12 de octubre, día de la fiesta nacional, de la hispanidad… y bien orgullosos que podemos y debemos estar

Mientras en la mayoría de los otros países, las fiestas nacionales son conmemoradas por batallas, guerras, revoluciones… y todo tipo de actos violentos; en España se recuerda y celebra un descubrimiento, una apertura del mundo conocido y de su cultura, un momento de aprendizaje, conocimiento y del triunfo de nuevas ideas, el acto de un emprendedor que logró ir más allá (plus ultra, nunca mejor dicho), un hecho que cambió y mejoró la vida de millones de seres humanos para siempre.

Bien es cierto, que el descubrimiento de otro continente, a pesar de la importancia que tuvo para la historia, tal vez no sea lo más importante para la conformación del Reino de España, y que tal vez hubiera sido mejor como fecha la anexión del Reino de Navarra (con la que se completa la unificación de España tal y como la conocemos).

Sin embargo, que duda cabe, que es mucho más bonito y más glorioso celebrar el descubrimiento de un nuevo continente y todo lo que implicó en miles de ámbitos (histórico, artístico, lingüístico… etc) que cambiarían definitivamente la faz de la tierra.

Por ello, las reacciones (siempre proselitistas, de poco calado intelectual, y en general, nada confiables) de determinadas personas (que sueltan disparates como que en esta fecha conmemoramos un genocidio -vital y/o cultural- de los pueblos precolombinos), ante la Fiesta nacional del 12 de octubre, que cada vez se repiten de forma más frecuente y desagradable; me ponen enfermo, realmente indignado; sin mencionar que se oyen tantas tonterías, que parece extremadamente necesario aclarar, porque luego siempre hay estúpidos que se las creen (muchas veces de forma alevosamente intencionada), y que luego las repiten como loros amaestrados.

Aunque todas estas críticas y autocríticas patrias no son una novedad, ese complejo de inferioridad les viene a los españoles desde los bajos Austrias; prende especialmente en las generaciones literarias del siglo XX, y aún prevalece hoy en día; tal vez, debido a que el carácter latino es más destructor de mitos que mitómano (sino, a ver cuando ves a un inglés o a un francés hacer autocrítica, ¿qué batalla han perdido ellos?, ¿cuándo les ha ido mal?).

Y no nos engañemos, el chovinismo es malo, pero lo contrario tampoco es nada positivo, y no ayuda a progresar tampoco, porque mantener una buena autoestima colectiva, también es muy importante.

¿A qué me estoy refiriendo, y sobre qué estoy dando tantas vueltas sin llegar a entrar del todo en el tema? bueno, comenzaré a explicarme, digamos que, hace tiempo, se estudiaba que en el antiguo régimen había dos fechas claves: la caída de Roma en el siglo V d.C., que marca el final de la época antigua y el comienzo de la edad media; y la caída de Bizancio en el siglo XV, que marca el final del medievo y el comienzo del renacimiento (la revolución francesa, del s.XVIII, daría inicio a la Edad Moderna, por lo cual, sería el final de la etapa anterior). Desde luego, sí soy consciente de lo que afectó a la Europa de su tiempo (más moralmente que otra cosa, porque del poderoso Bizancio quedaba poco más que el recuerdo) la caída del Imperio de oriente (aunque no hicieran mucho por socorrerlo, Estados Pontificios incluidos) y el ascenso de los otomanos; pero yo estoy convencido de que hubo un hecho mucho más relevante en esa época, en ese mismo siglo, algo que realmente cambiaría la faz del mundo a todos los niveles, y ese fue: el descubrimiento de américa.

Sí, he dicho, y lo repito: descubrimiento; porque América fue descubierta; lo que sucedió se puede llamar «un descubrimiento», tanto para los europeos, como para los que vivían allí, e incluso para el resto del mundo. Sí, ya sé que habrá quien argumente que si que anteriormente pasaron por allí los Vikingos e incluso determinados pueblos asiáticos… ¿pero qué significación tuvo a nivel mundial?, ¿como repercutió eso?, la respuesta es sencilla: en nada; y por tanto es irrelevante. Se puede decir por tanto, con toda justicia, que América sí fue descubierta en 1492, puesto que a partir de ahí comenzó su relevancia mundial, ahí empezó a jugar un papel en la historia universal.

Y es que la historia del mundo no sería la misma, ni se podría explicar de igual manera si quitamos América a partir de su descubrimiento, pues ello influyó en todos los continentes. Por tanto es uno de los hechos más importantes y relevantes de la historia española, y desde luego, mundial. No creo que sea necesario dar demasiados datos para fortalecer este argumentario, pues la importancia de los EEUU en el último siglo es más que notoria; y en España en particular, la emigración a América fue una constante en toda su historia.

Pero claro, hace falta buscarle los tres pies al gato, hace falta desacralizarlo todo, y por ello, ahora parece que está de moda cuestionar también esto. Los argumentos para ello son auténticas bobadas que no superan la prueba de la enciclopedia escolar, y qué son utilizados por gente muy poco informada, y menos documentada, que intentan hacer demagogia barata que no se sostiene en pie.

La colonización española no fue en absoluto un genocidio; es más, salió asombrosamente bien teniendo en cuenta la época, el renacimiento, que, eruditos tan prestigiosos como Gregorio Marañón han calificado como una de las épocas más inmorales de la historia universal (el triunfo del maquiavelismo es un ejemplo de ello).

No me voy a molestar siquiera en hacer una amplia comparación de las colonizaciones de otros países (básicamente porque el argumento de “tú  más” me parece una simpleza infantil) como: Portugal, nuestro vecino, y tradicionalmente esclavista (en España, como máximo, hubo esclavos de guerra; o, de lo contrario, como algo, muy pero que muy exótico; y en cualquier caso, no se iba a su caza en África), que arrasó con la cultura indígena de lo que ahora es Brasil, hasta tal punto, que cuando la propia monarquía de los Braganza quiso independizar la colonia como imperio, se encontró en muy graves aprietos para crear una identidad nacional nueva, puesto que prácticamente había que sacarla de la nada. Y ya no digamos siglos más tarde, cuando se supone que el barniz de la civilización es mucho mayor, en el siglo XIX (momento en el que se acuñaron todos esos términos de modelos de estado, que, en el fondo, eran un disfraz de un claro sometimiento, como fueron: colonia, protectorado, estado satélite… etc), cuando las potencias Europeas creaban mágicamente nuevos países en Europa del este y los dotaban de monarquías personalizadas por candidatos afines según la conveniencia política; el reparto de África por estas mismas potencias; o el intento de hacer lo mismo con Asia (del que fueron incapaces porque aquellas culturas milenarias eran demasiado fuertes)… etc; y tampoco me parece necesario poner ejemplos concretos como Francia e Inglaterra, países además racistas, que jamás consideraron a sus colonias para otra cosa que para beneficiar a la metrópoli… mientras que en España, Isabel I, consideró que todos los habitantes de las nuevas tierras atlánticas eran sus súbditos, y por tanto se les debía de respetar como tal; y los colonizadores no tuvieron ningún tipo de prejuicio racial, y se unieron con indígenas sin mayor problema (a ver qué otra potencia hizo eso). Y ya no hablemos de las colonizaciones de la edad antigua como la griega, la fenicia o la cartaginesa, que seguro que hay quien piensa que se hicieron a besos.

¿Qué los europeos llevamos enfermedades que diezmaron la población?, también vinieron de Asia con la peste negra que acabó con la mayor parte de la población de Europa, y no veo que se acuse a los chinos de genocidio por comerciar con especias; ¿qué hubo abusos hacia los indígenas? son casos concretos, hubo un auténtico encontronazo cultural, y ningún otro pueblo de todo el mundo lo hubiera hecho mejor, y menos en esa época, ¿o acaso alguien pretende defender lo contrario?, y en cualquier caso, como ya he comentado, la legislación oficial los protegía; ¿qué se arrasó su cultura?, una vez más, un topicazo, a ver que otra nación tuvo a un Bartolomé de las Casas preocupado por la conservación de esas culturas, a ver en qué otras colonias siguieron quedando arraigadas tradiciones milenarias que han llegado hasta hoy… que se lo digan sino a los mencionados brasileños, o también a los indios nativos americanos (porque, que yo sepa, la alta sociedad de Filadelfia la componen los descendientes de los peregrinos que vinieron con el Mayflower, y no ningún indígena de la tribu de los Lenape… en cambio los sucesores del último Emperador de Méjico, son Duques de Moctezuma de Tultengo, y por tanto tienen Grandeza de España…); a ver quién salió mejor parado.

Y por supuesto, siempre se peca de presentismo al juzgar estos hechos históricos (otra gran muestra de incultura que jamás tendría ningún profesional o entendido en el tema; pues jamás, jamás, se puede juzgar otra época histórica según nuestra visión actual), en temas como la evangelización, que no era vista como algo malo hasta hace dos días (ahora se califica de “adoctrinamiento”; y ya no nos metamos en el tema de la inquisición, que ni se inventó en España, ni fue este el primer lugar en el que se implantó, y francamente, las versiones de los países luteranos fueron bastante peor…), que en cualquier caso, respondía al espíritu de la época, era una manera de integración en la sociedad y la única forma educativa de la época; aún diré más, hablando de la Iglesia, que era en esas épocas, tan desmesuradamente jerarquizadas e inamovibles, de las pocas instituciones que permitía el ascenso social. Esto podrá gustar o no, pero es un hecho indiscutible.

Todo ello sin mencionar, que el “imperio español” (y lo pongo entre comillas puesto que nunca se autodenominó como tal, sino como “monarquía” o “corona”) fue el que más tiempo tardó en descomponerse, siempre de una forma progresiva (las últimas colonias americanas se perdieron casi en el siglo XX; y algunas de otros continentes aún permanecerían durante el pasado siglo), y cuando se produjeron las independencias siempre se debieron a crisis peninsulares (que producían un vacío de poder) o intervenciones extranjeras; caso que no podemos ver en la historia de ningún otro país, los cuales por lo general, no fueron capaces de mantener territorios que no les fueran anexos más que unas décadas; mientras que muchos de los que pertenecieron a España, caminaban conjuntamente con ella desde el siglo XV o XVI. Tan terribles no seríamos si no quisieron deshacerse de nosotros rápidamente, al contrario que sí les pasó a ingleses, franceses, holandeses y belgas en casi todos los continentes.

Por tanto, está claro, que lo del genocidio y el extermino cultural por parte de los españoles es un mito que se usa por parte de ciertas ideologías: chovinista, por parte de determinados países americanos, en cuyos himnos aún podemos apreciar el odio antiespañol, pues de alguna manera había que crear una diferencia, y esa fue evocando un enemigo, un invasor (lo que no deja de resultar divertido, porque si echamos una ojeada a los distintos independentistas y libertadores… fíjate tú que casualidad, que pocos nativos aparecen); y desde luego, por parte de determinados historiadores europeos (especialmente ingleses y franceses), ansiosos por recalcar la fama de sus países cantando los fracasos (más o menos exagerados) de otros (y lo simpático, es que luego, nosotros vamos y nos lo creemos); y en el caso nacional, de muchos paletos incultos, que sólo repiten como borregos lo que han oído decir a otra persona, que ha oído una información proselitista, que ha sido sacada de otra sesgada, que a su vez ha salido de una fuente convenientemente adulterada según la ideología apropiada; porque naturalmente, eso de leer (¡leer!, ¿pero eso se sigue haciendo?, ¡hay que ver que cosas se dicen en este blog, de verdad!) y contrastar historiografías es mucho pedir, es mucho más fácil hablar sin tener ni idea. Patético.

Y luego, lo dicho, ves a la gente repetir como loros unas chorradas cuando se acerca el 12 de octubre, que hacen que se convierta en debate nacional unas estupideces que dan vergüenza ajena.

Y ya no me meto en el asunto de Cataluña o la estupidez de como un territorio pretende autoproclamarse nación cuando ni siquiera ha llegado a consolidarse como entidad política en toda su historia… y es que en España, el único nacionalismo medianamente (y digo medianamente, porque yo soy partidario de que hay que respetar los avatares históricos, y que volver atrás, para tropezar otra vez con la misma piedra, nunca es la solución… ¿cómo no vamos a estar condenados a repetir nuestra historia de esta manera?) legítimo, es el gallego, pues es el único lugar que se constituyó como Reino, y que, de hecho, fue el primero de Europa (con los suevos); pero eso ya es otra historia muy larga….

Y es que yo siempre diré lo mismo: lo malo no es saber, es no querer saber; y hay mucha gente a la que le gusta (o que quiere intencionadamente) permanecer en la ignorancia y la estupidez; que no digo yo que no sea mucho más cómodo que tener una opinión fundamentada (que siempre es mucho más agotador porque hay que tratar de estar seguro de todo antes de hablar); pero a esas personas a veces, simplemente hay que callarles la boca, porque tiene que haber un límite a tanta paletada y estulticia.

En cualquier caso, por todo lo explicado anteriormente, tenemos muchas razones para sentirnos felices y orgullosos de que el 12 de octubre sea el día de la hispanidad, cuando festejamos nuestra fiesta nacional, puesto que realmente celebramos algo, que sí, que merece mucho ser festejado y conmemorado, porque fue algo grandioso y maravilloso, que sólo el Reino de España hizo. Un antes y un después en nuestra historia, y en la del resto del mundo.

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4 respuestas a 12 de octubre, día de la fiesta nacional, de la hispanidad… y bien orgullosos que podemos y debemos estar

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