Crítica exprés: Edgar

No recuerdo haber hablado nunca del Teatro monumental, así que, va siendo hora.

Este teatro antiguamente fue un cine (el «Monumental cinema»), y no falta quien recuerde que, antiguamente, la boca del metro podía salir directamente al vestíbulo del lugar. También se reconvirtió en teatro, y hoy día, alberga de forma permanente a la orquesta y coro de RTVE.

Sin embargo, de por sí mismo, el edificio bien puede merecer una visita; así, a pesar de su engañoso y poco atrayente exterior racionalista; el interior es art decó, si bien no de una belleza deslumbradora (y muy, pero que muy necesitado de una buena restauración), pero al que sí merece la pena echarle una ojeada. En realidad, quizás lo peor del interior de este teatro, es que se han mezclado y superpuesto, de una manera muy mala y evidente, diferentes reformas de distintas épocas, que han acabado deformándolo, y dejándolo como después de una mala cirugía plástica (por ejemplo: la madera que lo invade todo pero sólo hasta determinado punto, los palcos de protocolo que se ven muy forzados, la lámpara para dar cierto requinte, pero que en semejante espacio se ve muy cutre… etc). No obstante, la acústica es excelente.

Como he dicho, el teatro es la sede de la orquesta y coro de RTVE, la cual todos conocemos porque ha participado en múltiples productos del ente público… incluso aunque no lo sepamos o no nos hayamos dado cuenta, por tanto, os sugiero que le echéis una ojeada a los créditos de muchas series y películas españolas, y descubriréis que, efectivamente los habéis oído antes, y muchas veces os han impresionado.

No obstante, no hay como el directo, así que, sí que es recomendable escucharla al menos una vez de ese modo, porque, una grabación, por buena que sea, nunca termina de ser lo mismo.

Lo malo que tiene todo esto, es que todo lo que programan apenas dura unos pocos días, de modo que, como espectador es fácil que pierdas algo si no estás muy pendiente… y como crítico, a mí me resulta imposible publicar nada a tiempo (de hecho, quería que esta crítica fuera completa, pero fue imposible encontrar imágenes para ello, ni la suficiente documentación, porque la web es malísima).

 

Muchas veces, en los primeros pasos de aquellos que van a ser grandes, empezamos a atisbar aquello que los va a convertir en lo que acabaran siendo. Sin duda, la segunda ópera de Puccini es un buen ejemplo de ello.

Decir que se trató de una ópera en concierto, pero me atrevo a decir que el Monumental no está preparado para este tipo de actividad, pues ni subtítulos había para seguir medianamente el argumento, teniendo que conformarnos con la música (y en mi caso, con mis conocimientos de italiano y de la propia ópera).

 

-Edgar: maravillosa, deliciosa ópera llena de emoción.

La música y el argumento se entretejen de tal modo, que la exaltación del alma es inevitable, habiendo momentos de auténtico éxtasis artístico.

En lo que respecta a la ópera en concierto en sí misma, la orquesta estuvo sublime, muy bien dirigida; y todos los cantantes estuvieron simple y absolutamente excelentes.

En definitiva, fue algo maravilloso, una de esas experiencias para recordar muy positivamente.