Cisne negro

La obsesión llevada a la locura

TÍTULO ORIGINAL Black Swan
AÑO
2010 Ver trailer externo
DURACIÓN
103 min.   Trailers/Vídeos
PAÍS
  Sección visual
DIRECTOR Darren Aronofsky
GUIÓN John McLaughlin, Mark Heyman
MÚSICA Clint Mansell
FOTOGRAFÍA Matthew Libatique
REPARTO Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Winona Ryder, Barbara Hershey, Christopher Gartin, Sebastian Stan
PRODUCTORA Fox Searchlight Pictures
WEB OFICIAL http://www.foxsearchlight.com/blackswan/
PREMIOS 2010: 1 Oscar: Mejor Actriz (Natalie Portman). 5 nominaciones, incluyendo mejor película
2010: 1 Globo de Oro: Mejor Actriz (Portman). 4 Nominaciones, incluyendo mejor película
2010: 1 BAFTA: Mejor Actriz (Portman). 12 nominaciones, incluyendo mejor película
2010: Festival de Venecia: Mejor actriz o actor joven (Mila Kunis)
2010: 4 Independent Spirit Awards: mejor película, director, actriz (Portman) y fotografía
2010: Satellite Awards: 5 nominaciones, incluyendo director y actriz principal (Portman)
GÉNERO Drama. Thriller | Drama psicológico. Thriller psicológico. Ballet
SINOPSIS Nina (Natalie Portman), una brillante bailarina que forma parte de una compañía de ballet de Nueva York, vive completamente absorbida por la danza. La rivalidad con su compañera Lily (Mila Kunis) y las presiones del director se agudizan a medida que se acerca el día del estreno. Esta tensión provoca en Nina un agotamiento nervioso y una confusión mental que la incapacitan para distinguir entre realidad y ficción.

     Le he puesto ese subtítulo a la crítica por no dejar mal a la película pero barajé otros como «esta chica está como una cabra» o «tú estás muy mal de la cabeza niña»; pero seamos serios que este es un filme serio (por momentos, eso ya lo explicaré).

      Tomar la decisión de ir a verla no fue fácil, por una parte, y sabiendo lo que me gustan los musicales, una película sobre el ballet (concretamente «El lago de los cisnes», del que tuve la oportunidad de ver una representación con la compañía de Corella, crítica aquí), aún no siendo un musical, me tiraba mucho, no en vano, recientemente revisioné Las zapatillas rojas cuyas ideas me entusiasman; así que la propuesta parecía interesante. Pero luego supe quien la dirigía, el mismo director de La fuente de la vida (crítica disponible aquí), y eso no me daba mucha confianza; pero como los medios la ponían por las nubes y los premios más prestigiosos no dejaban de nominarla (y finalmente ganaría algunos), pues allá fuí.

      La historia es buena y realmente apasionante, a mi siempre me gusta cuando se mezclan la realidad y un papel, el cómo la vida real y la obra a ensayar llegan a mimetizarse de tal forma que una parece depender directamente de la otra; esta es una idea que se trata ligeramente, pero se trata. Pero lo más importante aquí es la idea de la obsesión, de como un sentimiento, un trabajo puede convertirse en toda nuestra vida, en cómo algo puede llegar a llenar tanto nuestra mente que no seamos capaces de pensar en nada más, que no seamos capaces de sacarlo de la cabeza y nos veamos obligados a tenerlo ahí permanentemente, creo, que ese es un sentimiento por el que todos hemos pasado aunque de distinta forma (ya sea por amor, trabajo, la enfermedad de un ser querido… etc); en este caso se trata de una clara obsesión por el trabajo, y lo que es peor, por algo imposible: la perfección. Además, se trata también el tema de los recursos que el actor debe emplear para meterse en el personaje de un modo realmente magistral, con lo que esta película es perfectamente recomendable a cualquiera interesado en el arte dramático.

      En lo que respecta al guión (del que no sé cuanto se habrá respetado) mantiene bien la historia, la tensión y tiene algunos dialogos bastante buenos, el problema es que lo lleva todo al exceso, a la exageración, a la locura; no es que la protagonista esté obsesionada… ¡es que está loca como una cabra! (la sangre, recurso tan habitual como prescindible; las conspiraciones que la chica se inventa o no… etc), y en algunos dialogos hay que controlar la risa (la conversación con el director, la secuencia de sexo); porque el exceso es tan desmesurado que no resulta creíble.

     El trabajo de dirección es puro autolucimiento, de hecho, estoy seguro de que Natalie Portman aceptó el papel pensando «buah, estoy en escena el 90% del tiempo y tengo unas escenas superdramáticas, este papel me convierte en una estrella fijo», y lo consiguió, acumuló todos los premios; pero no sería gracias al director que hizo todo lo posible por evitarlo, no sólo la dejó actuar de forma que su personaje llegara a un paroxismo propio de una diva del cine mudo sino que además hizo todo lo posible por ocultar su actuación, pues acabas estando más pendiente de los movimientos de cámara (todo cámara en mano, recurso típico para causar inquietud por otra parte; y sobra decir, que se incluyeron los planos más inverosimiles para llamar lo más posible la atención) y de montaje que de la actriz, de la que sólo salen planos porque es necesario para contar la historia, que sino, fijo que Aronofsky prescindía de ella (otra prueba del desdeo que tenía el director de autolucimiento es que en ningún momento vemos realmente bailar ballet, sólo vemos primeros planos, planos medios, que además cambian vertiginosamente; pero los planos generales, como sino existiesen). Pero la vida es muy irónica, y mientras que ella se llevaba todos los premios importantes, él ni uno, ¡que cruel sarcasmo!.

     Del resto del apartado técnico, quizás se puede destacar el maquillaje y el vestuario del ballet, pero sobre todo el magnífico sonido, hacía mucho tiempo que Tchaikovsky, no sonaba tan increiblemente bien en el cine, toda una maravilla.

     Ya sólo queda hablar del reparto artístico: Natalie Portman, lo siento mucho pero no me creo que pasara un año ensayando ballet, y si lo hizo no lo demuestra, además me parece demasiada casualidad que según va a bailar nunca se le vean los pies, y en el ballet final ni el cuerpo, ¿casualidad?; en lo referente a su actuación, aunque exagerada, es creíble, pues está a tono con el resto de la película. La iguala el resto del reparto, sobre todo Mila Kunis, que destaca especialmente como la interesante y supuesta rival.

     Cisne negro es pues, más que un thriller, una película de verdadera angustia (hay escenas literalmente terroríficas e incluso desagradables), me gustó, pero no estoy seguro de que quisiera volver a verla o de que me causara el mismo efecto, y no sé si no será una de esas películas de un sólo visionado. Sin embargo, todas las cosas que plantea son sumamente interesantes y dignas de reflexión: la obsesión por el trabajo, la materno-filial, la búsqueda del imposible, el hasta donde llegar para conseguir algo, los recursos del actor, la exploración de los límites propios… etc.

     Y una reflexión final (los que no la hayáis visto no sigáis leyendo), no creo que la chica al final muriera, estuve muy pendiente de todos los detalles de la película (sobre todo cuando me di cuenta del gusto que sentía el director por engañar al espectador) y me fijé que en el último plano general Portman no tenía sangre en su vestido, con lo cual, lo último sería también parte de su imaginación (para hacer la muerte del cisne – fingir su propia muerte)

Valoración final: muy angustiosa (el cual por otra parte es el fin que persigue la película: que la angustia de la protagonista lo sea también del espectador, y así alcanzar una mayor comprensión de esta) pero muy interesante; no creo que sea una película para el gran público y cada cual deberá decidir si quiere arriesgarse (espero que esta crítica aclare algo al respecto); pero yo en principio la veo perfectamente recomendable y toda una experiencia cinematográfica.

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6 respuestas a Cisne negro

  1. business dijo:

    .El caso de Valor de ley True grit puede equipararse al no muy lejano de 2002 una pelicula multinominada pero que apunta como la gran derrotada de la ceremonia. .El taquillazo del ano y para muchos la obra cumbre de su director su ausencia en el apartado de esta entre lo mas criticado de la edicion es favorita en algunos Oscars tecnicos pero queda lejos de entrar en las quinielas para la categoria de Mejor Pelicula…

  2. La verdad es que no vi «Valor de ley», pero lo cierto es que las películas del oeste nunca han tenido mucha suerte en los Oscars; estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices

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