Elizabeth, la edad de oro

Y aquí tenemos un ejemplo de como las segundas partes pueden ser mejores que las primeras
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Título originalElizabeth: The Golden AgeAño2007Duración114 min.PaísReino Unido Reino UnidoDirecciónShekhar Kapur Guion

Michael Hirst, William Nicholson

Música

A.R. Rahman, Craig Armstrong

Fotografía

Remi Adefarasin

RepartoCate Blanchett, Clive Owen, Geoffrey Rush, Tom Hollander, Abbie Cornish, Samantha Morton, Eddie Redmayne, Jordi Mollà, Adam Godley, Dave Legeno, Robert Cambrinus, Jeremy Barker, Rhys Ifans Productora

Studio Canal / Working Title Films / Universal Pictures

GéneroDrama | Drama de época. Histórico. Biográfico. Siglo XVI. SecuelaWeb oficialhttp://www.elizabeth-laedaddeoro.es/SinopsisInglaterra, siglo XVI. La reina Isabel I Tudor (Cate Blanchett) debe enfrentarse no sólo a la traición de su propia familia, sino también a los conspiradores que tratan de arrebatarle el trono. Isabel es consciente de lo beneficioso que es para la Corona inglesa el hecho de que el Rey de Inglaterra sea, al mismo tiempo, el jefe supremo de la Iglesia Anglicana. El Acta de Supremacía de 1534, promulgada por su padre, Enrique VIII, había significado la ruptura total con la Iglesia de Roma. Sin embargo, el poderoso rey de España Felipe II (Jordi Mollà) se ha propuesto restaurar el catolicismo en Inglaterra (Armada Invencible, 1588).

Premios

2007: Oscar: Mejor vestuario. 2 nominaciones
2007: Nominada al Globo de Oro: Mejor actriz – drama (Cate Blanchett)
2007: 4 Nominaciones a los BAFTA: Mejor actriz, vestuario, maquillaje, diseño de prod.
2007: Nominada a Critics’ Choice Awards: Mejor actriz
2007: Sindicato de Actores (SAG): Nominada a Mejor actriz (Cate Blanchett)
SINOPSIS: Cuenta la historia de una época, la historia de la lucha de una mujer para controlar el amor, aplastar a sus enemigos y asegurarse su posición como icono del mundo occidental. La reina Isabel I (Cate Blanchett) debe enfrentarse a la traición en el seno de su familia y a sangrientas tentativas de apoderarse de su trono. Isabel es consciente del cambio religioso iniciado en el siglo XVI en Europa, y el poderoso rey español Felipe II (Jordi Mollà) está decidido a restaurar el catolicismo en Inglaterra con la ayuda de su ejército y su invicta armada.
 
     ¿Deberíamos acuñar ahora un nuevo dicho que dijera que primeras partes nunca fueron buenas?, desde luego, si todos los casos fueran como este habría que hacerlo, ya que casi todo el mismo reparto artístico y técnico a repetido para hacer esta nueva película de cuando Isabel I de Inglaterra ya está algo más asentada en el trono, ¿pero logrará conservarlo? la respuesta en los libros de historia.
      En cualquier caso, si comparamos ambas películas, nos encontraremos que esta es mil veces mejor, no sólo porque goce de mucho más presupuesto; sino porque se entiende algo, ya que en la primera parte cuando llegaba el final no estabas muy seguro de lo que habías visto, ya que era todo tan confuso que no sabías ni de que iba (más tarde cogías un libro de historia de Inglaterra y te enterabas de que resulta que algo de aquello tenía sentido); y afortunadamente (al menos en este caso) tiene un tinte un poco (y sólo un poco, porque el director sigue teniendo sus desvaríos personales con la cámara) más comercial y más accesible al público en general.
       Pero antes de pasar a la película pasemos al tema más importante tratandose de una película histórica, ¿es fiel a la historia? y la respuesta es un sí con reservas, porque, efectivamente, la parte inglesa está brillantemente contada, y todo se cuenta de un modo totalmente neutral, tanto las virtudes como los defectos de la reina (aunque también es cierto que no se preocuparon en absoluto de que los actores se parecieran un mínimo a los personajes históricos ya que hablamos del tema; aunque este es uno de esos casos en los que eso no importa demasiado pues las interpretaciones son tan buenas que acabamos por verles totalmente creíbles en ese personaje histórico), y se cuenta lo bueno y lo malo; ¡pero ah! las cosas empiezan a fallar cuando nos dirigimos al ámbito internacional, que a pesar de no quedar del todo mal (cosa que esperaba, tan pronto entré en el cine esperé todas las arremetidas posibles contra España) las inexactitudes son tantas que perfectamente hubieran podido acabar con la película porque, para empezar, en lo que se refiere a los vecinos de al lado (el reino de Escocia) sólo se ve al personaje de María Estuardo, que es tratada con una frivolidad y una desgana absoluta, casi como si hubiera que ponerla ahí por obligación y se quisieran deshacer de sus escenas cuanto antes; pero lo peor no es eso, sino el hecho de que no contextualizan la situación de María Estuardo, que acaba quedando como una vil, terrible y malvada intrigante que deseaba acabar a toda costa con la pobrecita de Isabel (cuando en realidad, «la pobrecita» le prometió asilo a la «malvada intrigante» -que por cierto era su prima-, la engaño de mala manera para hacerla prisionera, someterla a montones de humillaciones para finalmente hacerla ejecutar), de hecho acaba por resultar un personaje sin demasiado sentido en la historia que se cuenta, básicamente porque no parece haber interés en dar más datos que ese de que era una mala malísima (lo que a todo historiador que se precie y que conozca bien la figura de la Reina de Escocia le habrá sentado como un tiro); Austria se hace una leve referencia por medio de un archiduque que no se sabe si es que es rematadamente tonto o no tiene ni idea de inglés (o ambas, no son incompatibles); de hecho, ahora que me paro a pensar, según la película da la impresión de que la única persona lista en todo el mundo era Isabel I.
      Y ahora el país que más nos interesa como quede en la película: España; pues bien, lo cierto es que quedamos mejor de lo que esperaba, porque efectivamente se confiesa como la derrota de la armada invencible fue fruto de la casualidad y de que no nos favoreció el tiempo y no del poder de Inglaterra; pero a partir de ahí el resto es desastroso; no se si fue culpa de Jordi Mollá o del director, pero la interpretación de Felipe II no pudo ser peor; para empezar, este personaje histórico era rubio de ojos azules (y en la película es moreno de ojos castaños) y en la película queda como una especie de extraño fanático tembloroso (¿que pasa que España es el polo norte o que?) y cojo de los dos pies los cuales parece ser incapaz de juntar correctamente (nada más lejos de la gallardía y de la gran belleza de ese soberano; y tampoco se puede decir que fuera más fanático que otros monarcas de la época, simplemente, y eso es verdad, creía con fidelidad en algo); y que parece ir acompañado permanentemente por una misteriosa infanta con una muñeca que parece Isabel; después de una ardua investigación, he llegado a la conclusión de que ese personaje sólo puede ser uno de los desvaríos del director o algo simbólico, porque no pega ni con cola en ningún sitio (de hecho en la última escena Felipe II empieza a pedirle perdón de rodillas a gritos, con lo cual tu te quedas así como diciendo «¡¿pero que chorrada es esta?!»; en cuanto a los decorados, al director le vino momentaneamente la inspiración y grabó una pequeña parte en el Escorial; pero de repente, parece que le vuelvan a venir sus desvaríos y el resto de la película que transcurre en España da la impresión de que Felipe II hubiera decidio trasladar toda España a Bizancio y establecer la capital en Constantinopla porque semejantes decorados no son explicables, y puedo asegurar con total y absoluta seguridad que en España no hay ni hubo ningún palacio (e incluso me atrevo a decir edificio -siempre y cuando no sea un historicismo-) de estilo bizantino; y muchísimo menos en el Escorial, donde supuestamente transcurre la acción (aunque consolaos, en la última parte de la película da la impresión de que Felipe II tuviera que vender hasta las columnas bizantinas para poder pagar la flota, pues está en una habitación totalmente oscura y sólo con una vela).
      Pero dejando de lado, como ya digo, la parte internacional, en lo que se refiere a historia de Inglaterra y a la parte biográfica de Isabel I se puede decir que es bastante fiel, en cualquier caso buena.
     Pero, dejando de lado las cuestiones históricas, ¿es una buena película? desde luego que sí, el guión es muy bueno y consigue atraparte desde el principio, además no es una segunda parte convencional, no es necesario para nada ver la primera (de hecho, os recomiendo que no lo hagáis pues os puede quitar ganas de ver esta); en cuanto a los que teman que sea demasiado bélica por lo que vieron en la publicidad, deben estar tranquilos, ese tema sólo aparece al final de la película, el resto del tiempo es una elegante película histórica.
     En cuanto a la dirección, como ya dije, en esta película se modera bastante, pero no obstante sigue haciendo sus peripecias artísticas y llenando de simbolismos las escenas; de hecho parece que le interesa más que la película sea estéticamente bonita que contar la historia; lo que no siempre le sale bien, porque dado que usa tantos planos distintos en un mismo espacio, acabas descubriendo la verdadera naturaleza del escenario (una buena parte se desarrolla en una catedral que finje ser el catillo de Isabel I) y ello te saca un poco de la historia; pero por lo demás está muy bien.
     El reparto es fabuloso, asumen muy bien sus papeles y sorprenden en ellos haciendo muy buenas interpretaciones (sólo los que están en la parte inglesa, al resto no se les dió esa oportunidad) logrando que haya momentos de verdadera tensión.
     Y en cuanto a la dirección artística, vestuario, peluquería y attrezzo sólo se pueden decir maravillas, porque algunas cosas parece como si las hubieran quitado directamente de los cuadros de la época.
     Me gustó también especialmente la fotografía y la música de la película, que le dan un aire muy colorido y elegante.
 
Valoración final: magnífica, una película histórica recomendada para todos y extremadamente entretenida, especialmente para aprender algo de historia de Inglaterra; quizás no es demasiado apta para todos los que exijan una absoluta precisión histórica en el ámbito internacional, pues es lo que falla.
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