una parte está muy bien (pues fomenta la cultura), pero por otra, le hace a uno preguntarse donde se invierte el dinero que ganan, terrible pregunta para ser formulada mientras suenan las disonantes melodías de los creadores de hoy día.

 

Fiesta del cine

Poco tiempo queda para el comienzo de uno de los eventos que provocará colas fenomenales, y todo tipo de complicaciones para acudir a los cines entre semana. Ahora bien, ¿la cartelera lo vale? habrá que esperar, pero yo no estoy muy seguro de que merezca mucho la pena… y todos sabemos que lo barato sale caro, el caso del año pasado es una buena muestra de ello.

Sin embargo, me resulta imposible no alabar esta iniciativa que demuestra que, a un precio razonable, el cine sigue siendo capaz de convocar a las masas y que sigue interesando como medio. Hecha esta demostración, nadie puede argumentar otra cosa.

Post scriptum 24-10-14: a tan poco tiempo del comienzo de la fiesta, tengo casi decidido que no participaré. No veo nada interesante en la cartelera, y francamente, con el tiempo he aprendido a ser más exquisito decidiendo en que paso las horas de mi vida (en otra época se me hubiera nublado totalmente el juicio con los descuentos, pero cada vez menos), que al fin y al cabo, nunca más van a volver, ¡y hay tantísimo que hacer siempre, tanta oferta siempre inabarcable!.

 

Conciertos y conferencias de la fundación March

Este año son en general tan poco interesantes… que desafortunado comienzo de temporada. Sin embargo, se dice que se va a potenciar especialmente el teatro musical y la opereta más tarde, a ver si es verdad.

Aunque lo cierto es que todos estamos convencidos de una misma cosa, necesitan un auditorio más grande, para cualquier cosa que merezca la pena es imposible conseguir entrada.

 

Eventos varios en la iglesia evangélica alemana

Este lugar oculto al principio de la Castellana esconde, además de misas heréticas en idioma bárbaro (jajaja, me refiero a protestantes, luteranas, y en idioma alemán; es broma); a veces interesantes conciertos y celebraciones varias, que además, siempre cuentan con generoso piscolabis posterior; vale la pena dejarse caer en alguna ocasión para ver de que va la cosa, porque siempre tiene su interés conocer otras culturas, y más cuando nos quedan tan cerca de casa (siempre hay alemanes por doquier; y por lo general son gente afable y amable).

La curiosidad máxima es su Rastrillo de adviento o navideño (Adventsbasar), que convierte el lugar en un auténtico centro comercial que ríase usted de las Oktoberfest que hemos comentado arriba. Desde luego, el hecho de que la iglesia (sí, me estoy refiriendo a DENTRO de la iglesia) se vea invadida por puestos de los más variados productos hace que rápidamente pienses en textos de los diversos evangelios en los que se trata la historia de como Jesús echa a los mercaderes del templo (refresquemos la memoria, o adoctrinemos a los más impíos: «Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: «Quitad esto de aquí. No hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado.»» eso en lo que respecta a san Juan, san Marcos, no se queda corto en este aspecto citando a Cristo: «Mi casa sera llamada casa de oracion para todas las naciones Pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones») que te hacen preguntarte acerca de la sacralidad del lugar y del sentido que tiene todo este asunto.

Si a eso sumamos que en esta iglesia, por lo visto, también se realizan bodas gays (y mejor no citar más la Biblia, porque el tema da de sí; aunque también es cierto que Cristo dijo que debíamos amarnos los unos a los otros, ¡que compleja es la religión, de verdad! jajaja)… ¡estos cismáticos están desmadrados!, jajaja. En fin, dejo la discusión teológica para mejor ocasión y lugar; aunque hay algo que sí voy a decir, y no es broma, se ha visto a representantes de ambas iglesias (católica y evangélica) acudiendo a importantes ceremonias de la una y la otra religión, la duda que causa el preguntarse si eso es»legal» religiosamente hablando, no deja de ser muy notoria.

En definitiva, una experiencia a descubrir al menos una vez (porque mucho más el tema no da de sí), sin mencionar que la iglesia en sí misma es preciosísima.

 

Navidades en Madrid

Como no, en el magnífico colmo de la desorganización, la programación tarda una eternidad en salir. De momento, lo que se atisba en el «Esmadrid» (la revista de turismo del ayuntamiento) no parece muy prometedor, y suena a que no habrá gran cosa o, simplemente, lo de siempre; trataremos de seguir informando.

Post scriptum 13-12-2014: la programación impresa sigue sin salir, y no veo para qué tanto retraso, total, para no encontrar nada seguramente… que desastre, cada vez peor.

Post scriptum 14-12-2014: harto de esperar a la salida de una programación de navidad que no tendrá nada; y de ver carteles colgados anunciando la navidad, me he metido en una página web caótica con tanto texto como nulo contenido ni información (muy característico de turismo de Madrid), total, para llegar a la conclusión de que lo único que podemos esperar de estas navidades de especial es algo más de iluminación (supuestamente) en calles perdidas del Madrid de los Austrias. Desde luego hace mucho tiempo que la navidad era un auténtico evento en esta ciudad, y que todo eran conciertos y celebraciones espectaculares de todo tipo… pero que mucho tiempo. Para los que, como yo, estéis en una mezcla de nostalgia y tristeza por esta decadencia, siempre nos quedarán los recuerdos; algunos de ellos reflejados en mi album de las navidades de esta ciudad, en el que llevo años sin incorporar fotos, puesto que no hay nada que merezca la pena fotografiar.

Post scriptum 17-12-2014: vista la «nueva iluminación» de las calles escondidas del Madrid de los Austrias… ni os molestéis, unas cascadas de luz y para.

Pero sí hay algo que merece mucho la pena (por fin); un espectáculo de luz y música que por lo visto se hará en la Plaza de Oriente hasta enero; sólo dura siete minutos pero realmente es interesante (se combina luz y clásicos navideños al mismo ritmo… por fin algo que resulta merecedor de atención de estas cutres celebraciones). Hay diversos horarios, todos por la tarde (cuando se hace de noche, lógicamente).

Naturalmente, averigüé todo esto de pura casualidad, sí es por la información oficial, vamos listos.

Y por supuesto, la programación impresa sigue sin salir, con suerte llegará para después de reyes, o quizás ya aprovechen y la emitan a la vez con la del carnaval, ¿por qué no?.

Post scriptum 21-12-14: finalmente ya ha salido la programación impresa, demasiado tarde, especialmente si viajas; yo personalmente soy incapaz de entender porque las luces están puestas desde finales de noviembre y la programación no aparece prácticamente hasta nochebuena, y luego encima referencian actividades que ya han pasado, ¿pero eso de qué sirve?. Supongo que pondrán la excusa de siempre, falta de presupuesto… desgraciadamente es algo más grave, falta de organización y de gente competente.

Eso se ve plasmado en las escasas cosas de relevancia que se pueden encontrar (las gratis, por que las pagando ya no se pueden contar como tal, y además, las meten con calzador como si no fuera a haberlas si no hubiera navidades… por favor); así, los conciertos bajo el arbol (no me preguntéis cual, está claro que debería de haber el del año pasado, pero ni eso hay) de Centrocentro, son una gran iniciativa que recupera la de años pasados, cuando los coros llenaban escenarios e iglesias y convertían las celebraciones navideñas en algo realmente inmejorable y memorable… desgraciadamente, a pesar de la buena intención, el sitio no podría ser peor, con una acústica pésima que hace que el sonido resulte incluso molesto; sin mencionar el hecho de que estamos en el vestíbulo y todo el mundo está hablando o a mil cosas que no tienen que ver con los coros; además de una cantidad de sillas escasísima; estos conciertos resultan una chapuza auténtica; y no deja de llamar la atención, porque se llegaron a organizar en el exterior (los jardines del cabo noval) con cierto buen tino, no entiendo el porqué de este fracaso tan ostentoso.

Por lo demás, hay algún que otro concierto salvable en la programación, y algún que otro Belén que merece la pena ver… pero nada del otro mundo.

Sin embargo, esta programación apunta a recuperación, quizás, acaben volviendo las grandes navidades y las grandes fiestas a Madrid… aunque no sea este año.

 

Actividades del teatro español

Al paso que va, y más cuando está empezando a fomentar tanto las actividades de libre asistencia y gratuítas, el teatro español acabará por convertirse en uno de los focos culturales ineludibles en el panorama madrileño; y aunque a nivel de lo que es el acto de asistencia al teatro, tendrá una dura pugna con el Real (no es para menos, este último, entre sus conferencias previas a todas las funciones, revista, programa de mano siempre espléndido; además de toda una serie de actividades paralelas… no hay dura de que es una dura competencia); lo cierto es que puede que el Español consiga un merecido sitio, por el lugar que es, y por su tradición, como un centro clave de cultura del que todos los ciudadanos puedan disfrutar, y esperemos que se convierta en el gran difusor por excelencia del teatro de este país, ya no sólo a través de sus funciones, sino de más actividades. En cualquier caso van por buen camino como en más de una ocasión he destacado.

En todo caso hoy voy a hablar de una en concreto:

-Voces de Madrid: aunque la idea es moderadamente original, y en cualquier caso interesante (y según la gente sepa que a continuación dan de merendar chocolate con churros ya no va a haber quien entre), lo cierto es que el resultado es bastante fallido.

Por muchos motivos: en primer lugar, esta dirigido como si fuese un programa de televisión (hasta parece que hay espacios para la publicidad; en los momentos en los que toca el piano); de modo que hay demasiadas cosas que no encajan y que resultan un tanto irrisorias, por ejemplo: los vídeos que se ponen, que son de lo más caseros; la pianista que no pinta nada (por provocativa que vaya, al final es lo que más destaca de su presencia en escena) y que encima, aparentemente, sólo sabe tocar una canción (más os vale que os guste el «Madrid, Madrid» de Agustín Lara); sin mencionar los juegos con las luces o las posiciones en escena que, lo dicho, para un plató de televisión, vale, pero aquí en el teatro, simplemente queda ridículo tal y como se ha hecho. Es como si nadie de los que ha hecho esto sea consciente de en que medio están trabajando y que hay un público mirando continuamente, sin descanso, pendiente de hasta el último detalle, como en el teatro (umm, espera, ¡pero si es donde estamos!).

Todo ello es muy en parte culpa de Ignacio García, que lleva las riendas de todo el proyecto encima, y que, la verdad, demuestra ser muy poco competente a todos los niveles para sacar el tema adelante: mala dirección, mala gestión de los tiempos, poca adecuación del contenido… sin mencionar su obsesión por ser el protagonista en todo momento (será porque como está muy acostumbrado a estar detrás del escenario, ahora quiere estar en él), siempre en el centro (¡él se sienta de cara al público y a los invitados los pone de lado!, ¿pero qué clase de sistema de entrevistas es ese?, ¡ni uno de primero de periodismo haría semejante barrabasada!), siempre pretendiendo tener presencia, hablando continuamente y con gestos falsísimos (a juego con la sonrisa)… digamos que parece una Isabel Gemio exagerada en una especie de «Sorpresa, sorpresa», pero sin sorpresa ni nada.

Y su incompetencia es lo que acaba condenando un programa que carga un peso sobre él que es incapaz de llevar, así, las entrevistas se notan como falsas, sonsacadas, forzadas, no es una conversación natural, no surgen, no hay espontaneidad (tampoco lo facilita el que él vaya con una libreta), es todo desagradablemente artificioso e incluso vulgar, un trabajo de amateurismo puro.

Lo anterior también se demuestra en el escaso interés final del contenido de las entrevistas, en las que sólo se preguntan frivolidades intrascendentes; para que me entendáis, es como si conseguís una entrevista, abierta, sincera y sin control (en plan de que sólo se podrá publicar 100 años después) con el Rey padre (don Juan Carlos I) y en vez de preguntarle por cuestiones históricas, relacionadas con la transición; o políticas, relacionadas con su labor como jefe de estado; las preguntas fueran: «¿y que tal tiempo hacía en Portugal cuando usted vivía en Estoril?, ¿llovía mucho?. Ahora, no puedo dejar de preguntarle, ¿en su casa comían pescado alguna vez, o sólo carne?. Y lo que es aún más importante, si vuestra majestad de joven era rubio, ¿por qué se acabó volviendo moreno?». Pues sí resulta decepcionante una entrevista de ese tipo con el anterior monarca, imagináos lo pesada que será con una persona que, con todos mis respetos, es un don nadie.

Ahora bien, los invitados tampoco son tontos ni se dejan tomar el pelo; ven venir al entrevistador, y como «más sabe el diablo por viejo que por diablo», a veces tienen unas reacciones faciales para enmcarcar (parecen estar diciendo «¿pero este señor porque me está preguntando estas estupideces?, ¿de verdad a alguien le va a interesar algo de esto?, ¡me estoy aburriendo hasta yo y me están haciendo la entrevista!»).Aunque las que no tienen desperdicio son las de los familiares, amigos y conocidos, algunos tendrían más interés en ser entrevistados que el que lo está haciendo jajajaja), porque el Ignacio García este parece que les toma por idiotas; pero no es del todo culpa suya, simplemente, está sobreactuando, y eso siempre suele quedar absurdo en la vida real; y esto, se supone que es la simulación de ello, o al menos se intenta… aunque se fracase en el empeño.

 

Conciertos de Muzik ensemble y… Transbaroque

Hace un tiempo, hablaba de unos emprendedores músicos que decidieron empezar a tocar en iglesias por su cuenta y obtener así alguna ganancia mediante aportaciones voluntarias; (bueno, entre comillas, puesto que es muy desagradable que una persona se ponga en la puerta con la cesta; lo apropiado sería que dejaran ese mismo recipiente encima de una mesa a la salida -con un mínimo y discreto control, si se quiere, por parte de alguien de la organización, por si sucediera la improbabilidad de que alguien quitara en vez de echar- y que la gente fuera dejando alegremente lo que quisiera o pudiera) esa formación vuelve nuevamente este año con sus conciertos.

Y no les debe ir mal, puesto que de ellos mismos ha surgido otra, con varios de los músicos originales, que es Transbaroque, más centrada en la música barroca.

Su primer concierto, que recoge preciosas melodías barrocas de temática navideña, ha sido precioso (una muy reseñable selección, hay que reconocerselo); desde luego, todos los músicos estuvieron bien; pero la soprano habitual, Ligia Gutiérrez estuvo especialmente fantástica con esa voz tan fina, una belleza.

El violista, Serge Herschon, hace de maestro de ceremonias en estos conciertos y da las explicaciones que hacen que el acudir a estos conciertos sea especialmente interesante y didáctico; bien es cierto que necesita mejorar mucho su presencia escénica y como orador, pero supongo que con el tiempo irá cogiendo tablas.

Muzic ensemble, por cierto también tendrá su concierto navideño; y ambas formaciones repetirán el mismo concierto en diversos días.

Sus conciertos se pueden encontrar en sus páginas webs y facebook; además se puede apuntar uno a su lista de correo, y de ese modo te mantienen informado.

 

La almoneda del Real

Como ya dije, esta actividad del Teatro Real debió de tener éxito el año pasado, puesto que ha vuelto, y creo que no les ha ido mal.

Si alguna vez quisisteis asistir a una subasta, acudir a este evento puede ser la oportunidad de descubrir este mundo, de hecho, lo gestiona la casa Segre.

Cierto es que la gracia no dura más que unos minutos, especialmente si no se va a pujar (y aún haciéndolo), pero es una de esas cosas que merece la pena vivir o ver alguna vez.

El acto en sí, no tiene más gracia que los primeros minutos básicamente porque la subastadora no tiene la gracia de los de las películas (de hecho, el tema se vuelve aburrido); sin mencionar que eso de que te pongan en una pantalla el objeto y no lo puedas ver en directo… a mí me disgusta; cierto es que yo había visto la mayoría en el propio teatro, pero se aprecia verlo de nuevo encima del escenario, o si no lo recuerdas bien; tener ambas opciones (pantalla y directo) es lo mejor.

Personalmente no acabo de entender el tema, pues no comprendo del todo bien para qué quieres adquirir objetos falsos que respresentan a otros auténticos… pero que si te descuidas valen tanto como los verdaderos.

Averiguar que tipo de gente iba también fue mi objetivo; me preguntaba si serían mitómanos operísticos o a secas (finalmente descubrí que no, es más, muchos ni asisten a los espectáculos de este teatro, y trajes que habían lucido personas como Ainhoa Arteta o Emilio Aragón pasaron sin pena ni gloria); escenógrafos o attrezistas en busca de una ganga (tampoco me encontré ningún profesional del medio)… ¿conclusión?, aunque os llame la atención, la gente que fue, eran personas con mucho, muchísimo dinero, y lo que es más importante, que no les importaba en absoluto derrocharlo por un objeto «de decoración» (o Dios sabe para qué, puesto que las pelucas también tuvieron mucho éxito… cuando pienso que las había iguales en el mercadillo navideño de la Plaza mayor…). El caso más divertido y que más me llamó la atención fue el de un niño que se llevó todo tipo de objetos tétricos (de las producciones más oscuras), y cuya compra pasó, ampliamente de los 500 euros, cosa que iba a pagar con «sus ahorros»… alucinante.

 

XXV Festival de arte sacro

Y vuelve otra de las citas más queridas y esperadas de la temporada cultural del invierno madrileño, que es el festival de arte sacro, cumpliendo nada menos que veinticinco años.

Como es costumbre, los conciertos parecen sumamente bien elegidos, y supongo que la organización volverá a ser buena… no obstante parece que el aniversario arriba comentado no supondrá una gran celebración, pues en un mes se liquidará todo el festival de un plumazo; lo que es una pena, pues cada vez reducen más este evento que es uno de los de más calidad de la capital.

Quizás el gran problema reside en la sobreacumulación de conciertos; pues creo yo, que uno, máximo dos, muy excepcionalmente tres, por semana es más que suficiente… pero esto de que prácticamente cada día haya un concierto… ¡es agotador incluso para el espectador más fan!. No hay duda esa mala distribución de las fechas de los conciertos no sólo no ayuda al festival y a sus espectadores, sino que encima lo acorta innecesariamente (pues si se hiciera como yo comento -uno o dos conciertos por semana-, necesariamente duraría varios meses).

Aunque este año lo han anunciado mejor, y no ha habido que estar pendientísimo de su comienzo, para evitar perderse la mayor parte de los conciertos.

 

Carnaval

Cutre, hasta decir basta. La programación, por supuesto y faltaría más, no ha salido hasta el mismo día de comienzo de los festejos, y no me refiero sólo a la impresa, ¡también a la de la web!; de auténtica vergüenza.

Prácticamente todos los «festejos» importantes han sido concentrados en un único día. Y yo ya lo tento decidido, es la última vez que vuelvo a referenciar eventos en este blog que no merezca la pena, de ahora en adelante lo interesante, puesto que estos «festejos de agenda» cada vez dejan más que desear. Pero qué lejos quedan aquellos tiempos en los que Madrid brillaba en una fiesta y celebración continua, en los que la espectacularidad era una permanente invitada en todos los eventos y siempre se vestía con sus mejores galas, ¡pero qué lejos quedan!.

Al pregón ya ni me molesté en ir, de hecho, casi te obligan a elegir entre desfile y pregón, porque, ¿qué vas a estar haciendo en el tiempo que hay entre uno y otro?, y si fuera menos, no llegarías, así que el desastre es completo… aunque es evidente la escasa o nula confianza del propio ayuntamiento en el éxito de su evento, pues el desfile sólo se extendió desde el Retiro hasta Cibeles, ¡apenas unos metros!.

Y el desfile, pues compañías contratadas y poco más… la temática del carnaval hace reír (este año era la segunda parte del Quijote, y como es un libro que me encanta, por eso me obligué a ir), básicamente porque nadie la respeta; así que lo más divertido es leer el programa y ver como intentan justificar de la forma más ridícula el que nadie vaya disfrazado de lo que debería ir. Y como siempre las comparasas hispanoamericanas que repiten año tras año, y que, por lo general, siempre causan repulsión y hastío entre los asistentes, debido a que no tienen que ver nada con lo que es el carnaval… aunque a los espectadores también se les podría recriminar precisamente que lo sean, y que en vez de tanto mirar, ya podrían participar, pues al menos los iberoamericanos animan la cabalgata (independientemente de su idoneidad en esta), que es mucho más de lo que se puede decir de los que simplemente observan.

Todo ello sin mencionar las falsas celebraciones de carnaval para rellenar programa, como la programación de los teatros, conferencias minimamente relacionadas o… ¡atención!, ¡exposiciones inexistentes! (la de la biblioteca musical Víctor Espinós, por ejemplo).

Quizás no hubiera escrito nada de esto, pues no es novedad desde hace varios años, pero en esta ocasión también quería reflejar mi paso por el famoso baile del Círculo de bellas artes o CBA.:

BAILE DEL CÍRCULO DE BELLAS ARTES

En realidad es más famoso por ser organizado por el ayuntamiento y que este le de publicidad por un tubo que por otra cosa. Aunque siempre tiene el gran encanto de estar en un edificio de principios de siglo y rodeado de gente disfrazada (una importante mayoría, de una variedad a nivel de edades realmente sorprendente, aunque tendiendo a superar los treinta), hay que reconocer que eso es fascinante.

A pesar de que las entradas son espantosamente caras, la gente se las suele arreglar yendo en grupo o de formas parecidas para conseguir reducir el precio; siempre se encuentran trucos….

La organización, al menos por parte del Círculo, es realmente penosa, no se respeta ningún horario, los de seguridad son más desagradables imposible, el guardarropa tiene más cola que una atracción de un parque temático (además de ser de pago)… etc; en definitiva, un completo y absoluto desastre. Con franqueza, creo que la única razón por la que se salva y sigue existiendo este baile es por el ayuntamiento, puesto que el propio Círculo de bellas artes parece incapaz de organizar nada decente

El concurso de disfraces no es nada del otro mundo, y la gran mayoría dejan que desear, no faltan los que comentan que ha perdido mucho desde hace tiempo.

Por lo demás, es una fiesta agradable, que se extiende toda la madrugada y que permite disfrutar de distintos ambientes y músicas en las diversas plantas (exceptuando la azotea); la verdad es que tiene mucho más encanto que el Día europeo de la música, sobre todo porque el ambiente es más de época y la fiesta dura más tiempo.

Así pues, aunque haya perdido mucho, es algo que merece la pena ver, al menos una vez en la vida, aunque sólo sea por curiosidad, y a falta de otro baile de disfraces mejor y más sofisticado (para lo cual no hay que hacer mucho, la verdad sea dicha) que le quite definitiva y merecidamente el puesto.

 

imagen Madrid Otra Miradareina-sofia-312 de octubre 2014, Día de la Fiesta Nacional

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7 respuestas a Los eventos de otoño-invierno en Madrid 2014-2015

  1. plared dijo:

    Pues a la beatificacion si que voy a ir. Mi vecino es el que monta todo el tinglado de escenarios y estructuras y me ha liado para que vayamos la familia. Aunque al final no se si podre ya que me ha surgido otra cosa. Por cierto, van retrasados de narices segun me ha comentado. Cuidate

  2. ¿Y te puedes creer que esta es de las pocas veces en que Universo de A se adelanta a los acontecimientos y no los cuenta a posteriori?, menos mal, porque llevaba todo el verano sin rellenar los eventos.
    Chico, como me entere de que no has ido a la Proclamación Real y vayas a esto te doy una colleja digital jajajaja; no, en serio, me sorprende que te lo hayas pensado porque seguramente será un acto muy multitudinario, además de largo y pesado por el calor (y no se atisba que vaya a haber mucha sombra en esas rotondas aisladas, sin mencionar las dificultades del transporte; y a mi personalmente, me daría miedo ir con niños, no estoy muy seguro de que lo aguanten… aunque tampoco se te ve muy seguro de ir, ya me contarás tus impresiones si lo haces finalmente, yo como siempre, contaré las mías aquí en el artículo
    Y vaya, teniendo en cuenta que llevan meses preparando el tema, y que seguro que tienen todo el favor de las instituciones públicas, me sorprende que vayan retrasados; pero total, aún les queda un mes, y sino no te preocupes, seguro que llaman a numerarios a porrillo para culminar la obra (en todo su doble sentido).

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