Avenue Q

El musical de las marionetas… para  mayores de 18 años

Sinopsis: Avenue Q es la historia de Princeton, un brillante graduado universitario que llega a Nueva York con grandes sueños pero escasos medios económicos. No tarda en descubrir el único alquiler a su alcance en la modesta Avenue Q, aunque los vecinos parecen simpáticos.

Allí viven Brian, el humorista en paro y su novia terapeuta Merry Christmas; Nicky, el gandul de buen corazón y su compañero de piso Rod –un inversor republicano que parece guardar algun secreto-; un adicto a Internet llamado Trekkie Monster; y kate, una linda ayudante de guardería. ¿¿¿Y te puedes creer que el manitas del barrio es el mismísimo Gary Coleman??? (Sí, el niño prodigio que protagonizó la serie televisiva Arnold. Engañado y arruinado por sus padres, acabó en el paro en la vida real, antes de fallecer en la miseria en agosto de 2010). Juntos, Princeton y sus nuevos amigos luchan por encontrar trabajo, pareja, y su siempre huidiza meta en la vida.

 

     La primera vez que oí mencionar Avenue Q fue en Mujeres desesperadas (6ª temporada, lo comenta Angie Bolen), serie que por cierto, algún día debe de ser comentada en este blog; el caso es que un personaje dice «¿has visto el musical de las marionetas? eso sí que es buen teatro», el hecho de musical de las marionetas ya hace gracia de por sí, pero seguro que todos los que conocían este musical se rieron aún más, pues este personaje no era dado a callarse lo que pensaba, y si hay un musical por excelencia que pase de prejuicios y que suelte las verdades a la cara, sin duda es este.

     Pero eso de un musical con marionetas seguro que asusta a más de uno, ¿no será infantil?, ¿qué clase de musical puede hacerse con marionetas sino?, bueno, pues como para muestra un botón, enumero algunas de las cosas que podemos oír y ver en este musical: la primera canción habla de las facturas que hay que pagar y tras otra en la que un recién licenciado universitario canta lo poco de lo que le sirve su título recién sacado, una serie de personas canta lo «mierda que es ser yo», otra canción nos hablará de que internet sólo sirve para ver porno o que cuando hacemos el amor lo debemos de hacer a toda voz (todo ello acompañado por una escena de sexo entre títeres que casi sonroja), que todos somos algo racistas, que a veces nos alegramos por el dolor de los demás… etc. Si alguien sigue pensando después de todo lo dicho que este es un musical infantil, es un depravado de mucho cuidado (y aún quedan otras perlas por ver en el espectaculo).

      El caso es que Avenue Q musical que además cuenta con tres Tonys (el Oscar del teatro) incluído el de Mejor musical; no es sino una especie de Barrio sésamo en versión adulta (como reza uno de sus lemas: «porque nadie nos contó lo jodido que era hacerse mayor»; además hay claras referencias a la serie: el monstruo de las galletas en esta ocasión en vez de estar obsesionado con ese dulce está obsesionado con la pornografía en internet, y la famosa, comentada y supuesta homosexualidad de Epi y Blas aquí toma todo su relieve con dos personajes que son tal cual…, o los maravillosos videos «educativos»… etc), donde en vez de enseñarse conceptos básicos e infantiles se enseñan las realidades de la vida adulta, allí nada se oculta, ni siquiera los titiriteros que ínterpretan a los personajes (el tema de si actores y personajes llegan a alcanzar tal simbiosis que te olvides de que hay un actor justo al lado de la marioneta es largo de hablar y muy debatible; personalmente a mi sólo me pasó con algunos personajes y no en todas las escenas; pero eso no creo que sea un problema para ver el musical, puesto que los actores también actuan -no están estáticos diciendo su texto hieráticamente-, así que se puede ver a la marioneta como un simple complemento, un objeto que está a su lado, no obstante, debo decirlo, ahora que recuerdo el musical con cierta distancia, en general me acuerdo mejor de las marionetas que de los actores que las encarnaban, lo que es clara señal de que al final lo que se recuerdan son más las marionetas) algo, creo yo, hecho totalmente a propósito, pues es un brillante símbolo de la idea de hacer desaparecer la ilusión y la fantasía para mostrar la realidad descarnada, tal y como es.

     Y es que es sorprendente la cantidad de barbaridades que se dicen en este musical y que casi podrían ofender si se hubieran dicho en otra obra normal y corriente, ¡pero es que cantado todo gana tanto y suena tan bonito!; en cualquier caso, es bueno avisar que este musical desde luego no es políticamente correcto: se dicen desde palabras malsonantes a desmontarse tópicos habituales lo que no siempre puede sentar bien; por tanto, como dice el folleto «los padres deberán decidir la madurez de sus hijos», pero personalmente, yo no estoy seguro de cual es la edad apropiada para ver este musical (no estoy seguro de que sea muy buena idea llevar tan siquiera a un adolescente), puesto que este es sin duda un musical para adultos que se rie de las convenciones que la sociedad nos ha obligado a adoptar, por tanto, no sé hasta que punto es buena idea llevar a una persona cuya educación aún está en proceso.

     Y además, estoy segurísimo, de que todos nos sentiremos identificados en alguna parte de este musical con algo, porque realmente está hecho para el público (a mi me encantaban por ejemplo los ositos de las malas ideas, que siempre estaban diciendo lo que no debían de hacer a los protagonistas convenciendolos con malos pretextos «si, gastar todo tu dinero en cerveza no es tirar el dinero, como comprar al por mayor, ¡ahorrarás muchísimo!» que tantas veces nosotros nos damos a nosotros mismos)

     Pero en cualquier caso, y dejando de lado polémicas, Avenue Q es ante todo un musical divertidísimo y como pocos con el que la carcajada está asegurada, pues lo cierto es que el espectaculo se basa sobre todo en eso (en realidad, si te fijas casi no hay historia, y la que hay es tremendamente simple; eso es porque todo se basa en la comicidad de la obra).

     En el caso de esta producción, nos encontramos con una buena dirección y una interesante dirección artística, puesto que si bien los decorados no son cambiantes, sí que se logra cierta originalidad (y confieso que ya no es fácil sorprenderme) e incluso espectacularidad, siendo así muy interesante. La coreografía (aunque no demasiado abundante) es simplemente maravillosa.

     Respecto a los actores, son todos sencillamente geniales, metidos en sus personajes-marioneta (los que lo son) y tomándose la obra muy en serio, hasta llevarla a las cotas más altas; en mi función además, algunos actores hacían más de un papel a la vez, con lo cual se podía comprobar su inmenso talento en esa gran versatilidad al conseguir poner alma en dos personajes totalmente distintos.

     Ya sólo queda hablar de lo más importante de un musical: la música; que en este caso es puro Broadway desde la primera nota hasta la última, si te gustan los musicales, este simplemente no puedes perdertelo; además, lo más soprendente de este musical es como se trata cosas tremendamente serias, y en algunos casos incluso trágicas, ¡pero con esa música tan increíblemente alegre todo es tan maravilloso!, en fin, una delicia.

     ¡Ah, por cierto!, al final dejan hacer fotos (algo curioso, hay que reconocerlo)

     En definitiva, Avenue Q es un musical muy alegre y divertido pero políticamente incorrecto que tal vez no guste a las personas con muchos prejuicios, pero que encantará a los amantes de este género y en general a todo el que vaya a verlo.

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5 respuestas a Avenue Q

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